Interior afirma que los terroristas preparaban una campaña de atentados contra intereses turísticos

El ministro ha confirmado también que la fallecida y su compañero huido formaban parte de un comando itinerante y legal (no fichados) de ETA que se desplazó de Guipúzcoa a la costa para iniciar una campaña de atentados contra intereses turísticos.

Las hipótesis que manejan los investigadores es que explosionaron diez kilos de dinamita, procedente del robo de ETA en Grenoble el pasado 7 de marzo, mientras que en el apartamento se han encontrado entre uno y dos kilos que no llegaron a explosionar.

La búsqueda de Oiarzabal

Las fuerzas de seguridad buscan desde entonces a Anartz Oiarzabal Ubierna, de 24 años y compañero de Castresana, miembro no fichado de ETA.

La Guardia Civil ha facilitado su fotografía y descripción: un joven de 24 años, de estatua media, complexión fuerte, pelo negro corto, cara redonda, tez morena, ojos oscuros y labios carnosos. Según varios vecinos de Torrevieja, a esta imagen hay que añadir bigote y coleta.

El joven escapó del cerco policial en un vehículo Ford Mondeo, de color gris metalizado y con matrícula 6685-DCV.

La policía cree que los terroristas estaban preparando un atentado con coche bomba, por lo que ha recorrido la zona en busca del vehículo que iban a utilizar los presuntos etarras. La búsqueda, de momento, no ha dado frutos.

En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Valencia, José Vicente Herrera, ha pedido a los ciudadanos que colaboren para lograr detener al presunto terrorista.

Cualquier persona que tenga algún dato o crea poder ayudar en las investigaciones puede llamar a la Guardia Civil a través de los teléfono 900-100-062 y 062.

La Guardia Civil registró de madrugada las viviendas de Olaia Castresana, situada en el barrio de Altza, la de su familia y la de Anartz Oiartzabal en San Sebastián, donde se ha incautado de documentos que están siendo analizados por los agentes.

Además, la policía reinició ayer por la mañana las investigaciones en el piso en el que se alojaban los etarras, en la urbanización La Mata, situada en la avenida Puerto Romano.

Varios agentes del grupo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil realizan el desescombro, un tarea que se interrumpió tras la explosión ante el peligro de que pudieran encontrarse otras cargas explosivas debajo de los restos de la vivienda.

Un apartamento propiedad de su padre

El apartamento donde vivían y que quedó ayer destrozado pertenecía desde hace diez años a los padres del presunto etarra.

Los presuntos terroristas llevaban "entre dos y ocho días" viviendo en Torrevieja, según ha informado el subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido Guzmán. Sin embargo, el camarero de un bar de la urbanización afirma que bajaban a desayunar a la cafetería "desde hace 15 días".

Por su parte, la presidenta de la comunidad de vecinos donde se produjo la deflagración y que vive enfrente de ese piso, Concha García, ha explicado que hace tres días comenzó a oír voces de un chico y una chica jóvenes, sobre todo por la noche, así como ruidos parecidos a los de las máquinas de escribir. García ha añadido que nunca les llegó a ver porque siempre tenían las persianas bajadas.

Garrido ha explicado a la Cadena Ser que tanto la joven fallecida por la explosión de la dinamita que manejaba como su compañero fugado "llevaban allí escasos días". Sus datos indican que es probable que la pareja hubiera llegado allí este fin de semana o el anterior.

A su juicio, resulta evidente que "no estaban de vacaciones", como publicaba ayer el diario Gara, sino preparando el material para llevar a cabo diversos atentados de pequeña intensidad o un coche bomba. Garrido Guzmán ha calificado de "sarcásticas" las aseveraciones del periódico de abertzale.

No obstante, ha pedido "cautela" porque las investigaciones policiales continúan y en las próximas horas se encontrarán nuevos datos que expliquen el objetivo de los periodistas.

Militares y policías, posibles objetivos

Por otra parte, la presidenta de la comunidad de vecinos ha apuntado que los etarras "podrían estar preparando un atentado contra algún militar, ya que muchos pisos de los alrededores están ocupados en verano por cargos militares y policiales".

El balance definitivo de daños causados por la explosión es de 14 heridos, cuatro de ellos niños, si bien todos están fuera de peligro. Además, 14 apartamentos permanecen cerrados y seis de ellos están seriamente dañados, lo que ha provocado que un total de 49 personas hayan tenido que pasar la noche fuera de sus domicilios.

La onda expansiva de la bomba destrozó los cristales de la vivienda en la que se encontraba el artefacto y causó serios daños en la planta baja y en el sótano del edificio.

Los cascotes desprendidos en la explosión cayeron a la piscina de la urbanización, en la que se bañaban en esos momentos ocho personas, cuatro de ellos niños.

Castresana confeccionaba con las manos en el momento de su muerte un artefacto compuesto por dinamita Titadyne de la que robó la banda terrorista en la localidad francesa de Grenoble el pasado mes de marzo. La explosión destrozó su cuerpo por encima de la cintura.

La presunta terrorista, nacida en San Sebastián, tenía 22 años y su actividad, hasta ahora, se había limitado a la kale borroka.