Pablo Casado: el ángel caído de la política que supo detectar el bum militar

Hace tres años que Pablo Casado (Palencia, 1981) se vio forzado a dejar su puesto de presidente del Partido Popular —el primero elegido en un proceso de primarias tras ganar el pulso a Soraya Sáenz de Santamaría— y poco después, su escaño. Desde entonces, Casado renunció a toda actividad política, decidido a ser, según fuentes de su entorno, “el expolítico perfecto”, y mantuvo un silencio que no ha roto todavía. De hecho, Casado declina con amabilidad, pero con firmeza, todas las ofertas de entrevistas que se le hacen, y las personas cercanas a él o que han compartido con él espacios durante su etapa en la política tampoco quieren hacer declaraciones de manera pública con nombres y apellidos.

Sin embargo, desde el momento en el que Casado puso un pie fuera de los pasillos de la política, renunciando a los cargos en fundaciones y consejos de administración normalmente reservados a expolíticos, decidió aprovechar la experiencia adquirida en su etapa anterior, especialmente en los ámbitos de las relaciones internacionales y de la Defensa, para poner en marcha sus propios proyectos profesionales. “Pablo [Casado] no ha aceptado nada de lo que se le ha ofrecido desde que renunció”, explica un miembro del PP que trabajó con él en asuntos internacionales y que pide mantenerse en el anonimato. “Fue él quien se empeñó en poner en marcha algo que fuera suyo, no un favor concedido por otros, buscando a la gente por su cuenta y apostando su propio dinero en ello”.

Ese proyecto personal de Casado es el fondo de capital riesgo Hyperion Fund, al que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio luz verde el pasado 2 de enero y cuyo objetivo son las inversiones en ciberseguridad, industria aeroespacial y otras ramas de Defensa y tecnología en Europa, con especial atención a las pymes españolas. El compromiso del expolítico es no usar el dinero que recauden de clientes para invertir en armamento o municiones letales, aunque sí en otras industrias vinculadas al negocio de la Defensa.

En el folleto registrado ante el supervisor bursátil, el fondo Hyperion se define a sí mismo como “el vehículo de inversión privado más grande de Europa dedicado a la Defensa” y apuesta por el impulso, no solo de las grandes empresas europeas del sector, sino también por el de las pymes españolas dedicadas a tecnologías relacionadas con la ciberseguridad, los sistemas de sensores, la fabricación mecánica de alta precisión, el sector aeroespacial o la inteligencia artificial (IA), especialmente la de sistemas expertos y otros tipos de tecnologías denominadas de “doble uso”, esto es: que pueden tener usos tanto civiles como militares.

La gestora de este fondo es Singular Asset Management, perteneciente al banco español Singular Bank, entidad liderada por el ex consejero delegado del Banco Santander Javier Marín, y el inversor principal es el family office Nortia Capital Fund, propiedad del expresidente de Cirsa, la multinacional de las tragaperras y otras plataformas vinculadas con el juego, Manuel Lao.

Los socios de Casado en este proyecto son Ricardo Gómez-Acebo Botín, nieto de Emilio Botín y que se mostraba “muy orgulloso” y “con muchísimas ganas de aportar nuestro granito de arena al tejido tecnológico e industrial español”, según declaró en una publicación que hizo en su cuenta de la red social LinkedIn; Joaquín Ortiz Escobar, exmiembro del gabinete de Pedro Morenés cuando este era ministro de Defensa, y muy relacionado con la industria militar y aeroespacial española; José Antonio Bartrina, director general de la consultora de defensa Argos y exsecretario de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio (Tedae); y Daniel Lorrain, proveniente del mundo de la banca de inversión, además de compositor, guitarrista y componente del grupo de rock alternativo Avalistas Defenestrados.

Consejeros de alto nivel

Además, el comité asesor internacional de Hyperion incluye, entre otros, al ex primer ministro de Dinamarca, ex secretario general de la OTAN y presidente del grupo de trabajo del presidente de Ucrania, Anders Fogh Rasmussen, y a la exministra de Defensa, de Asuntos Exteriores, de Justicia y de Interior de Francia, Michèle Alliot. También cuenta con figuras más o menos mediáticas, como el empresario hispano-argentino Martín Varsavsky, fundador de Jazztel y Ya.com, y otros inversores expertos en descubrir unicornios —start-ups valoradas en más de 1.000 millones de dólares—, como Ilan Leiferman, Nicole Junkerman y Richard Hurowitz.

