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¿Ayudar en los deberes escolares? Casi siempre resulta contraproducente

La implicación de los padres es negativa si usan estrategias distintas al docente o si directamente asumen las tareas, según un estudio de distintas universitades con casi 380.000 participantes

Dos niñas hacen los deberes del colegio en su casa, durante la pandemia de covid-19.
Dos niñas hacen los deberes del colegio en su casa, durante la pandemia de covid-19.©Jaime Villanueva

La implicación de la familia en los deberes escolares de los hijos solo es positiva si fomenta la autonomía del alumno, pero resulta contraproducente si se empeña en usar estrategias distintas al docente, se ciñe a controlar el tiempo o directamente asume las tareas. Así se desprende del mayor estudio mundial llevado a cabo por científicos de las universidades de Misisipi, en Estados Unidos; de Bohai, en China, y de Oviedo, además del Centro de Neurociencia Cognitiva y Cerebral de Liaoning, en China. Se basa en el análisis de investigaciones de los últimos treinta años, con casi 380.000 participantes.

El catedrático de Psicología Educativa de la Universidad de Oviedo, José Carlos Núñez, ha explicado en una entrevista con Efe que la ayuda de los padres en las tareas escolares solo es relevante en primaria, cuando los alumnos tienen entre seis y 12 años, y no así en secundaria o bachillerato.

Los resultados no varían en función de las materias, según el catedrático, que investiga sobre los deberes escolares desde principios del 2000. “En general, siempre se pensó que en asignaturas como Matemáticas podría ser más importante la implicación de los padres, pero no es así, en todas las materias es igual”, añade.

Un 25% de las niñas y un 34% de los niños españoles de 11 años dicen sentirse presionados por los deberes, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud. El porcentaje sube con la edad: un 55% a los 13 años y un 70% a los 15. Estas cifras sitúan a España como uno de los países donde la juventud percibe una mayor presión derivada de estas tareas.

A nivel global, detalla Núñez, “las conclusiones generales del estudio muestran un efecto negativo en el rendimiento académico, pero la conclusión no es ‘padres no ayudéis’, esto no es así, porque hay que tener en cuenta múltiples dimensiones”. La cooperación resulta negativa o nula si no está centrada en fortalecer la autonomía del alumno, en apoyar sus ideas y su motivación y en atender las emociones de los hijos, su ansiedad y estrés, añade el psicólogo.

No entorpecer al profesorado

De acuerdo con el catedrático de la Universidad de Oviedo, “más que la cantidad, lo importante es la calidad, y esta siempre está relacionada con ayudar a la autonomía, confiar en ellos, estar atentos a su motivación, intentar que estén ilusionados y que vean que es relevante que hagan sus deberes”.

Núñez aboga por hacer “estudios de intervención para intentar enseñar a los padres a aprender a dar independencia a los niños desde muy pequeños, a aliviar su estrés y ansiedad y a no esperar que sus hijos vayan mal en la escuela” para trabajar con ellos y ejercer más control.

Con independencia de este estudio, el catedrático considera que el profesorado debe plantear “la cantidad justa de deberes”. “No por poner muchos va a ser mejor; deben estar ajustados a las necesidades de los alumnos, mejor diseñados se consigue más. Igual ocurre con los padres, no es mejor que les expliquen los deberes ni que estén muchas horas con ellos”, razona Núñez.

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