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Los acusados por el crimen del Maremagnum presentan el suceso como un accidente

Según el principal encausado, arrojó al mar a Wilson Pacheco en un acto "reflejo"

Un accidente. Así han presentado el crimen del ecuatoriano Wilson Pacheco, ocurrido en enero de 2002 en el complejo de ocio Maremágnum de Barcelona, los acusados por el homicidio ante el tribunal popular que les juzga desde hoy. El principal acusado ha declarado que, tras una trifulca, cogió a Pacheco en brazos y lo tiró al mar pensando que sabía nadar.

La Audiencia de Barcelona ha dado inicio hoy a su juicio con jurado más largo en el que los acusados, los porteros de discoteca James Anglada y Mariano R.P. y el vigilante del Maremágnum Antonio F.Q., se enfrentan a penas de hasta 15 años de prisión.

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Los hechos ocurrieron el 27 de enero de 2002 cuando, según la acusación, se vetó la entrada a un local a Wilson Pacheco y unos amigos, según unos, porque iban muy bebidos, y según otros por puro racismo. Ante dicho veto, se originó una trifulca, en la que, según los acusados, pacheco arrojó una botella a los porteros del local. Entonces, se inició una persecución, como han reconocido tanto Mariano R. y Antonio F. hasta que otro portero logró echar al suelo al ecuatoriano. Una vez tendido, Mariano R. le propinó dos golpes "flojos y disuasorios", según su testimonio, dado que "estaba muy nervioso, asustado, me arrepiento de haberle pegado". Antonio F. ha reconocido también que atizó a Pacheco con su porra en las nalgas para que soltara una botella de vidrio.

Hombre al agua

Fue en ese momento cuando apareció el principal acusado, James Anglada, que ha reconocido que intervino para que Pacheco soltara la botella y para evitar que le siguiesen golpeando. Luego, lo levantó del suelo para entregarlo a sus amigos, cuando la víctima, que según su declaración no iba tan bebido ni tan maltrecho, le insultó y le amenazó de muerte. Fue entonces cuando, en un acto "reflejo e inconsciente", lo tiró al mar.

"Me vino a la mente la idea de que el chico no sabía nadar y me dije: ¿Qué he hecho?", pero lo vi nadar cuatro o cinco metros y pensé que no había peligro", ha declarado Anglada, por lo que regresó a su puesto de trabajo. El acusado ha negado que, ya en su puesto, comentara a otra persona: "Si esta rata sabe correr, también sabrá nadar". Igualmente, los otros dos acusados han declarado que no se imaginaban que Anglada arrojaría al mar a Pacheco y que no temieron por su vida porque lo vieron nadar. Antonio F., el vigilante, ha asegurado que habría rescatado a la víctima de haber visto que corría peligro, pero que comunicó a través de su walkie-talkie la frase "hombre al agua" pensando que la policía portuaria lo rescataría. Sin embargo, en la causa consta que horas más tarde, Antonio F. comentó a un policía portuario que "por un sudaca no me tiro al agua porque se me moja el móvil", lo que el acusado ha negado.

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