Desde su fundación, Hyperion Fund ha desplegado una actividad frenética, estando presente en foros internacionales relacionados con la industria de Defensa y eventos organizados por la OTAN. En esta intensa presentación en sociedad, sin embargo, se ha limitado al máximo la exposición pública de Casado, que rechaza cualquier clase de protagonismo en favor de sus socios y colaboradores, que insisten en que el expolítico desea que “Hyperion tenga personalidad propia y no sea conocido como el fondo de Casado”, aunque también reconocen que la experiencia y contactos del expresidente del PP han sido claves a la hora de formar equipo y de moverse a escala internacional.

“Aunque al principio ha habido gente que no se ha tomado en serio a este fondo, pensando que era un entretenimiento para expolíticos y la jet-set financiera, han demostrado tener las cosas muy claras en muy poco tiempo”, explica Daniel Garrido, economista y asesor de inversiones. “Hay que reconocerles que, ya sea por suerte, por contactos, o por saber leer la tendencia de estos tiempos, han acertado de pleno con el sector”. añade. Garrido no se atreve a pronosticar cifras de rentabilidad de las inversiones de Hyperion, pero cree que serán “positivas”. El fondo afirma en sus comunicados que espera obtener rentabilidades del 20%. Gestores de otros fondos afirman que no es una cifra fuera de lo razonable, pero que es más un objetivo que un pronóstico seguro, y más tratándose de capital riesgo donde las inversiones son a medio y largo plazo (con un periodo mínimo de permanencia en el accionariado de las empresas que oscila entre los siete y ocho años). En cualquier caso, valoran, la presencia de Casado en este fondo sería más para usar sus contactos como comercial, que por su experiencia en el mundo de la banca de inversión. El expolítico es licenciado en Derecho, pero desarrolló casi toda su carrera profesional en el PP.

Sea por la razón que sea, Hyperion logró alcanzar sus objetivos máximos de financiación el pasado 8 de enero, al conseguir más de 150 millones de euros que ya parecen tener destino, al menos en su cuarta parte, pues desde Hyperion se señala que ya tienen aprobadas diferentes ofertas de adquisición de participaciones en diferentes empresas. De hecho, hace solo unas semanas se supo que el fondo está negociando la compra de la empresa de aviación ejecutiva Gestair, que también es contratista del Ministerio de Defensa español, encargándose del mantenimiento de aeronaves como los famosos Dassault Falcon 900 usados en el traslado de autoridades y los Airbus A310 del Ejército del Aire y del Espacio, así como de la empresa canaria

Brok-air Aviation Group, también dedicada al mantenimiento de aviones y la formación aeronáutica. Fuentes de Hyperion confirman que no es la única gran operación en marcha por parte de su entidad, pero “por prudencia y respeto a las otras partes” prefieren guardar silencio acerca de ello hasta que haya acuerdos firmes que puedan ser anunciados.

Si España, junto a otros países europeos, ya había expresado la intención de reindustrializarse y de aumentar las inversiones en Defensa, aprovechando los fondos europeos Next Generation, el anuncio por parte de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de que se iban a movilizar hasta 800.000 millones de euros para rearmar a los países de la UE ha terminado por decantar el interés de los sectores público y privado hacia todo lo relacionado con la industria militar. Esa financiación podrá usarse para compras conjuntas —defensa aérea y antimisiles, sistemas de artillería, misiles y municiones, drones y sistemas antidrones, inteligencia artificial y guerra electrónica— y para apuntalar grandes proyectos paneuropeos, precisamente la clase de proyectos en los que Hyperion ya estaba o deseaba estar presente.

