La policía busca a uno de los cuatro sospechosos del crimen de Maremagnum
El abogado de los tres vigilantes de seguridad detenidos ayer afirma que los hechos "fueron un accidente".- La autopsia señala que el joven murió ahogado
La Policía busca a J.A. como presunto participante en la paliza que acabó el pasado domingo con la vida del ecuatoriano Wilson Pacheco en la zona de ocio Maremagnum de Barcelona, segun fuentes policiales.
Pese a que la Policía detuvo ayer a tres vigilantes de seguridad de dos locales del Maremagnum como presuntos participantes en la paliza, estas fuentes han indicado que buscan asimismo a J.A., que también trabajaba en el Maremagnum y que, desde el domingo, está desaparecido, por lo que podría haber huido.
Según estas fuentes, J.A. posee varias causas pendientes en los tribunales por otros delitos y podría ser la persona que propinó una patada en la cabeza a Wilson cuando éste se encontraba en el suelo.
Por otra parte, el abogado de los detenidos, Borja Masramon, ha indicado que los hechos "fueron un accidente" y, pese a reconocer que hubo una pelea en la que ambos grupos, ecuatorianos y vigilantes, se intercambiaron golpes, ha añadido que "cuando lo arrojaron al agua, Wilson Pacheco estaba con vida".
Autopsia
El joven ecuatoriano murió ahogado tras ser lanzado a las aguas del puerto barcelonés, según ha revelado la autopsia que sólo ha detectado un par de rasguños en su cuerpo.
La autopsia indica que el cadáver no presentaba signos externos de haber sido golpeado de forma "salvaje" como han relatado algunos testigos y como, al parecer, muestra una grabación de una cámara del Puerto de Barcelona, según fuentes próximas a la investigación del caso.
Según el informe de la autopsia, entregado al juzgado de Instrucción 5 de Barcelona el joven ecuatoriano fue arrojado al agua consciente y murió ahogado.
El joven presentaba el llamado "hongo de espuma", unas segregaciones blanquecinas que se forman en los pulmones por la mezcla de agua y aire y que se expulsa por la boca y la nariz en el momento del óbito, según las mismas fuentes. El "hongo de espuma" es, según estas fuentes, un síntoma claro y propio de la persona que fallece ahogada.
Por otra parte, la autopsia sólo ha detectado como signos externos de violencia en el cuerpo de la víctima dos "erosiones superficiales y discretas", un par de rasguños localizados en la cara y un codo.
Al parecer, y según los primeros resultados de la autopsia, el muchacho podía ir bastante ebrio, lo que hubiese dificultado cualquier intento de nadar adecuadamente por parte del fallecido.
Para tratar de determinar el supuesto grado de alcoholemia que presentaba el cuerpo del joven, se ha encargado un análisis toxicológico que aún tardará unos días en llevarse a cabo.
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