...Y Clinton confesó su aventura sexual

El sábado 15 de agosto de 1998, el presidente de Estados Unidos despertó a su esposa para contarle la verdad. Hacía ya ocho meses que la política nacional giraba alrededor de su presunta relación sexual con una becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky. El presidente estaba ya inmerso en un proceso judicial que estuvo a punto de costarle el cargo, pero hasta entonces su mujer juraba a quién quisiera creerla que ella confiaba en su esposo. Por lo demás, Bill Clinton, el interesado, no cejaba en su empeño de negar la relación extramatrimonial.

Hasta el 15 de agosto. O más en concreto, hasta un día antes de que tuviera que comparecer ante el jurado popular al que el fiscal federal Kenneth Starr había encomendado la tarea de investigar el caso. Clinton estaba obligado a decir la verdad so pena de ser encausado por perjurio, así que, un día antes de admitir ante la nación haber tenido "un contacto íntimo inapropiado... un jugueteo sexual" con Lewinsky, el presidente decidió contárselo a su mujer, Hillary.

"¿Por qué me has mentido!"

"Apenas podía respirar. Luchando por una bocanada de aire, rompí a llorar y empecé a gritarle: "¿Qué significa eso! ¿Qué me estás contando! ¿Por qué me has mentido!". Estaba furiosa, y cada minuto que pasaba me enfadaba más y más. Él simplemente se quedó allí, repitiendo una y otra vez: "Lo siento. Lo siento mucho. Intentaba protegeros a ti y a Chelsea [su hija]".

Este fragmento de la historia de Estados Unidos proviene del libro que Hillary Rodham Clinton, ahora senadora por el estado de Nueva York, ha escrito sobre aquel episodio de su matrimonio, y aparece citado en el diario Washington Post a partir de una copia en manos de la agencia de noticias Associated Press. "Yo veía el embrollo Lewinsky como otro sucio escándalo fabricado por los oponentes políticos" de Clinton, escribe su mujer en este libro, titulado Living History y por el que la editorial Simon & Shuster pagó 8 millones de dólares.

Sólo le queda el amor de su perro

Pero aquella mañana de sábado Bill le contó "por primera vez que la situación era mucho más seria de lo que hasta entonces había reconocido. Se dio cuenta de que tendría que testificar y admitir que había tenido una relación íntima inapropiada". "Me dijo que había sido breve y esporádico", escribe Hillary en su libro, que saldrá a la venta el próximo lunes con una primera edición de un millón de ejemplares (en un país con 284 millones de habitantes).

La editorial no ha querido confirmar o desmentir que la versión hecha pública por AP sea verídica. En el texto al que ha tenido acceso la agencia, Hillary se reconoce "con cara de tonta, con el corazón roto y furiosa por haber creído" a su marido, y reconoce que, a partir de ese día, su matrimonio atravesó un periodo muy tenso, sobre todo durante las breves vacaciones que pasaron en Martha's Vineyard tras la declaración oficial. "Buddy, el perro, vino con nosotros para acompañar a Bill. Era el único miembro de la familia que quería hacerlo", añade Hillary antes de reconocer que una de las decisiones más difíciles de su vida fue seguir casada con su marido.