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Del acero a los colegios de élite: la estrategia inversora de la familia March

Banca March es la única entidad financiera española que, casi 100 años después de su creación, sigue completamente en manos de los descendientes de su fundador. La saga saca de Bolsa a su brazo inversor, Corporación Financiera Alba

Banca March
Rótulo de Banca March en un edificio de propiedad de la Corporación Financiera Alba, en la Plaza Pablo Ruiz Picasso en Madrid.Panther Media GmbH (Alamy / Cordon Press)
Fernando Belinchón

La familia March, una de las más ricas de España, tiene en Corporación Financiera Alba su brazo inversor. Este vehículo pronto dirá adiós a la Bolsa, tras una andadura que se remonta a mediados de los años cincuenta del pasado siglo. Pero la vida (y los negocios) sigue más allá del parqué para este clan mallorquín ya que, en paralelo a la opa de exclusión, Alba ha anunciado una gran apuesta por la educación con la compra de un paquete accionarial por valor de 600 millones de euros en Nord Anglia, una cadena de colegios privados de élite.

Con intereses en sectores tan variados como el del acero, la alimentación o la ingeniería, la riqueza de los March comenzó con los extremos negocios de Juan March Ordinas. Él fue el fundador del banco que hoy sigue dando réditos a sus descendientes. Por tamaño de balance, Banca March y sus activos, 21.440 millones de euros a finales del primer semestre de 2024, están muy por debajo de los del resto de entidades financieras españolas. Con todo, pese a esta menor talla, casi 100 años después de su creación es el único banco español que sigue todavía completamente en manos de la familia que lo fundó.

Pero más allá del banco, la otra joya de la familia es Alba. Originalmente, esta corporación era una cementera, pero la venta de este negocio en 1986 fue el pistoletazo de salida a su función actual de cajón de inversiones. Al igual que sucede con el banco, la práctica totalidad de la propiedad de Alba sigue en manos de los March, lo que ha motivado su futura exclusión bursátil. No solo les aporta dinero, también influencia. Su vehículo inversor convierte a este linaje en uno de los pocos grandes músculos financieros españoles para jugar fuerte en el panorama industrial. A través de Alba, están actualmente presentes en algunas de las principales empresas del país. Acerinox, Cie Automotive, Ebro Foods, Viscofan, Colonial o Naturgy son algunas de las que componen su cartera.

En total, sumando el valor de todas las participaciones que poseen tanto en compañías cotizadas como no cotizadas, inmuebles y otros vehículos de inversión, a finales del primer semestre de 2024, Alba tenía activos valorados en 5.578 millones de euros. Durante ese mismo periodo, generó beneficios por valor de 92 millones.

En su faceta como inversores, el estilo de los March es poco frecuente. Según detallan fuentes próximas a la compañía, su principal elemento diferencial es que tienen una política de invertir a largo plazo en sociedades cotizadas y no cotizadas. Practican una diversificación del riesgo con la que ninguna posición puede superar el 25% del valor total de sus activos. Prefieren compañías con fuerte exposición a mercados internacionales y optan por tomar participaciones minoritarias que van del 10% al 20%, lo suficiente para estar en los órganos de gobierno de las empresas. Entre los elementos que más gustan a los March está el que la empresa esté capitaneada por un “sólido equipo directivo”, que sea líder del sector, que tenga potencial de crecimiento y que cuente con un bajo endeudamiento.

Nord Anglia, la última de sus apuestas, también habla de su forma de ver los negocios. A mediados de enero, Alba anunció que había invertido en alianza con inversores internacionales de primer nivel casi 600 millones para comprar el 6% del grupo. Fundado en 1972 y con oficinas centrales en Londres, Nord Anglia es uno de los líderes mundiales en educación privada, con 80 colegios en 33 países y más de 85.000 estudiantes. En España tiene dos centros en Madrid y Barcelona.

Al anunciar la operación, Alba aseguraba que con ella conseguía profundizar en su “estrategia de invertir en empresas internacionales líderes en su sector, con una elevada solidez financiera y un notable perfil de crecimiento y rentabilidad a largo plazo, siempre junto a socios de primer nivel”.

Tras la incorporación de Nord Anglia a la cartera de la corporación, la larga trayectoria bursátil del vehículo de los March se acerca a su fin. Carlos March, presidente y principal accionista con el 21% del capital, ha lanzado con el visto bueno de toda la familia una opa para sacar de la Bolsa al brazo inversor. En total, entre familia y autocartera, el apoyo a la oferta representa al 94,94% del accionariado. Los March decidieron apostar por la exclusión bursátil ante la escasa liquidez del valor y la alta concentración de las acciones en sus manos, lo que, a su juicio, lastraba la valoración que el mercado venía otorgando a la compañía.

Ecuación de canje

El día previo a poner en precio la oferta de exclusión, la acción de Corporación Financiera Alba valía 46,9 euros, lo que le otorgaba una capitalización de 2.828 millones de euros, muy por debajo del valor de los activos. Con una oferta pagadera en efectivo de 84,2 euros por título, la prima de esta oferta es del 78,8%, mientras que el valor total de la empresa rondaría los 5.000 millones de euros. Los minoritarios podrán quedarse en Alba si así lo desean, y “mantendrían los mismos derechos económicos y políticos”, aunque eso sí, en una sociedad no cotizada, con lo que sus acciones serían más difíciles de vender.

Las fuentes consultadas explican que los March no han planeado un giro de timón con motivo de la exclusión bursátil de Alba. Ni en el consejo de administración, ni en su política de dividendos, ni tampoco en la estrategia que ha convertido a la entidad en lo que es hoy. “No se prevé ningún cambio como consecuencia de la exclusión en su estrategia de inversión, en su cartera de participadas o en la gestión de las mismas. En línea con la filosofía global del Grupo Banca March, continuará su actividad inversora en busca de proyectos sostenibles y responsables social, medioambientalmente y con el buen gobierno”, concluyen. Puede que el parqué diga adiós a la familia, pero no parece que ella renuncie a seguir buscando empresas en las que entrar con su dinero. Y quedarse dentro con su característica paciencia.

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.
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