Javier Águila (Hyatt): “Una excursión y luego una cata de vinos es el mejor plan”

Nacido en Badalona (48 años), Javier Águila, presidente para Europa, África y Oriente Próximo de la cadena de hoteles Hyatt, encaja en la definición de empresario hecho a sí mismo. De orígenes humildes, sus padres tenían ambos varios trabajos u pudieron mandar a Javier y a su hermano a la universidad. Luego él consiguió becas para estudiar un máster en Arizona y un MBA en Columbia (Nueva York). Después de trabajar en banca de inversión creó una cadena de hoteles que fue adquirida por Hyatt, donde se quedó trabajando.

Pregunta. Presupongo que tras una carrera como la suya (vendió en 2018 su cadena de hoteles Alúa) tiene dinero como para no trabajar. ¿Por qué lo hace?

Respuesta. Te tiene que gustar lo que haces. Siempre me han llamado la atención los retos, no me hubiera quedado en Hyatt por la posición, sino por el proyecto que podemos llevar adelante. La seguridad económica que te da que te haya ido bien en la vida te permite ser fiel a eso, a poder irte si no estás a gusto y a quedarte si te interesa el proyecto, como es mi caso.

P. ¿Cuánto viaja?

R. Me encanta viajar, esta semana vengo de Madrid, Zurich y Praga. Ahora estoy en Dubai (la entrevista se realiza por videoconferencia). Cuando vuelva pasaré por Zurich, Barcelona y luego Chicago. Todo en diez días.

P. ¿Ha estado en un Airbnb?

R. No he estado en ninguno, pero no porque no quiera, es que siempre me han encantado los hoteles.

P. ¿Cuál es el peor hotel en el que ha estado?

R. Recuerdo uno en muy mal estado en Miami, no recuerdo el nombre, pero como iba con compañeros del máster me daba igual.

P. Dígame un plan de ocio insuperable.

R. Soy bastante ecléctico, me gusta mucho la ópera y el teatro, pero también el aire libre. Un buen fin de semana fuera, con excursión y cata de vino sería un plan perfecto.

P. ¿Un sueño que no ha cumplido?

R. De los típicos que se suelen decir, no he escrito un libro y no tengo niños, pero estoy muy contento con mi vida. Cada vez estoy más en disposición de poder ayudar, trabajando con fundaciones o con gente que se interesa en el sector y que le puedo dar consejo profesional. Encuentras mucha satisfacción en ayudar a la gente.

P. ¿Qué consejo le hubiera gustado que le diesen en su vida?

R. Que no me pusiera límites. Durante un periodo en mi vida tiré por la vía segura frente al riesgo.

P. ¿Qué buenas cualidades cree que tiene?

R. Soy muy optimista, me levanto listo para el siguiente asalto. Otra cosa importante es mirarse a uno mismo objetivamente. Es muy difícil progresar o dar tu mejor versión si no eres capaz de recibir feedback (la evaluación) de los demás de forma constructiva. El feedback es un regalo.

P. ¿Cómo lleva el estrés?

R. Lo llevo bastante bien. Soy de los que se duerme en los aviones.

P. ¡Qué remedio!

R. Jajaja, aprovecho los viajes. Suelo dormir entre 6,5 y 7,5 horas, eso me llega. El fin de semana no me pongo el despertador. Lo gestiono bien haciendo deporte, intentando focalizar la atención. Cuando más atención prestas a las cosas te estresas menos. Estoy leyendo un libro sobre el valor de la atención.

P. ¿Cuánto tiempo es capaz de estar sin el móvil?

R. Si tengo el móvil delante no voy a negar que tengo mucha presión por ver el mensaje que acaba de llegar. Pero intento silenciarlo, ponerlo en modo avión o apartarlo a partir de cierta hora cuando llego a casa.

P. ¿Qué aplicaciones utiliza más?

R. Además de las típicas de trabajo uso Spotify, Tabata (rutina de deporte). No tengo ni Facebook ni utilizo Instagram.

P. Dígame una película y una serie de las que más le han gustado últimamente.

R. Me gustó Succesion, he visto muchas dinámicas de empresa. Oppenheimer me encantó.

P. ¿Qué debilidades tiene?

R. Me suelo preocupar mucho de las cosas, sobre todo con cosas que impactan en otras personas. A veces he tomado decisiones duras, las tengo que racionalizar, pero me cuesta. Tiendo a abarcar demasiado, me cuesta decir que no. Si le preguntas a mi madre te dirá que soy muy desordenado.

P. ¿Qué le preocupa más si piensa en el futuro?

R. La estabilidad geopolítica me preocupa mucho. Ha sido un año difícil, con la Guerra de Ucrania, los terremotos en Turquía y Siria, en Marruecos, y ahora la situación en Israel y Gaza. Rezo porque haya cordura. Me encanta negociar, y para negociar tienes que tener empatía, entender lo que quiere la otra persona para encontrar soluciones buenas para los dos. Me gustaría esa empatía se trabajara en los conflictos. Vivimos pensando que somos inmortales, pero con estos conflictos te das cuenta de la fragilidad.

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