“Lo que para otros serían malas noticias, para Casado y sus socios ha supuesto acertar en toda la diana”, reflexiona Javier Ruiz, sociólogo y consultor en innovación, “poca gente podía pronosticar que la inestabilidad derivada del segundo mandato [al frente de la Administración de EE UU] de [Donald] Trump se iba a traducir en movilizar unas cantidades que solo habíamos visto en la crisis provocada por la covid”. Aunque Ruiz quita importancia al hecho de que Casado y algunos de sus socios hayan tenido puestos políticos en el pasado. “Expolíticos hay en todas las grandes empresas y en otros fondos, pero la idea de hacer un fondo así la ha tenido primero Casado”.

Menos positiva es la valoración de fuentes del sector financiero, que piensan que el tamaño de Hyperion es “minúsculo” para el segmento al que se dirige. Por eso, sus críticos no dan al fondo una vida más allá de los próximos cuatro años, especialmente si entidades más grandes de capital riesgo deciden invertir en Defensa. Y es que el movimiento del mundo del dinero hacia este negocio en este sentido no ha hecho nada más que empezar: a principios de marzo, Nazca Capital anunció la creación de un gran fondo especializado en este sector, con un tamaño de 400 millones de euros.

La actividad de Casado no se limita solo a Hyperion Fund. El expolítico fue nombrado en julio de 2024 presidente en España de DataSection, una empresa japonesa dedicada a la construcción y gestión de centros de datos, la inteligencia artificial (IA) y el almacenamiento en la nube. Dos meses después de este anuncio, DataSection realizó una inversión de 500 millones en Puertollano para construir, junto a Solaria, un gran centro de datos dedicado a IA. En el acto de la firma del convenio estuvieron presentes Enrique Díaz-Tejeiro, presidente de Solaria; el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Ruiz, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Asistieron igualmente representantes de la Embajada de Japón en España. Y una vez más Casado evitó el protagonismo en apariciones institucionales o públicas, dejando la representación de DataSection en manos de su consejero delegado global, Norihiko Ishihara. Aun así, Casado estuvo presente en los discursos, pues García-Page, además de agradecer a DataSection ser “solvente y fiable”, quiso destacar el “compromiso con el país” de Casado al haber conseguido atraer “grandes inversiones” en España y en Castilla-La Mancha.

“Estar donde hay que estar”

De nuevo el expresidente del PP estaba “donde hay que estar”, según Garrido. “Mientras ha habido grandes empresas españolas que han invertido en centros de datos para luego malvenderlos por no entender la importancia que iban a tener, la necesidad de Europa de ser menos dependiente de Estados Unidos y tener un servicio en la nube [cloud computing] soberano, o que no pueda ser intervenido arbitrariamente por terceros países, hace que los data centers sean más relevantes que nunca, por pura necesidad de una infraestructura que cada vez tiene mayor demanda”.

“Pablo [Casado] ha sido despreciado y minusvalorado intelectualmente de manera muy injusta”, afirma una persona que trabajó en la Fundación FAES durante su mandato. “La política te da oportunidades para aprender y crecer”, reflexiona, “y aquí hay algunos y algunas que se niegan a aprender, que creen que tienen talento natural, como si fueran youtubers”. Casado, por el contrario, habría demostrado “su capacidad de crecer y de aprovechar lo aprendido”.

El expolítico sabe que el sector de la Defensa y toda la industria auxiliar están de moda y aprieta el acelerador para descubrir empresas con potencial. Sin ir más lejos, esta misma semana, Pangea Aerospace, una start-up con sede en Barcelona y Toulouse especializada en el desarrollo de sistemas de propulsión para el sector aeroespacial, ha recibido una inversión de 23 millones de euros en su ronda de financiación liderada por Hyperion Fund.

La aportación de estos fondos permitirá a Pangea fortalecer sus capacidades de fabricación, integración y pruebas, avanzando en el desarrollo de tecnologías estratégicas que permitan garantizar la soberanía nacional y europea, “en un momento clave a nivel mundial”, según explicaban fuentes de la compañía en un comunicado. Junto al fondo de Casado, la ronda de financiación de la start-up catalana ha sido respaldada por sus inversores actuales, CDTI Innvierte y el fondo italiano Primo Space. Además, se ha sumado el inversor y ex consejero delegado del gigante militgar francés Ariane Group, André-Hubert Roussel.