El aparcamiento de Barajas donde explotó el coche bomba estará operativo en noviembre

Así lo ha confirmado hoy el director del aeropuerto de Barajas, Angel Gallego, quien ha anunciado que las indemnizaciones que les corresponden a los propietarios de los vehículos afectados por la explosión "podrán ser asumidas en el plazo de una semana", bien a través del Consorcio de Seguros o de los créditos del Ministerio de Interior.

Precisamente hoy, responsables de AENA, del Consorcio de Seguros y del Ministerio de Interior celebrarán una reunión para tratar el asunto de las indemnizaciones, ha explicado Gallego.

El director del aeropuerto madrileño, que ha acompañado a los medios de comunicación a la zona más perjudicada por la explosión del coche bomba, ha avanzado que el jueves se abrirá al público el estacionamiento del módulo C, que resultó levemente afectado, mientras que los módulos A y B permanecen operativos desde ayer a las 14.30 horas.

El próximo lunes 3 de septiembre también se permitirá el acceso de los vehículos a las plantas cuarta, quinta y sexta del módulo D, aunque el acceso se hará a través del C.

Angel Gallego ha informado de que los peritos del Consorcio de Seguros y del Ministerio de Interior que esta mañana han evaluado los daños de los vehículos han finalizado ya su trabajo, por lo que "comenzaremos el traslado de los coches hoy y en dos o tres días el módulo D estará completamente limpio".

En cuanto a los datos recogidos por la oficina habilitada en el aeropuerto para atender a los propietarios de vehículos afectados, hasta las 12.00 horas de hoy se habían presentado 33 denuncias ante el Cuerpo Nacional de Policía por daños en los coches, frente a las 66 que AENA había comunicado inicialmente a la prensa.

Además, se han realizado 86 entregas de vehículos que no resultaron perjudicados por la explosión y se han recibido 310 llamadas al teléfono de información que AENA ha puesto a disposición del público (913936000).

En la zona afectada por la explosión aún permanecen varios coches calcinados, y se observan cristales por todo el piso, trozos de vehículos desparramados por la planta, el techo ennegrecido y el agujero provocado por el coche-bomba de ETA.