Tres años más de “presupuestos de guerra”: la Complutense mantendrá el 35% de recortes para pagar el préstamo a Ayuso
El rector obvia las carencias denunciadas por su comunidad y considera que su universidad es víctima de una “guerra política y mediática”

La Universidad Complutense (UCM) va a mantener durante tres años (2026-2028) un recorte del 35% en los gastos de las facultades para devolver a la Comunidad de Madrid el préstamo de 34,5 millones de euros. Este recorte no es nuevo. Se anunció en julio de 2024, primero de un 30%, “a fin de racionalizar y contener el gasto ordinario”. Se mantiene desde diciembre al 35% para frenar la sangría económica, pues el pasado año se cerró con un déficit de 33,19 millones. Esta prolongación de la tijera la ha anunciado la vicerrectora de Economía, Begoña García Greciano, en el consejo de gobierno que ha presidido este martes el rector Joaquín Goyache. Con esa partida, los decanos pagan materiales, se compran libros, se organizan actos o congresos o ayudan a pagar viajes a los científicos.
“Las nóminas nunca han estado en riesgo. Lo que no tenemos es la flexibilidad en caja que teníamos”, ha asegurado Goyache, en contra de lo anunciado por la Comunidad de Madrid en rueda de prensa. Pero tras mostrar la decana de Trabajo Social Aurora Castillo su “miedo” por perder su sueldo porque no tiene ahorros, él ha asegurado que tampoco los tiene. No ha trascendido el interés del préstamo que se pagará al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso. El decano de Historia ha afeado al rector que los responsables de las facultades no han visto el informe económico financiero. Goyache adelanta que en 2026 habrá “unos presupuestos de guerra” y se trabajará para que sean “los mejores” dentro de que serán “malos”.
Víctor Alonso, vicedecano de Asuntos Económicos de la facultad de Ciencias Políticas, recuerda que con este recorte del 35% en los gastos hay que ir decidiendo qué actividades de docentes y estudiantes mantener. Explica que suelen brindar de manera trimestral ayudas de financiación para viajes a congresos y publicaciones: “Hasta ahora no hemos querido recortar, pero estamos llegando a la última reunión trimestral y no nos queda dinero para abrir las ayudas en esta última comisión”. Dice que ahora la prioridad son “las actividades estudiantiles que se hacen cada año, como la gente de Antropología que va a Huesca a un festival de cine, que esto no se resienta y no se cargue todavía más en un estudiantado que está soportando las mayores tasas de todo el Estado que son las de esta comunidad”.
La UCM recibe para el capítulo 1 (transferencias corrientes) menos cuantía que hace 15 años. En 2010 ingresó por este concepto 427,1 millones, frente a los 412 millones de 2024. Con la gran diferencia de que entonces le quedaban tres millones de remanente y el año pasado un descubierto de 33,19 millones. “No dejamos de pagar a los proveedores. Antes éramos la administración que mejor pagaba. A 20 días. Ahora no”, ha reconocido Goyache, que ha obviado las carencias que está sufriendo su entidad. Cree que los medios están dando una visión tergiversada de la realidad. Que son víctimas de “una guerra política y mediática”.
Muchos trabajadores convocados por todos los sindicatos se han concentrado a la entrada del rectorado durante el consejo de Gobierno. Jesús Escribano, responsable de universidades de CC OO, cuenta entre el sonido de silbatos y cornetas que reclaman saber “cómo se está negociando el famoso préstamo, que no deja de ser un parche” y piden “que se mantenga un proceso de negociación que ahora mismo está parado y revisar la jubilación del personal”.
Escribano, llamado a una mesa sindical el 14 de noviembre, enumera problemas: “Estos recortes están calando en la compra de libros, compra de materiales para laboratorios, retrasos en los pagos, retrasos en ayudas a la investigación. La situación está cada vez peor y se va notando poco a poco”.
De los recortes da fe Susana Menéndez. Ella es técnico de laboratorio de Medicina desde hace 36 años. Cuenta que los laboratorios no tienen los medios necesarios. Les han cortado la adquisición de material, los alumnos tienen que compartir pipetas, decantadores, por ejemplo, y añade: “Tienes que ser muy creativa, te quedas sin material y tienes que sustituirlo”.
Javier del Río, catedrático de Física y presidente de la Junta de Personal Docente e Investigador, cuenta que “ha habido programas de innovación docente que no han podido continuar y convocatorias de grupos de investigación que tampoco”. A él le preocupa que los recortes salariales puedan afectar a “complementos de méritos docentes que se cobran hace mucho tiempo y a lo mejor ahora van a estar en cuestión”.
El descalabro en las instalaciones
La situación de partida para encarar el préstamo es pésima. La Comunidad dedica a “obra nueva y reformas” 11 veces menos que en 2007. Este 2025, la UCM ha recibido seis millones con este destino, frente a los 32 millones de la Universidad del País Vasco, que tiene 16.000 matriculados menos. Este es un capítulo presupuestario aparte. La idea inicial era entregar a la UCM 2,3 millones, pero la presión de los rectores ablandó al Ejecutivo, que el pasado diciembre incluyó en los presupuestos una enmienda de 3,7 millones para obras en a universidad pública más grande de España.
El vicedecano Alonso, del sindicato CGT, insiste en el problema en las infraestructuras: “Tenemos calderas en nuestra facultad cuya vida útil terminó en 1998, que emiten muchísimo gas y técnicamente podemos cambiarlas. ¿Cuál es la respuesta de siempre? No tenemos dinero. A pesar de que la LOSU [Ley Orgánica del Sistema Universitario, 2023] dice que hay que financiar infraestructuras verdes”.
En su contra juega el dinero recaudado con las matrículas, porque va perdiendo alumnos. Y no es porque los jóvenes no quieran estudiar allí, sino porque los expulsa en muchos grados por no contar con profesores e instalaciones suficientes para abrir más grupos. Quien puede costeárselo acude como segunda opción a una universidad privada. Pronto habrá 14. “En Madrid está en juego un modelo en el que un estudiante, independientemente de su capacidad económica, puede llegar a donde quiera”, ha sostenido el decano de Físicas Ángel Gómez.
La Complutense, por ejemplo, ha estado dejando alguna plaza sin cubrir de Medicina por no poder garantizar una enseñanza de gran calidad a la que no quiere renunciar. Por contra, la UCM como la universidad generalista que es, acoge grados de Humanidades sin mucha demanda, a los que un país no puede rechazar por ser la base de la cultura.
La Comunidad, por su parte, está “ultimando el expediente administrativo entre las consejerías de Hacienda y Educación para hacer frente a obligaciones con terceros” a través del crédito, explicó el pasado miércoles su consejero portavoz, Miguel Ángel García. Y añadió: “Desde que Isabel Díaz Ayuso es presidenta [2019], ha habido un crecimiento del 19%. Anticipo que en los próximos presupuestos habrá un incremento importante”. Efectivamente, los ingresos se desplomaron con la crisis de deuda entre 2011 y 2014, y desde entonces han subido, pero tan lentamente que la UCM aún recibe de la Comunidad para nóminas y suministros menos dinero que hace 16 años.
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