Otegi dice que "la mayoría de la sociedad vasca no comparte la lucha armada y ETA lo reconoce"

El dirigente de EH reconoce como una posibilidad que "el impacto de la lucha armada haya jugado en contra de las expectativas electorales". "Pero una cosa son los efectos de la lucha armada en el terreno electoral y otra cosa muy distinta es situar la lucha armada como factor principal del bajón electoral cuando hay más factores".

El portavoz de la coalición abertzale se muestra convencido de que la actividad de ETA desaparecería en el momento en que "Euskal Herria podría plantear mediante un referendum el destino que quiere para su país". Y aunque considera "evidente" que la mayoría de la sociedad vasca no comparte la lucha armada, cree que el debate "es bizantino" y aboga porque se plantee una propuesta de debate para "que desaparezcan todas las expresiones de violencia".

"Por eso -añade- nosotros intentamos huir un poco del debate retórico en torno a la violencia y lo que queremos es que se pongan las bases para que la violencia pase a ser una cosa del pasado".

Contar con ETA

Arnaldo Otegi cree que no se debe excluir a nadie de la negociación para la resolución del conflicto, aunque recuerda que la propia ETA cuando presentó su Alternativa Democrática "planteó con claridad que el futuro y el diseño de este país corresponde a sus fuerzas políticas, sociales y sindicales".

"Pero es evidente que ETA condiciona la vida política de este país y es un agente que interviene en el conflicto y por tanto es un agente con el que hay que contar y hay que tener en cuenta", ha señalado.

En la mesa que propone EH deben estar presentes todas las fuerzas políticas del conjunto de Euskal Herria, como fórmula para darle una salida "global y duradera" al conflicto. Y aunque es consciente de que hay fuerzas políticas que "no están en esa tesis", se muestra optimista recordando que "este país ha ganado ya batallas fundamentales".

Entre esas "batallas" ganadas cita el hecho de que ahora sea "muy difícil sostener ya, por parte de ningún Gobierno en Europa o por parte del Gobierno francés y español, que el pueblo vasco no tiene derechos democráticos, y es muy difícil sostener que Euskal Herria es algo que se circunscribe geográfica, social, humana y políticamente a Araba, Gipuzkoa y Bizkaia". "Esas son las batallas que hemos ganado", añade.

Violencia callejera

Con respecto al fenómeno de la violencia callejera o kale borroka, Arnaldo Otegi entiende que forma parte de la respuesta que dan "algunos sectores de este país a determinadas expresiones de violencia por parte del Estado" y aboga por "contextualizar el fenómeno".

Concretando en acciones determinadas de la kale borroka, Otegi dice que Euskal Herritarrok no va a explicar públicamente su postura por medio de los medios de comunicación, sino que utilizarán "los canales adecuados para que determinadas acciones o determinados comportamientos se corrijan, que es algo en lo que siempre ha estado EH y lo sigue estando".

"Nosotros entendemos -añade- que hacer un debate sobre kale borroka en los medios de comunicación no conduce a nada y que son mejores y más eficaces otros canales para intentar corregir determinadas acciones que se están desarrollando en el país".

Pacto de Lizarra

Arnaldo Otegi asegura que EH quiere que sea posible recrear las condiciones que dieron lugar al Pacto de Lizarra, un acuerdo, que siempre estuvo abierto al PSOE, porque "era su lugar natural" en tanto que "allí estaba la mayoría de este país, pero también quienes habíamos combatido a Franco" en un momento en que "en España estaban los herederos políticos, incluso alguno biológico de los que habían sostenido la dictadura".

A quienes niegan que "haya que pagar un precio político por la paz" Otegi les recuerda que "lo que tiene un precio incalculable es la guerra, y que en definitiva paz es derechos en Euskal Herria, como paz es derechos en Palestina, como paz es derechos en Irlanda, y como paz es derechos en todo el mundo".

Considera, sin embargo, que "el Estado es incapaz de asumir eso, porque no nos vamos a engañar, tiene un grave problema estructural, que es que lleva 150 años haciéndose la pregunta de ¿qué es España?, y el Estado español sabe que se vertebra, fundamentalmente, por medidas más coactivas que de convencimiento".

La situación de los presos etarras

Otegi hace autocrítica "porque en los últimos tiempos no hemos sido capaces de plantear el tema de los presos dentro de la agenda política del país, y porque la cuestión ha quedado relegada a segundo plano".

Anuncia, sin embargo, la intención de EH de recuperar el tema de los presos y de sus derechos para que pase a primer plano. Recuerda que el Parlamento vasco ha sido sede de numerosas propuestas conjuntas con otras formaciones políticas y, anuncia la intención del grupo parlamentario de reactivar la cuestión en la Cámara de Gasteiz porque cree que "dar pasos en el tema del colectivo de presos políticos vascos es allanar el camino".