Cinco actos simultáneos de violencia callejera causan destrozos en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra

Un artefacto compuesto, al parecer por Titadyne, ha hecho explosión esta madrugada en la localidad navarra de Lecumberri, en un cajero automático de Caja Navarra.

Fuentes de la Delegación del Gobierno han precisado que el artefacto contenía líquido combustible y explosivo plástico, al parecer Titadyne, un material no utilizado hasta ahora en este tipo de actos violentos y del que fue robado en Francia el pasado mes de marzo.

La Delegación ha precisado que sobre las 23.55 horas, SOS Navarra recibió una llamada telefónica en la que una voz de hombre que dijo hablar en nombre de ETA anunciaba la explosión de una bomba en Lecumberri en 20 minutos.

Movilizada la Guardia Civil, los efectivos de este cuerpo observaron una bolsa sospechosa en el cajero automático ubicado en la calle Aralar de Lecumberri por lo que acordonaron la zona y a las 0.20 horas se registró la explosión en la calle principal del pueblo.

No se han producido que lamentar daños personales, pero sí materiales aún sin cuantificar tanto en el inmueble en el que está ubicado el cajero, donde se están afectadas vigas maestras, techos, suelos y cristales, como en el edificio de enfrente, cuyos cristales también se han roto.

A la misma hora, en Guipúzcoa y Vizcaya

Además, una oficina de Telefónica en la localidad guipuzcoana de Azpeitia ha sido atacada por un grupo de encapuchados que ha arrojado varios cócteles mólotov contra el local.

El ataque se ha producido hacia las 2.30 horas y el local de Telefónica situado en la plaza Pérez Arregi sufrió daños importantes en su planta baja, sin que el fuego, sofocado por los bomberos, afectara al resto del edificio.

A esa misma hora, otros dos encapuchados rompieron con unos tablones los cristales de una oficina de Seguros Vitalicio en la localidad vizcaína de Arrigorriaga, sin causar luego mayores destrozos en la sucursal.

También a las 2.30 de la madrugada otro grupo de desconocidos ha vertido líquido inflamable en un cajero automático del BBVA situado en la calle Gregorio Uzquiano de Portugalete (Vizcaya), aunque no le han llegado a prender fuego.

En cambio, otro cajero del Banco Santander ha quedado destrozado en San Sebastián, en la calle Larratxo, después de que un grupo de radicales lo rociara de líquido inflamable y lo prendiera una media hora antes de la medianoche.