Maragall dice que "habrá soluciones" a la crisis del Gobierno catalán causada por el anuncio de ETA

El comunicado emitido por la organización terrorista a las dos de la tarde anunciando una tregua sólo en Cataluña ha limpiado de un plumazo la costra de polvo que el tiempo había depositado sobre la crisis de Gobierno en la Generalitat. La reunión que a principios de enero mantuvo el entonces conseller en cap, Josep Lluís Carod Rovira, con la cúpula de la organización terrorista en el sur de Francia, provocó cuando fue aireada por la prensa un terremoto que a punto estuvo de hundir el pacto entre su partido, ERC, el PSC de Pasqual Maragall e ICV, liderada por Joan Saura.

La situación se saldó con la salida de Carod Rovira del Ejecutivo tripartito (por presiones del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero); el político catalán anunció entonces que se presentaría como cabeza de lista de su partido en Barcelona a las elecciones generales del 14 de marzo. Pero el rumor sobre las intenciones de ETA ha sacudido hoy de nuevo y muy de mañana el mundo político catalán.

Caminar como los cangrejos

Maragall, a la sazón presidente de la Generalitat, ha sabido muy temprano de las intenciones de la organización terrorista por boca del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Acto seguido, ha reunido a todos los grupos políticos con representación en el Parlamento autonómico para consensuar una declaración institucional al respecto, que rechaza la tregua por ser "un insulto construido con falsos argumentos", y de la que sólo el Partido Popular se ha descolgado por no incluir ninguna referencia a la reunión de Carod.

Maragall ha comparecido luego ante la Cámara para pedir unión a la hora de "desactivar todos juntos el mensaje bomba que ETA ha enviado contra Cataluña y contra la convivencia de todos los pueblos de España". "No queremos el perdón de ETA, nos da asco", ha señalado el presidente catalán, para añadir: "Es repugnante que intente utilizar la muerte para dividir a los pueblos de España". Además, Maragall ha pedido "de corazón" que se renueve el Pacto Antiterrorista con la inclusión de "todas las fuerzas democráticas". "Nos hemos de unir más que nunca porque nuestra división da alas al terror. Si lo hacemos, la historia avanzará. Si no lo hacemos, caminaremos hacia atrás, como los cangrejos", ha concluido.

Trama política, para Carod

Entre tanto, además de las movidas reuniones para consensuar una declaración conjunta, los teléfonos y el ruido de despachos no han dejado de sonar en toda la mañana. El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha llamado a Maragall para instarle a romper el acuerdo de Gobierno en Cataluña. El presidente de la Generalitat se había reunido también a solas con Carod durante 10 minutos antes de salir a la palestra a hacer declaraciones.

El secretario general de ERC ha calificado de "trampa política" el anuncio de la organización terrorista, y ha negado que "en ningún momento" hablara o cerrar un "acuerdo de negociación" durante su reunión de enero con la cúpula etarra. De hecho, ha querido resaltar que la fecha de entrada en vigor de la tregua es el 1 de enero, anterior a su encuentro. En cualquier caso, Carod Rovira ha querido dejar clara su intención de "trabajar por una tregua definitiva para el conjunto de los Estados español y francés", puesto que el anuncio de hoy no le "satisface". "Si ETA plantea contraponer una tregua en Cataluña con la continuación del terrorismo en España y el País Vasco, consideramos esta pretensión como absolutamente inmoral", ha concluido.

Oferta de CiU y PP

En cualquier caso, pese a que el rechazo a la iniciativa de ETA ha sido unánime, el Gobierno tripartito pende de un hilo. Además de las presiones de Aznar y del candidato del PP en las próximas elecciones, Mariano Rajoy, para que el PSOE rompa su acuerdo con ERC (en realidad el pacto lo ha firmado el PSC, que no es el mismo partido), el propio Zapatero ha instado al partido de Carod a asumir "cuanto" antes las responsabilidad políticas correspondientes, pues en caso contrario será el Gobierno catalán el que deba hacerlo.

El líder socialista ha abierto así la puerta a la posible disolución del pacto de Gobierno si ERC no sacrifica a Carod Rovira, circunstancia que el propio Maragall se ha empeñado en negar. Según el presidente de la Generalitat, ni la tregua ni las elecciones "condicionan o condicionarán la composición del Ejecutivo catalán". Además, Maragall ha rechazado las ofertas de CiU y PP para sustituir el apoyo de ERC en el Parlamento (el tripartito cuenta con 74 escaños, frente a los 61 de CiU y PP). Poco antes, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, había negado que el tripartido estuviera "en peligro", aunque sí ha advertido del riesgo que corre "la unidad de los demócratas".

"Derecho a decidir"

Ya esta noche, ante las cámaras de TV3, Maragall ha pedido a los dirigentes de ERC que "tengan la actitud que deben" y "tomen decisiones responsables". El líder del PSE espera que esas decisiones se produzcan mañana y ya anunciado que será él mismo quien "tomará una determinación que ellos aceptarán". En todo caso, lo que no peligra, según Maragall, es el tripartito que gobierna en Cataluña. Según el presidente catalán, el pacto entre PSC, ERC e ICV "está más sólido que nunca" y "no tiene por qué cambiarse".

Maragall ha asegurado además que se siente "dolido" por la negativa de Carod a informar al Gobierno del Estado sobre su reunión con ETA. Además, el líder del PSC ha rechazado las presiones ejercidas por el PSOE para romper el tripartito y ha asegurado que, aunque siente una "gran admiración" por Zapatero, sus compañeros de partido "deben entender que Cataluña no aceptará nunca hacer o dejar de hacer lo que debamos porque nos lo digan de fuera". "Dirán lo que quieran y pedirán lo que quieran", ha asegurado Maragall, que dice ser "consciente de las dificultades del PSOE y de la presión inmoderada del PP" pero Zapatero "tiene derecho a pedir y nosotros a decidir".