Alta participación en el referéndum sobre la cosoberanía de Gibraltar
El 87,92% de los de 20.000 'llanitos' convocados a una consulta a la que ni Londres ni Madrid conceden validez jurídica han acudido a las urnas
Unos 20.500 gibraltareños han sido llamados este jueves a las urnas, situadas en 12 colegios electorales, para decidir en un referéndum desautorizado por Londres y Madrid sobre una hipotética soberanía compartida entre ambos Gobiernos. En total 18.177 han ejercido su derecho al voto, el 87,92%. Según los datos ofrecidos por la organización, han sido 984 los gibraltareños que han emitido su voto por correo, el 78,53% de los 1.253 que tenían derecho a utilizarlo.
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, que ha organizado la consulta, ha asegurado esta mañana que ésta será "muy importante" para el futuro de los gibraltareños y para su "viaje colectivo como pueblo". "Los gibraltareños están diciendo que son un pueblo con el derecho a decidir su futuro en libertad", ha indicado tras depositar su papeleta.
El primer ministro de Gibraltar ha vaticinado un "alto" índice de participación y ha advertido de que "esta declaración debe servir para que todos los demócratas acepten que sin el consentimiento libremente dado por el pueblo de Gibraltar" no habrá adelantos en la negociación. Además, Caruana ha rechazado la opinión de los que dicen que se trata de una consulta irrelevante, en referencia a las declaraciones realizadas ayer por la ministra de Exteriores española, Ana Palacio.
La ministra calificó el miércoles el referéndum de "virtual", ya que se pide a los residentes de Gibraltar que se pronuncien sobre un acuerdo que todavía no existe. Palacio declaró que ambos países seguirán trabajando "para llegar a un acuerdo no virtual, sino real, que tome en consideración los intereses de todos y sea beneficioso para Gibraltar, para el Campo de Gibraltar y, en general, para los ciudadanos europeos". La ministra Palacio recordó que ésta es una "situación colonial que no se tiene en pie y que está incidiendo muy negativamente en todo lo que es la construcción europea".
La pregunta de Caruana
La papeletas incluye un resumen de la declaración del ministro de Exteriores británico, Jack Straw, ante la Cámara de loc Comunes, y la pregunta sometida a consulta, ¿Acepta el principio de que España y el Reino Unido compartan la soberanía de Gibraltar?, con una única respuesta afirmativa o negativa. Además de las urnas fijas, cuatro urnas móviles recorren los hospitales, las casas de enfermos y la prisión de Gibraltar, donde se ofrece a los 12 reclusos internados allí en la actualidad la posibilidad de pronunciarse en la consulta al tratarse de una cuestión "sobre el futuro del país", según el portavoz.
Ni España ni el Reino Unido conceden validez jurídica a la consulta, que fue anunciada por el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, el pasado 25 de julio en respuesta a las declaraciones efectuadas 13 días antes en la Cámara de los Comunes por el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, quien manifestó abiertamente la disposición del Reino Unido a una soberanía compartida, una medida que no se tomaría sin consultar al pueblo gibraltareño, una posible futura consulta a la que España se opone.
Los detractores sostienen que este referéndum va a enrarecer las relaciones de los gibraltareños tanto con la metrópolis colonial como con España cuando sería necesario llegar a un acuerdo con ambos países con el fin de introducir las reformas del paraíso fiscal requeridas por la Unión Europea y la OCDE para que siga siendo competitivo. En todo caso, nadie en el Peñón ha hecho campaña por el sí y se espera que el no sea rotundo. Esta consulta ha suscitado mucho menos entusiasmo que la celebrada en 1967, cuando sólo 44 de los 12.757 votantes inscritos se pronunció por la adhesión a España frente a 12.182 que optaron por la libre asociación con Gran Bretaña. Otros 531 gibraltareños se abstuvieron.
Ropas rojiblancas y gritos de "Gibraltar español"
Aunque la jornada está transcurriendo sin incidentes graves, las notas de color no han faltado. Muchos gibraltareños han acudido a sus trabajos vistiendo prendas de color rojo y blanco, los colores de la bandera de Inglaterra, costumbre que ponen en marcha para celebrar el día de Gibraltar, y que, aprovechando la llamada del Ejecutivo a las urnas, algunos han querido rescatar para esta ocasión.
Pese a que no se han producido enfrentamientos entre aquellos ciudadanos que se han acercado a las urnas para votar 'sí' a la cosoberanía hispano-británica, hay que destacar el revuelo que ha creado un ciudadano que vestido con la bandera de España, antes de ejercer su derecho al voto ha gritado "Gibraltar español", una anécdota que no ha provocado enfrentamientos y que ha constatado el propio Gobierno gibraltareño.
Una situación parecida se ha vivido cuando un albañil, aprovechando que estaba en lo más alto de un andamio se ha puesto a gritar "Gibraltar español" mientras algunos ciudadanos pasaban por el lugar en el que se encontraba la obra.
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