La representante española se 'reengancha' a Miss Mundo

Lola Alcocer, primera dama de honor de Miss España 2002, viaja hoy a Londres para participar, ahora sí, en el concurso de Miss Mundo. Los organizadores del certamen en España habían retirado su candidatura el pasado mes de septiembre en protesta por la decisión de un tribunal islámico del país africano de condenar a una mujer a morir lapidada por adulterio. Ahora, tras el traslado de la sede por los violentos incidentes en el país organizador, Alcocer volverá a optar al título que corona a la mujer más bella del planeta.

La organización de Miss Mundo, que todavía no tiene decidido el recinto en Londres que albergará el próximo 7 de diciembre el certamen, busca en este momento la manera de integrar a la joven española con el resto de candidatas, ya que existen algunos problemas de alojamiento en el hotel londinense en el que están instaladas las aspirantes a este título.

La organización de Miss España decidió no acudir al certamen después de que la Comisión Mixta Congreso-Senado de Derechos de la Mujer aprobase una resolución en la que se les instaba a no acudir al país africano en protesta por la condena a lapidación de Amina Lawal.

Según el asesor jurídico de la organización, Juan Llobat, ellos siempre fueron partidarios de acudir a Nigeria y desmostrar allí públicamente la oposición a la sharia, ley islámica. En cualquier caso, una vez que el concurso se ha trasladado a Londres "ha desaparecido totalmente el motivo de no ir" aunque el certamen "está marcado" por todo lo sucedido.

Los disturbios por la celebración del concurso en Nigeria se desataron hace una semana tras la publicación de un artículo considerado blasfemo por las autoridades islámicas del país en el que se aseguraba que el profeta Mahoma no sólo no habría rechazado el certamen, sino que habría escogido esposa entre las concursantes. Más de 200 personas murieron y otras mil resultaron heridas en los incidentes.

Precisamente ayer el Estado de Zamfara, en el norte del país, habitado por una mayoría musulmana, lanzó una fatwa -decreto religioso de obligado cumplimiento- en la que condena a muerte a la autora del artículo, la periodista Isioma Daniel, quien ha abandonado el país, según fuentes del periódico This Day, donde trabaja.