Rovi, la farmacéutica española que dio un golpe en la mesa con las vacunas de la covid, sueña ahora con su fármaco contra la esquizofrenia
La compañía, controlada por la familia López-Belmonte, prepara la venta parcial de las fábricas que producen para terceros, su división más rentable. La valoración supera los 3.000 millones de euros
Hay preguntas que pueden marcar una vida. Ahí va una: ¿qué quieres ser de mayor? Vale para niños y vale para empresas. La familia López-Belmonte, que controla la farmacéutica Rovi (55% del capital, valorado en Bolsa en 2.541 millones de euros) desde 1951, ha contratado a los especialistas de Lazard Asesores Financieros para responder a la cuestión. No vale cualquier respuesta. Tiene que gustar a los inversores para mantener la cotización en los máximos actuales y tiene que pintar un horizonte de estabilidad, más allá de los dientes de sierra que supone la venta de vacunas contra la covid-19.
Está en marcha “una revisión estratégica en su conjunto”, apuntan fuentes de la empresa. El presidente y consejero de la compañía, Juan López-Belmonte Encina, esbozó algo del plan en la última junta de accionistas: internacionalización de la actividad y desarrollo de nuevos fármacos. Para eso se necesita dinero. Mucho y fresco. En la baraja que maneja Lazard hay una carta especial: la posible venta parcial de la división que fabrica fármacos para terceros. Un yacimiento de beneficios con un valor estimado de entre 3.100 y 3.700 millones.
La compañía tiene ocho plantas de fabricación y una novena en construcción. De las nueve, tres se dedican a fabricar productos para terceros; dos de ellas —Madrid y San Sebastián de los Reyes— fabrican inyectables; la tercera —Alcalá de Henares—, comprimidos y sobres. Es un caramelo porque el negocio de fabricación para terceros es el más rentable del grupo. La lista de fondos interesados en la posible compra es larga. En realidad, están prácticamente todos los que conocen el negocio: Advent International, Cinven, Hellman&Friedman, KKR, PAI Partners, Permira o TA Associates. Pero faltan detalles. Algunos análisis —caso de Bankinter— expresan ciertas reservas sobre las valoraciones porque falta detalle sobre los activos concretos en venta y, además, no está claro si la fabricación de medicamentos que Rovi produce y vende bajo licencia está incluida en la operación. Esta incertidumbre podría afectar al precio final de la transacción.
El interés inversor está justificado. Las tres factorías de Rovi dedicadas al “desarrollo y fabricación por contrato” —CDMO por sus siglas en inglés— son el corazón de un negocio que ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años por el acuerdo para fabricar vacunas con el gigante de la biotecnología Moderna. El contrato, con vigencia hasta 2032, elevó la facturación del laboratorio español. La fabricación para terceros —sobre todo para Moderna— pasó de 65,6 millones en 2019 a 403,5 millones en 2023. En porcentaje sobre el total de ventas, el salto del área para terceros fue espectacular: del 17,2% al 49,3%. Casi tanto como la revalorización de las acciones en Bolsa, más del 300% en el quinquenio. “Rovi”, señalan los análisis de Renta 4, “se caracteriza por superar recurrentemente sus estimaciones iniciales”.
La marcha de la empresa descansa sobre tres vigas maestras: el acuerdo de fabricación de vacunas con Moderna; la tecnología propia y el desarrollo de medicamentos prometedores. Mantener y asegurar las líneas maestras no es barato. Incluso aunque aumenten los márgenes. Rovi está en pleno lanzamiento de nuevos fármacos y eso conlleva gastos de marketing, personal e I+D. Pero está obligada a dar pedales. La compañía confía especialmente en un fármaco contra la esquizofrenia, Risperidona, que tiene vía libre en Europa con la marca Okedi y en EE UU con la marca Risvan.
“Esperamos que Risperidona, por sus características diferenciales, alcance unas ventas potenciales de entre 200 y 300 millones de euros [anuales] a nivel global en los próximos años y se convierta en un actor relevante en el campo de los inyectables de larga duración para el tratamiento de la esquizofrenia en el mundo”, explica la compañía. Números: la esquizofrenia, según cálculos médicos, afecta al 1% de la población mundial. Los laboratorios cuentan con otro punto fuerte: la tecnología de la plataforma ISM, que emplea inyectables de larga duración para sustituir la incomodidad de la pastilla diaria con un único pinchazo. Rovi confía en esa tecnología para que las ventas de la Risperidona crezcan exponencialmente en los próximos años. “Esperamos más que duplicar la capacidad de fabricación de jeringas precargadas con respecto a 2022, alcanzando una capacidad de entre 450 y 500 millones de jeringas en 2024, y aumentar en un 50% la capacidad de fabricación de viales, hasta los 120 millones”, precisan en la empresa.
La compañía es prudente. En 2023, el beneficio de explotación (ebitda) disminuyó un 12%, hasta los 244,5 millones, y el neto, 170 millones, un 15%. En 2024, Rovi espera que los ingresos operativos disminuyan entre un 1% y 10% con respecto a los de 2023. Son las consecuencias de un importante aumento de los costes generales tras un ejercicio de fuerte contención de gastos como fue 2023. Pero los resultados finales dependen de cómo discurran las campañas de vacunación contra el coronavirus. En 2023 se vacunó poco. Menos vacunas, menos ventas. En el primer trimestre, los ingresos operativos cayeron un 25%, hasta 151 millones. Pero, como sostiene la compañía, “los bajos ratios de vacunación respecto a la campaña de la covid-19 en el ejercicio 2023 podrían favorecer una campaña de vacunación con ratios mayores en 2024″. La ecuación se resuelve sola. Más vacunas, más dinero.
Recompra de acciones
La expectativa de ventas de activos y una buena campaña de vacunación puede mantener las acciones a buen nivel a pesar de que la compañía ha puesto punto final al programa de recompra de acciones sobre el 4,13% del capital que le ha costado en torno a 130 millones de euros. La recompra tenía como fin amortizar acciones propias mediante la reducción de capital y, al tiempo, “coadyuvar a la retribución del accionista de Rovi mediante el incremento del beneficio por acción”. Misión cumplida y accionistas satisfechos. Los primeros, los López-Belmonte, que mantienen tres miembros de tercera generación en el consejo: Javier, Juan e Iván. La familia ha diversificado inversiones. Desde febrero de 2023, la empresa familiar Norbel Inversiones ha invertido en seguros (Línea Directa, 5%), en el fabricante de circuitos integrados estadounidense —tercer proveedor mundial— Photronics (5%) y en la farmacéutica Almirall (3%).
La tercera generación López-Belmonte tiene que consolidar su posición en un negocio muy disputado, que genera ingresos superiores a los 20.000 millones en España, el noveno mercado del mundo. En ese espacio operan más de 100 fabricantes de productos farmacéuticos básicos y 200 dedicados a la preparación de especialidades. Compiten, entre otros, gigantes del sector como Pfizer, Novartis, Lilly y Sanofi. Ninguno de ellos fabrica vacunas contra la caída de beneficios. Pero están en ello.
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