Pablo Carro (Playtomic): “La clave del éxito del pádel es su aspecto social”

Muchos negocios millonarios surgen de ideas aparentemente sencillas. En 2017, tres amigos emprendedores, Félix Ruiz, Pedro Clavería y Pablo Carro, vieron un nicho por explotar en su deporte favorito: el pádel. Crearon una aplicación a la que bautizaron con el nombre de Playtomic a través de la cual los usuarios pueden reservar pista y estar en contacto con otros jugadores. Hoy, esta app tiene 1,2 millones de usuarios mensuales activos en 52 países. Son cifras considerables, pero Carro (Madrid, 1981) cree que el margen de crecimiento todavía es altísimo.

Pregunta. Le he de reconocer que nunca he jugado al pádel. ¿Por qué debería probarlo?

Respuesta. Es un deporte inclusivo. Muy pocos quedan al margen de su práctica por su condición física. Hay dos componentes que lo hacen atractivo. Es una actividad muy divertida donde nivel de los jugadores no importa tanto como en otros juegos para pasarlo bien. Además, fomenta las relaciones sociales. El aspecto social, es decir, el hecho de quedar con amigos o desconocidos a jugar, es la fuerza motriz detrás del éxito de este deporte.

P. ¿Cree que una barrera de entrada es el hecho de que mucha gente lo vea como algo elitista, para gente pija?

R. Es verdad que el pádel se inventó en México por varios aristócratas. Pero hoy en día es un deporte global e inclusivo. El gran bum llegó tras la pandemia cuando celebrities como Gianluca Vacchi, Eva Longoria o Zlatan Ibrahimović lo impulsaron mediante vídeos que fueron virales. Eso tiene que ver más con la cultura de las redes sociales que con que sea un deporte elitista. De hecho, con una pala de 70 euros tienes suficiente para empezar a jugar.

P. El último informe de PwC sobre el sector habla de un mercado potencial de 6.000 millones en 2026. ¿Cuáles son los motores de este crecimiento?

R. En los últimos tres años la industria se ha profesionalizado con la entrada de fondos de inversión y de marcas multinacionales que usan la tecnología como la base de sus negocios. Sin embargo, insisto en que el principal motor es que es un deporte divertido que fomenta las relaciones sociales. En este sentido, la clave del éxito de Playtomic es que hemos entendido muy bien la esencia de este deporte.

P. ¿Por qué España es una potencia?

R. Somos uno de los países que lo adoptaron en sus inicios. Llevamos una trayectoria de 25 años apoyada por las federaciones y los organizadores de torneos. Además, tenemos a algunos de los mejores jugadores del mundo. Hay países que están despertando ahora, pero llegar al nivel de España necesitan tiempo para consolidar las infraestructuras y el número de clubes.

P. ¿Por qué no es aún un deporte olímpico?

R. A nuestros clientes, que son amateurs, el hecho de que lo sea o no les da lo mismo. Sí es verdad que para cualquier industria deportiva contar con el sello olímpico es bueno porque atrae inversiones y mejora su reputación. En ese sentido, a todos nos gustaría ver al pádel en unos Juegos, pero es solo una cuestión de tiempo.

P. Como sucede con otros deportes, el pádel empieza a recibir inversiones de los países del Golfo. ¿Cómo pueden los petrodólares cambiar esta industria?

R. Es una región en la que ya hay una actividad relevante en torno al pádel. Ahora, desde el punto de vista profesional, son países que están invirtiendo en el deporte. Sin embargo, como empresa que se centra en el negocio amateur lo que nos interesa es que la adopción sea alta, que se juegue más. En estos países el esfuerzo que hay que hacer para que los clientes jueguen y socialicen nos cuesta más por factores culturales e incluso climáticos.

P. Playtomic se fundó hace siete años. Desde entonces, su crecimiento ha sido muy importante. ¿En qué momento está la compañía y qué objetivos se han marcado a medio plazo?

R. Con el crecimiento que proyecta el pádel en países donde su implantación aún es baja como el Reino Unido, Alemania, Francia, Estados Unidos o Asia estamos entusiasmados con las posibilidades de crecimiento que hay. Vamos a intentar aprovechar este entorno potencial como lo hemos hecho en los países donde ya tenemos una fuerte implantación. En este sentido, el mercado ofrece la posibilidad de crecer a tasas anuales del 40 o del 50%. Además, como empresa líder en el segmento de la tecnología para el deporte, sentimos la responsabilidad de que los mercados en desarrollo adopten el pádel.

