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El alfarero que vende vajillas de lujo por 50.000 euros

Alfonso David Hidalgo, premio nacional de artesanía, incorpora técnicas nuevas a la cerámica para elaborar piezas que compran restaurantes internacionales

Alfonso David Hidalgo alfarería
El alfarero Alfonso David Hidalgo Cruz, con una de sus obras.
Ginés Donaire

El joven alfarero Alfonso David Hidalgo Cruz no imaginaba hace tres años, cuando inició su etapa como emprendedor del sector de la cerámica, que sus vasijas iban a tener tanto predicamento en los restaurantes de lujo. Sus piezas decoran ahora algunos de los principales establecimientos que la cadena Chotto Matte, dedicada a la comida fusión, tiene en lugares como Miami, Londres o Qatar, todas ellas con el sello de su empresa, Góngora Cerámica, de Úbeda (Jaén).

El alfarero ubetense, de 30 años, y premio al emprendimiento en la última edición de los Premios Nacionales de Artesanía, es heredero de una longeva saga familiar de artesanos. Él ha llegado al sector con un enfoque nuevo, basado en la utilización de técnicas contemporáneas y diseño de nuevas líneas, incorporando gres, porcelana y alta temperatura, en concreto con la cocción de piezas a unos 1.300 grados, algo inédito en la alfarería ubetense, que está declarada por la Junta de Andalucía Bien de Interés Cultural (BIC).

“Son técnicas cerámicas con las que intento establecer una diferenciación, un reto hacia la innovación aunque sin perder de vista la tradición familiar”, asegura el emprendedor, que vende fuera de España casi toda su producción. El último año facturó unos 200.000 euros. “El primero apenas tuve ingresos, pero ahora cada trabajo que hago para un restaurante de lujo son unos 50.000 euros”, indica Hidalgo, que también ha empezado a trabajar con restaurantes con estrella Michelín que le demandan “menos cantidad pero más exclusividad”.

“Las mayores dificultades cuando inicias un negocio están en saber posicionarse en los mercados y encontrar tu público potencial”, indica el joven artesano. ¿Y cómo se llega a esa clientela? “En mi caso, me dediqué a recorrer las principales ferias del sector y a viajar por muchos países para vender mi artesanía, que es un producto exclusivo y dirigido a un público exclusivo”.

Hidalgo dio el salto definitivo de la cerámica utilitaria a la decorativa y, aparte de realizar piezas verdes decoradas con esgrafiados y calados, realiza piezas en blanco, azul o cuerda seca, dominando todo tipo de técnicas tradicionales y colores. También realiza piezas de gran tamaño junto con sus propios esmaltes.

Para él, la cerámica tradicional no tiene que estar reñida con la innovación y la modernidad. “En mi trabajo busco el gusto por la belleza, el barro, pero sin perder de vista la conservación de las técnicas tradicionales que han guiado la alfarería de Úbeda desde sus inicios”, indica. También realiza variantes de la cerámica tradicional, tanto en los colores azul, blanca y azul y blanca con pintas verdes. Cuenta con una serie , “Alfarería Baeza” decorada a pincel.

Alfonso Hidalgo Góngora, padre del joven alfarero que también comparte con él su trabajo en el alfar de la calle Valencia, muestra el orgullo por el trabajo de su hijo. “Durante 160 años de historia la elaboración tradicional ha ido evolucionando al compás de seis generaciones de alfareros, pero Alfonso, mi hijo, es quien ha marcado un punto de inflexión en el sector, con más innovación y calidad en la artesanía”.

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