Matt Garman (Amazon Web Services): “España es absolutamente clave e ideal para invertir”
El director de la división que más beneficios reporta a Amazon resalta la localización del país y su entorno “regulatorio favorable” para atraer capital como los 15.700 millones que anunció la compañía en Aragón
Será un negocio de 1.000 millones de dólares. Eso es lo que le dijo Matt Garman a un amigo suyo, hace 18 años, cuando este le preguntó por la nueva división que acababa de lanzar la compañía dirigida por Jeff Bezos, denominada Amazon Web Services (AWS). “¿Mil millones? Eso es bastante grande, ¿estás seguro?, me preguntó mi amigo. Yo le dije que sí, si ejecutamos bien el plan podríamos llegar a eso. Bueno, ahora somos un negocio de 105.000 millones de dólares”, cuenta entre risas el consejero delegado de AWS, Matt Garman, en una entrevista por videollamada con EL PAÍS, la primera que da a un medio de habla hispana desde su nombramiento el pasado mayo. “Dejé de intentar predecir dónde está el techo de nuestra compañía hace tiempo, pero creo que podría ser un múltiplo de lo que somos ahora”, afirma Garman.
AWS, la rama de negocio dedicada a la actividad en la nube y los centros de datos de Amazon, es la división que más ganancias reporta al gigante tecnológico que hoy dirige Andy Jassy. En 2023, AWS se anotó 24.600 millones de dólares (unos 22.000 millones de euros al cambio actual) en beneficios antes de intereses e impuestos, cuando el conjunto de Amazon ganó 36.900 millones (33.000 millones de euros), y su facturación ascendió a 90.800 millones (81.400 millones de euros), un 13% más que el año precedente. Semejante tamaño le permitió protagonizar en mayo de este año el anuncio de la mayor inversión extranjera en la historia de España: 15.700 millones de euros que destinará hasta 2033 a la ampliación de sus instalaciones en Aragón y así crear la mayor megarred de centros de datos del sur de Europa. Desbancó a los 10.000 millones que el grupo Volkswagen y sus socios industriales de la alianza ‘Future: Fast Forward’ anunciaron en 2022, para convertir a España en el centro de producción europeo de coches eléctricos compactos del consorcio alemán.
“Hay varias razones [para haber elegido a España]. Construimos una región cloud aquí y vimos un interés significativo por parte de los clientes. Además, creo que hay un ciclo muy positivo en el entorno regulatorio y operativo en España, lo cual es muy beneficioso. Hemos desarrollado una gran asociación con el país, los reguladores y las comunidades locales donde operamos, lo que nos ha permitido avanzar rápidamente y ofrecer una infraestructura excepcional para nuestros clientes. Además, España está muy bien ubicada en el mundo, en el centro de Europa, con muchos de nuestros clientes allí, y también tiene una baja latencia y gran conectividad con Estados Unidos y otras áreas. Desde el punto de vista de la ubicación, España está óptimamente situada, y la combinación de una excelente asociación y un entorno regulatorio favorable hace que sea un lugar ideal para invertir (...) España es un país absolutamente clave para Amazon Web Services”, explica Garman. Ante la pregunta de si la compañía tiene planes de otras inversiones en el país, si bien el directivo sonríe (“¿aparte de los 15.000 millones?”, pregunta con ironía), Garman asegura que AWS “va a seguir impulsando la innovación global en inteligencia artificial y la migración a la nube, y España es un socio crucial en ese camino”.
La inteligencia artificial, una mina de oro
La compañía tiene buenas perspectivas de crecimiento para los años venideros gracias a la nube y la inteligencia artificial generativa, que aún están lejos de haber desarrollado todo su potencial. “Según las estimaciones, el 85% de las cargas de trabajo aún no operan en la nube, y creemos que hay una gran oportunidad para que este negocio siga creciendo a medida que más personas se mudan a la nube y la IA generativa expanda el panorama informático”, indica el directivo, que admite que el año pasado hubo una desaceleración en el crecimiento del negocio. “El mundo estaba preocupado entonces por la recesión y los problemas económicos. Muchos de nuestros clientes nos pidieron ayuda para reducir costos. Nuestra filosofía en AWS es construir la nube de modo que los clientes puedan crecer rápidamente cuando lo necesiten, y si necesitan reducir su huella, también puedan hacerlo sin quedarse atados a capacidades fijas. Así que el año pasado ayudamos a muchos clientes a optimizar sus costes, reduciendo sus facturas. Aunque no es algo que muchas otras empresas de tecnología hagan, trabajamos con ellos para ajustar cargas y reducir gastos. Esto afectó al crecimiento durante un tiempo, pero en los últimos tres o cuatro trimestres el crecimiento ha vuelto a acelerarse”, explica.
La inversión en España no es la única que está haciendo la compañía, que está realizando un esfuerzo para incrementar su infraestructura en todo el mundo, como el nuevo centro de datos que acaba de inaugurar en Malasia o el que pretende lanzar en Taiwán. “Concretamente en Europa anunciamos una nube soberana europea, ya que allí hay muchas preocupaciones sobre la soberanía de los datos y dónde pueden almacenarse, además de quién tiene acceso a ellos. Por eso estamos construyendo una nube donde todas las operaciones y todos los datos, incluidos los metadatos y demás, estarán completamente dentro de la UE. Estamos trabajando activamente en ello, y es una gran inversión para nosotros, particularmente para cargas de trabajo gubernamentales y para industrias reguladas que requieren ese nivel de control y regulación”, señala el consejero delegado de AWS.
“Desde la perspectiva del producto, también estamos haciendo inversiones significativas, como nuestro chip de silicio. AWS no solo utiliza chips de Intel, AMD y Nvidia, sino que también fabrica su propio silicio personalizado. Nuestro procesador, Graviton, está ya en su cuarta generación y ha sido un gran éxito entre los clientes. Han visto que pueden realizar las mismas cargas de trabajo un 20% más rápido, con un costo de entre un 20% y un 30% más bajo, y además consume alrededor de un 40% menos de energía. Es una plataforma muy emocionante a la que muchos de nuestros clientes han migrado”, indica el directivo.
El miedo a la destrucción de empleo por la irrupción de la IA
Diversos estudios, como el publicado por Randstad Research en febrero, alertan de una posible destrucción de empleo por el desarrollo de la inteligencia artificial. En el caso del informe de Randstad, este estimó que en España, hasta 2033, la expansión de esta tecnología supondrá la creación de 1,61 millones de puestos de trabajo y se destruirán unos dos millones, lo que supone un saldo negativo de 400.000 empleos. Garman no opina lo mismo. “Cuando hay una innovación tecnológica o una disrupción, lo que ocurre es que, en muchos casos, la fuerza laboral no experimenta mayores niveles de desempleo, sino que adquiere nuevas habilidades y realiza trabajos de mayor valor. Si retrocedemos en el tiempo, la invención de la calculadora no significó que todas las personas que hacían cálculos manuales quedaran desempleadas de repente. Simplemente, significó que pudieron hacer otras cosas”, argumenta el directivo, que resalta que una de las prioridades de AWS es “reeducar” a sus trabajadores para ayudarles en la transición a nuevas funciones en sus puestos de trabajo.
“Ayudar a las personas a aprender nuevas habilidades es parte del mundo moderno y de la evolución tecnológica. Esa mayor eficiencia y generación de valor significa que habrá más dinero y riqueza para todos, y que las personas estarán haciendo trabajos más satisfactorios y mejor pagados, en lugar de tal vez realizar tareas menos interesantes que, de todas formas, las personas no quieren hacer y que podrían ser reemplazadas por IA”, remata.
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