El visado servirá como permiso de trabajo tras una nueva reforma de la Ley de Extranjería
El Ejecutivo aprobará el viernes, dos días antes de las elecciones, la tercera modificación en esta legislatura
El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha anunciado esta mañana que el Consejo de Ministros aprobará este viernes una reforma "importante" de la Ley de Extranjería con dos objetivos: favorecer la inmigración legal y fortalecer la lucha contra la ilegal. Una de las medidas más importantes que contempla la reforma, la tercera en la presente legislatura, es la de que el visado sirva como permiso de trabajo y residencia, con lo que se agilizarán los trámites burocráticos. Aznar ha expresado su deseo de que la reforma alcance el máximo consenso parlamentario posible.
LA FRASE
La antigua legislación generó ecos de llamada que por desgracia aún se dejan sentir
Las medidas previstas por el Gobierno para la lucha contra la entrada de inmigrantes ilegales pasan por una más estrecha vigilancia. Según Aznar, se pretenden "cerrar resquicios para quienes se aprovechan de los inmigrantes, para traerles a España, donde una vez que les han colocado fuera de la ley sólo pueden tener el futuro de la explotación y la marginalización". Así, se reforzarán los procedimientos de control y expulsión de extranjeros que accedan ilegalmente, con especial incidencia en la vigilancia en aeropuertos, se fortalecerá el cuadro de sanciones para los inmigrantes ilegales y se aumentarán las "obligaciones" para los transportistas, especialmente las líneas aéreas, ya que, según ha advertido el presidente, no son las pateras las que traen un mayor número de inmigrantes, sino los aeropuertos.
"Queremos hacer que sea más fácil que cada extranjero que quiera venir a España pueda llegar aquí contando con un permiso de entrada y de residencia en nuestro país respetando siempre la capacidad real de acogida que tenemos, que no es ilimitada", ha expuesto Aznar. En este sentido ha anunciado medidas de simplificación burocrática, como la consideración del visado como permiso de trabajo y residencia. "Queremos que la burocracia no sea un obstáculo", ha dicho.
Según el presidente del Gobierno, ha llegado el momento de la "actualización" de la reforma llevada a cabo por el Gobierno en el año 2000, tras el "profundo desacierto" de la norma aprobada por la oposición en 1999 que "produjo un efecto llamada que aún estamos padeciendo". Además, la modificación viene obligada por la "experiencia adquirida", la jurisprudencia del Tribunal Supremo -que hace unos días anuló diversos apartados del Reglamento de Extranjería, a los que ahora el Gobierno da rango de Ley- y los avances llevados a cabo en la UE, en especial los acordados en el Consejo de Sevilla, que preveía la homologación de sanciones, a las obligaciones de los transportistas y el reconocimiento mutuo entre los Estados de la UE de las resoluciones de expulsión.
Sin embargo, Aznar ha destacado que la reforma no pretende endurecer las condiciones de entrada en España , sino que la reforma mantiene los derechos [reconocidos en la anterior], incluso "determinados derechos de asistencia sanitaria y educativa", por lo que España seguirá "siendo, con mucho, el país europeo donde los extranjeros disfrutan de mayores derechos".
Triple criterio
El líder del PP ha resumido en tres los criterios en que, a su juicio, debe basarse la política de inmigración tanto en España como en la UE: que acoger "a miembros de sociedades menos favorecidas" es un "acierto profundo; que es "imprescindible" ser muy consciente de que la capacidad de acogida "no es ilimitada"; y que la única forma admisible de entrar "debe ser respetando la ley". A este respecto, ha resaltado que en los últimos cuatro años, el número de inmigrantes legales residentes ha aumentado un 65%. "Somos un país abierto, muy abierto", ha asegurado.
Aznar, que ha hecho este anuncio en un seminario sobre Seguridad, Justicia y Libertad en la UE, celebrado en el Colegio Mayor San Pablo, ha expresado su deseo de que la reforma cuente con el consenso de la oposición. "Sé muy bien que todo esto puede ser también pasto de la demagogia y pasto de discursos fáciles, vacios o retóricos. Al final, la seriedad política consiste en tomar decisiones cuando a uno le han elegido para la responsabilidad de ejercer el Gobierno".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.