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Un gran negocio a base de raquetazos: cómo facturar 80 millones alquilando pistas de pádel

Playtomic aspira a duplicar sus ingresos en 2022 con una aplicación que permite reservar instalaciones deportivas

Playtomic app
Desde la izquierda, Pablo Carro, Félix Ruiz y Pedro Clavería, cofundadores de Playtomic.

Playtomic ha hecho de algo tan sencillo como reservar una pista de pádel un negocio millonario. El trámite ha facilitado la vida a quienes practican este deporte en España, donde las licencias se han duplicado en apenas cinco años, hasta rozar las 100.000. A través de la aplicación desarrollada por la compañía, que tiene 150 empleados, cualquier persona puede alquilar instalaciones deportivas para jugar un partido con amigos o desconocidos —clasificados según su nivel de calidad—, además de interactuar con otros jugadores y seguir los perfiles de las estrellas de la modalidad. La empresa facturó 1,4 millones en 2019, 25 en 2020 y 80 millones en 2021. Ahora aspira a superar los 150 en 2022. Con sede en Madrid, dedica poco esfuerzo al marketing. De boca en boca han conseguido captar ya a un millón de jugadores en una treintena de países, la mayoría en Europa.

El punto de partida fue buscar una solución para un problema. Félix Ruiz, nacido en Marbella, se mudó a Madrid hace unos años para seguir con sus negocios. Practicar pádel o tenis en la capital le resultó más complejo que en la costa malagueña. Entre otras razones, como el horario o la desperdigada ubicación de los clubes, el mayor inconveniente era que apenas conocía gente con quien jugar. “Hay aplicaciones como Airbnb para alquilar una casa o Uber para pedir un coche, pero no las había para reservar pista, así que decidí crearla”, explica Ruiz, director ejecutivo de Playtomic, que se unió en 2017 a Pedro Clavería y Pablo Carro para desarrollar el proyecto.

Estudiaron el mercado y vieron que era un sector con numerosas empresas de software que daban servicio a los clubes para gestionar sus instalaciones. “¿Y si las compramos todas?”, se preguntó el malagueño, que en su currículo como emprendedor incluye también Tuenti o Job­andtalent. La primera adquisición fue Syltek. Luego vinieron CentroReservas y Reservaplay en España, Tennisbookings en Estados Unidos o Prenotauncampo en Italia. Además, contrataron comerciales que se desplazan a los clubes para vender las bondades de su producto.

La compañía, que ahora patrocina el World Padel Tour, pasó de ser una empresa de creación de software a una que se dirigía directamente al consumidor. En los últimos dos años, Playtomic ha comprado 15 empresas en diversos países, como Kourts en Estados Unidos y GotCourt en Suiza. Un modelo que continuará en los próximos años reforzado por la captación de 56 millones de euros en una ronda de inversión cerrada el pasado diciembre. “Es una manera de acelerar el crecimiento”, subraya Ruiz, quien explica que la empresa es rentable pero no da aún beneficios porque los ingresos se invierten en nuevas compras. Ya gestionan unos 5.000 clubes en una treintena de países. España, Italia y Suecia son los principales mercados. Cuentan con algo más de un millón de usuarios, que reservan casi otro millón de pistas mensuales a través de la aplicación.

Modelo de suscripción

Una parte del modelo de negocio se basa en ello: cobran 29 céntimos por la gestión (el 2% de los 15 euros que, de media, cuesta alquilar una pista en España). Otra fórmula es la cuota que pagan los clubes por usar su software, unos 100 euros mensuales que, además de la reserva de pistas, les permite gestionar la contabilidad, sus tiendas o incluso encender las luces o abrir los recintos desde la aplicación. Hay una tercera forma de hacer dinero que tiene entusiasmado a Ruiz, que desarrolla ya un modelo de suscripción con un precio de 10 euros al mes. Playtomic busca ser para el pádel —y otros deportes de raqueta como el tenis o el squash— lo que Strava es al ciclismo: “Aterrizar el mundo profesional en el de los aficionados”, como explica el director ejecutivo.

De momento, la versión está en pruebas con muchas funcionalidades, como la instalación de cámaras en las pistas que permitan a los jugadores repasar los puntos más destacados o comprobarlos con el ojo de halcón. Las imágenes servirán también para ofrecer estadísticas personalizadas a cada jugador, como el porcentaje de primeros saques o su mejor golpe.

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