Aznar condiciona la renovación del Concierto vasco al respeto del actual marco estatutario

Para Aznar, las bases "claras y sólidas" sobre las que se asienta el Concierto Económico Vasco son la Constitución y el Estatuto de Autonomía, por lo que "no se pueden querer las cosas a conveniencia, a beneficio de inventario o por el capricho de una opción política", en clara referencia a las pretensiones soberanistas del PNV.

Aznar ha recordado, en respuesta a una pregunta del diputado popular Rafael Cámara, que para su Gobierno el Concierto Económico Vasco es una 'piedra angular' del autogobierno de esa Comunidad, y que la renegociación debe llevar a un Concierto "de duración indefinida y con un sólido anclaje europeo", que ofrezca mayor seguridad jurídica para las situaciones individuales y para los mecanismos de cooperación y arbitraje entre las administraciones.

El Concierto vigente caduca el 1 de enero de 2002. Su renovación es obligatoria por ley, pero para ello requiere el acuerdo previo de los Gobiernos central y vasco.

El PP rechaza contactar con el PNV tras el 13-M

Por otra parte, la posibilidad apuntada ayer por el secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, de dialogar con el PNV tras las elecciones siempre que éste abandone sus posiciones soberanistas ha suscitado inmediatas reacciones entre las filas del Gobierno y del PP, partido con el que los socialistas piensan hablar en primera instancia tras los comicios.

El secretario general del PP, Javier Arenas, ha querido alejar la posibilidad de un pacto con el PNV asegurando que el PSOE "no va a sorprendernos" con un acuerdo con el PNV y EA para gobernar. La aspiración del PP, según sus palabras, "no es un gobierno tripartito (con PNV y PSE) sino gobernar y que haya un cambio".

En la misma línea que Arenas se ha pronunciado el portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, quien ha considerado que integrar al PNV en el futuro Gobierno vasco significaría gobernar con los que han provocado la necesidad de un cambio en Euskadi.

"No hay ni la más mínima duda de que ese 'día después' -en referencia al 14 de mayo- no tiene ningún sentido hacer partícipes del cambio a aquellos que son los responsables de la necesidad del mismo, que es el PNV", ha declarado Cabanillas en Antena 3.

En declaraciones a EL PAÍS, Zapatero aseguró ayer que, tras las elecciones vascas del 13 de mayo, el PSE iniciará los contactos con el PP pero también expresó su disposición a dialogar con el PNV, en el marco de la Constitución y el Estatuto, partido al que advirtió de que 'tiene que asumir que cualquier proceso constructivo tiene que ser contando con el PP'.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ha reiterado la tesis de Zapatero y ha asegurado que el PP será "sin ninguna duda" el "socio preferente" para la formación de un nuevo Gobierno en el País Vasco tras el 13 de mayo, pero no ha descartado la posibilidad de incluir en ese Ejecutivo a independientes" y "nacionalistas moderados".

Caldera ha recordado que el propio candidato del PP a la lehendakaritza, Jaime Mayor Oreja, ha sido quien ha planteado la posibilidad de incluir a independientes y a nacionalistas moderados.

El dirigente socialista ha reclamado para el PP y para el PSOE "el protagonismo" del cambio en el País Vasco y, aunque ha reconocido que con Xabier Arzalluz al frente del PNV "es prácticamente imposible" alcanzar acuerdos pero ha pedido "no descartar la posibilidad" de incluir a cualquier partido que se comprometa con la Constitución, el Estatuto y la lucha contra ETA.

Caldera ha descartado "con rotundidad" que el pacto antiterrorista suscrito con el PP imposibilite alcanzar acuerdos postelectorales con el PNV, pues, a su juicio, se trata de "un pacto de valores y de principios que se pueden defender "en el Gobierno y en la oposición".

En cualquier caso, ha dado por hecho que el PP y el PSOE son quienes "mejor defienden esos valores", si bien ha asegurado que la idea socialista es ampliar el Gobierno a todas las fuerzas que defiendan la Constitución y el Estatuto.

Para Caldera, "si hubiera una rectificación a fondo, si hubiera una compartición de esos valores" por parte del PNV, "lo ideal" sería un Gobierno "fuerte, estable y no excluyente"; "de amplia base parlamentaria, que pusiera todos sus medios para combatir a ETA".