P. Las últimas cuentas de Playtomic en el registro son de 2022, año en el que lograron unas ventas del 95 millones de euros y unas pérdidas de casi 15 millones. Teniendo en cuenta las tasas de crecimiento de los últimos años, los ingresos ya deben rondar los 200 millones. ¿Se han marcado un horizonte para entrar en beneficios?

R. Hay que tener en cuenta que nosotros somos lo que se denomina como un market place, es decir, que la mayor parte de la facturación no es nuestra sino de los 5.500 clubes que trabajan con nosotros. Playtomic obtiene sus ingresos básicamente por dos vías: por un lado, los usuarios pagan una pequeña comisión por poder reservar pista a través de la aplicación; por otro, cobramos a los clubes que usan nuestro software para gestionar su negocio. Ya somos una compañía rentable desde el punto de vista del ebitda [resultado de explotación], lo que pasa es que estamos en plena fase de expansión internacional. Es probable que nos volvamos a capitalizar para financiar ese crecimiento y contratar más talento, más ingenieros.

P. En 2021, Playtomic cerró una ronda de financiación de 61 millones de euros que estuvo liderada por el fondo GP Bullhound. ¿De qué cifra estaríamos hablando para esa nueva ronda?

R. Es algo que está todavía sometido a debate. Dependerá mucho de nuestros planes de crecimiento y la velocidad a la que queramos conseguir los objetivos. Como a día de hoy tenemos beneficio operativo y no necesitamos ese dinero para soportar la operativa del día a día estamos midiendo mucho los pasos para establecer el tamaño de la próxima ronda de financiación.

P. Todo emprendedor quiere poder pilotar el crecimiento de su proyecto. Sin embargo, llega un momento en el que el negocio coge altura y muchos se plantean dejar la compañía. ¿Será ese su caso?

R. Nuestra empresa tiene mucho recorrido porque está dentro de una industria que no está madura, no es un sector en el que te plantees la desinversión porque no da para más. Aquí está todo por hacer. Como emprendedores, con el desgaste que conlleva, a lo mejor llega un momento en el que a alguno de nosotros nos toca dar un paso a un lado, pero la realidad es que el recorrido que tiene la compañía por delante es enorme.

P. Tienen muchas esperanzas puestas en EE UU. Sin embargo, este país es difícil de conquistar para los deportes nuevos. Basta recordar lo que le está costando al fútbol abrir ese mercado. ¿Cree que los estadounidenses adoptarán la pasión por el pádel que hay en España?

R. Hace dos años, cuando viajaba a EE UU, sobre todo a Miami, veía dos cosas. Por un lado, el éxito del pickleball [deporte de palas que combina elementos del tenis, pádel, bádminton y tenis de mesa] y, por otro, bastantes dificultades para la construcción de clubes de pádel. Sin embargo, volví hace seis meses y la situación había cambiado. Los fabricantes de pistas, que para nosotros son un termómetro clave para ver el desarrollo de un mercado, estaban entusiasmados y hablaban de la entrega de 600 pistas en el próximo semestre. Lo que veo en Florida, California o Texas, con proyectos récord para construir pistas, me ha convencido del potencial del mercado estadounidense. Tanto es así, que es probable que después del verano me vaya a vivir allí para abrir negocio.

P. Las nuevas urbanizaciones suelen incluir pista de pádel. Esto es negativo para su negocio porque quien juega en la urbanización no contrata pista en un club. ¿Les preocupa?

R. Es un fenómeno estrictamente español y muy concentrado en Madrid y en las zonas de costa. En el resto del mundo las urbanizaciones no cuentan con pistas del pádel. Además, el jugador de urbanización llega un momento en el que necesita más y opta por irse a un club donde encuentra gente de su nivel. Es decir, el futuro del pádel no pasa por urbanizaciones privadas con una o dos pistas, pasa por crear una comunidad de jugadores en torno a los clubes que faciliten las relaciones sociales de las que hablábamos antes.

P. ¿Cómo es emprender con amigos? ¿El negocio puede poner en riesgo la amistad?

R. Obviamente hay altibajos, pero en nuestro caso hay circunstancias que juegan a favor. Por ejemplo, nuestros perfiles son muy diferentes. Félix [Ruiz] es una persona con gran experiencia en rondas de financiación y contacto con los inversores; Pedro [Clavería] tiene una relación muy estrecha con el desarrollo del producto; y a mí me apasiona el desarrollo internacional del negocio. Cuanto tienes esa complementariedad las fricciones disminuyen. Además, cuanto tu trabajo está relacionado con el pádel, que es una de nuestras pasiones, te sientes un privilegiado.

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