Los detenidos por arrojar a un ecuatoriano al mar culpan al vigilante huido
Los tres vigilantes ingresan en prisión acusados de homicidio.-La madre del fallecido dice que se enteró de todo por una llamada anónima y asegura que pedirá una segunda autopsia
Los tres guardias de seguridad detenidos por golpear y tirar a las aguas del Puerto de Barcelona al ecuatoriano Wilson Pacheco, que falleció ahogado en la madrugada del pasado domingo, han ingresado esta noche en prisión por orden de la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona, Asunción González. Los tres detenidos acusan del crimen a un cuarto vigilante que se encuentra huido.
La juez González acusa a los tres porteros de discoteca de un delito de homicidio como presuntos responsables de la muerte de Wilson Pacheco.
Los detenidos son David G.A. y Antonio Fernández Q.B., trabajadores de la empresa Segur Ibérica, que se encargaba de la vigilancia en el Maremagnum, local al que no dejaron acceder a Pacheco; y Mariano R.P., que trabajaba en el local Caipirinha del mismo complejo. Todos niegan su implicación en la muerte.
El cuarto sospechoso, identificado como James Anglada, de 29 años, nacido en Nueva York y vigilante también del Caipirinha, ya fue condenado en 1997 por agredir a un joven en L'Hospitalet.
Durante la mañana esta previsto que los detenidos declaren ante la titular del Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona, hoy y en funciones de guardia, que decretará la eventual libertad o el ingreso en prisión de los arrestados y remitirá las diligencias al Juzgado Instrucción número 5 de Barcelona que está investigando el caso.
Obra de "profesionales"
Por otra parte, la madre del joven, Noemí Pacheco, se ha personado esta mañana como acusación particular. Noemí ha dicho hoy en el juzgado que poco después del suceso recibió en su casa una llamada anónima que le informó de que su hijo había sido arrojado al agua en el puerto de la ciudad.
La madre del fallecido ha asegurado además que quienes mataron a su hijo eran "profesionales" que "saben cómo matar sin dejar huellas" y ha asegurado que pedirá una segunda autopsia. Según la primera, Wilson Pacheco murió ahogado.
Pacheco fue arrojado al mar tras la pelea que le enfrentó con varios vigilantes de seguridad del recinto porque le habían vetado el acceso al bar Caipirinha. El pasado lunes la Policía detuvo a estos tres vigilantes, que han permanecido desde entonces en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.
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