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La empresa que puso a España en órbita necesita más espacio

PLD Space, fabricante de los cohetes Miura, crece en plantilla e instalaciones y capta 120 millones de euros en una ronda de financiación

PLD Space
Un operario trabaja en las instalaciones de PLD en el parque industrial de Elche.JOAQUIN DE HARO RODRIGUEZ
Rafa Burgos

Un cronómetro situado en lo alto del centro de operaciones de la compañía aeroespacial PLD Space de Elche (Alicante) da la bienvenida a los visitantes a principios de abril: un año, ocho meses, 26 días y 12 horas. Es la cuenta atrás para el lanzamiento de su segundo prototipo, el Miura 5. El cohete obliga a que toda la empresa se concentre en un solo objetivo. Su primer diseño, el demostrador Miura 1, medía 12,5 metros. El nuevo triplica la longitud hasta los 35,7 metros y no cabe en sus actuales instalaciones del parque industrial ilicitano. Por este motivo, la empresa se trasladará en breve a una nave industrial de 50.000 metros cuadrados situada en el entorno de Fira Alacant, la institución ferial alicantina.

Para finales de año, la compañía que comenzó con 29 empleados dispondrá de una plantilla de 300 trabajadores. Las previsiones de la firma que situó a España entre los países capaces de lanzar cohetes al espacio también se aceleran. En 2026 llegarán las operaciones comerciales, con unas expectativas de negocio de 470 millones de euros, según las primeras consultas de sus potenciales clientes. Y para 2030, confían en poder efectuar 30 lanzamientos anuales.

El impulso definitivo para esta fase de crecimiento de PLD Space llegó el 7 de octubre de 2023 a las 02.19, hora española. Desde El Arenosillo (Huelva), despegó con éxito el primer cohete de la compañía, el Miura 1, “diseñado, fabricado, testado y operado” por la firma, subraya Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo. La llegada del prototipo a la zona orbital LEO (órbita terrestre baja, por sus siglas en inglés), situada a una altura superior a los 250 kilómetros sobre la superficie del planeta, era la prueba necesaria para convencer a “una industria que requiere niveles de credibilidad muy altos”. Pese a la complejidad de los diseños industriales aeroespaciales, y tras alcanzar el verdadero logro de este sector, que es “conseguir que un cohete vuele a la primera”, la compañía afrontaba su principal reto, la financiación del siguiente diseño, el Miura 5. “En España es especialmente difícil conseguir financiación para una empresa tecnológica”, asegura Sánchez.

La ronda inicial de financiación, a través de deuda o inversiones en acciones, les ha proporcionado 78 millones de euros. Parte de esta cantidad procede del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), la entidad pública dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. “No se trata de una subvención, sino de una inversión societaria con la que el Gobierno compra la tecnología, la capacidad de lanzar cohetes al espacio”, apunta el directivo. Además, PLD se convirtió en enero de este año en adjudicataria de un Perte aeroespacial para desarrollar un lanzador por 42 millones de euros. “La suma global [de 120 millones]”, continúa Sánchez, “permite el desarrollo de un proyecto en una industria muy intensiva en capital”. En la actualidad, continúa el proceso de búsqueda de apoyo económico, “con tickets” —precio mínimo de participación en la ronda de financiación—, “superiores a cinco millones. Hay que tener en cuenta que somos una compañía pequeña y nuestros competidores son [Elon] Musk y [Jeff] Bezos”, bromea.

PLD Space pisa el acelerador 13 años después de su fundación, impulsada por la unión de Raúl Torres y Raúl Verdú, dos aficionados a los vuelos espaciales y el modelismo que “tuvieron la visión de que se podía operar en esta industria”, cuenta Sánchez. Hasta 2019, trabajaron en la propulsión, los bancos de ensayo y el desarrollo de todos los sistemas operativos del Miura 1. Desde 2020, la plantilla, hoy formada por 195 empleados , “duplica su crecimiento cada año y medio”. Su sede principal está en Elche, pero también cuentan con instalaciones en el Aeropuerto de Teruel, donde testan sus diseños, Huelva, y, por medio de un acuerdo con el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia, compartirán la base espacial de Kourou (Guayana Francesa). Desde allí despegará el Miura 5, “primero, con dos vuelos de demostración”, declara el presidente ejecutivo, “y luego, con operaciones comerciales que ya proporcionarán ingresos ordinarios”. Está previsto que operen cuatro vuelos anuales.

Despegue comercial

Una vez dispongan de la tecnología necesaria, comenzará su despliegue comercial. “En realidad, somos una compañía de transportes que opera en el segmento más escaso, el del lanzamiento de cohetes, dentro de una industria gigantesca, que es la de la digitalización”, señala Sánchez. El negocio de los traslados orbitales moverá 111.000 millones de dólares entre 2022 y 2031, según un informe de Euroconsult. Y ha cambiado “desde hace unos 15 años”, prosigue, “de estar en manos de las agencias institucionales, como la NASA o la ESA, a operadores privados, que son más rápidos, más baratos y más eficientes”.

Los lanzadores espaciales son capaces de sacar de la atmósfera terrestre componentes electrónicos y satélites que proporcionan paquetes de datos para las telecomunicaciones y para la observación del planeta con fines medioambientales o de defensa, principalmente.

El Miura 1 logró la reputación necesaria para que el mundo fijara su mirada en Elche. “Estar ubicados en Alicante es un factor de competitividad”, afirma Sánchez. “Además de que tenemos buenas comunicaciones y un buen nivel de vida”, manifiesta, “en Elche disponemos de una industria con una maquinaria que se ha adaptado desde los sectores del juguete y el calzado para su aplicación a la industria espacial”.

Ahora pide paso el Miura 5, para el que han desarrollado tecnologías nuevas. “Nos basamos en la recuperación y reutilización de la primera etapa”, la parte propulsora del cohete, que volverá a la Tierra y se podrá rescatar. El siguiente objetivo es que esta primera etapa “pueda aterrizar” donde los técnicos decidan. Pero en la hoja de ruta de PLD Space caben más ambiciones. “El Miura 5 no será nuestro cohete más grande, ni el último”, adelanta Sánchez. “Queremos dar uso a las tecnologías desarrolladas para incrementar el negocio” con dispositivos medianos o grandes para desplegar constelaciones de satélites”, concluye.

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