Marta Blázquez (Faconauto): “¿Qué le decimos al 75% de la población que no puede tener un coche eléctrico?”
La presidenta de la organización que defiende los intereses de los concesionarios aboga por recuperar los subsidios al vehículo de combustión para rejuvenecer el parque automovilístico y reducir las emisiones contaminantes
Marta Blázquez asumió a finales de junio la presidencia de Faconauto, organización que defiende los intereses de los concesionarios de coches españoles. Anterior vicepresidenta ejecutiva de la patronal, conoce bien la entidad y releva en el cargo a Gerardo Pérez. A diferencia de él no tiene vinculación directa con los concesionarios, lo que cree que le puede dar cierta ventaja a la hora de “ver la situación global con más facilidad”. Sus prioridades son las mismas que las de su predecesor, aunque quizás su gran ambición es cada vez más apremiante: “Estimular el mercado”.
No es tarea fácil. Las ventas de vehículos en España no han remontado el vuelo que tenían en 2019, antes de la pandemia, y siguen lejos del objetivo que fabricantes y vendedores consideran vital para mantener el peso de la industria en el país: 1,2 millones de vehículos.
El año pasado fueron menos de 900.000 unidades las comercializadas y, pese a la mejora experimentada en 2023, no hay esperanzas de alcanzar el millón de coches vendidos. El mercado europeo, y sobre todo el español, está en una encrucijada: tiene poco más de una década para despedir al vehículo de combustión y su sustituto, el eléctrico, no tira. “Hay un 20% o un 25% de la población española que podría comprarse o estaría muy cerca de poder comprar un coche eléctrico. Pero es que tenemos un 75% de gente que, ya sea por renta o porque no pueden tenerlo donde viven, no pueden acceder a él. A esas personas, ¿qué les decimos?”, plantea Blázquez muy directa, subrayando que a partir del 1 de enero, con la entrada en vigor generalizada de las zonas de bajas emisiones (todas las ciudades con más de 50.000 habitantes están obligadas a crear zonas de restricción a coches contaminantes), hay 4,5 millones de vehículos que no podrán circular.
Sin rodeos ella misma da la receta para evitar ese salto: “Hay que subsidiar los vehículos de combustión y lo decimos sin complejos. Me parece injusto privar a quienes no pueden”. En España está en marcha desde hace años un programa de ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos, denominado Moves. Pero desde 2016 no se subsidian los vehículos de combustión. La patronal apuesta por volver a esas ayudas para impulsar las matriculaciones y aprovechar para acabar paulatinamente con el gran envejecimiento del parque de coches español, que acumula una edad media de casi 14 años.
Faconauto demanda ayudas por un importe de en torno a 1.100 millones de euros para impulsar ese rejuvenecimiento, que, en su opinión, debería tener en cuenta también la adquisición de vehículos de ocasión. “Si conseguimos que se retire un coche de 20 años y ayudamos a la compra de un coche de seis años, estamos consiguiendo cambiar vehículos más respetuosos con el medio ambiente”, afirma la presidenta de Faconauto, quien aboga por una ayuda de 4.000 euros para la compra de un coche nuevo y de 1.200 euros para uno de segunda mano, teniendo siempre en cuenta el achatarramiento de uno más antiguo.
El Moves concede actualmente un máximo de 7.000 euros por la compra de un coche eléctrico y la retirada de uno viejo. “Hay que se sentarse para hacer los números finos, pero no creo que las ayudas al motor de combustión se canibalicen con las del eléctrico; simplemente la cuestión es: quién puede acceder a un coche eléctrico y quién no”.
En su opinión, los objetivos de descarbonización que puso la Comisión Europea sobre la mesa implican una actuación rápida y decidida. “Solo lo conseguiremos si ponemos todas las medidas a funcionar y lo hacemos ya”, subraya Blázquez. Por ello, demanda al nuevo gobierno que lo haga cuanto antes y se ponga a trabajar con el sector del motor para resolver las dudas que existen entre los compradores lo antes posible. Y la primera de esas dudas, según la presidenta de Faconauto, es aclarar qué pasará con las ayudas del Moves a partir del 1 de enero de 2024, ya que la actual convocatoria acaba este año. ¿Va a haber fondos europeos para eso?”, se pregunta. Sobre las ayudas al vehículo de combustión considera que se tendrían que sufragar con recursos de los Presupuestos Generales del Estado.
Críticas al Moves
Pese a la buena voluntad del Moves III, Blánquez no evita las críticas por la forma en que se ha diseñado el reparto de ayudas, un complejo proceso de solicitudes y comprobaciones que está dilatando la llegada de los subsidios a los compradores. “El cliente no percibe el descuento en la factura, porque tiene que adelantar el dinero, abordar un proceso administrativo complejo, que no es el más idóneo”, critica; un impedimento más en el impulso al vehículo eléctrico. Desde su punto de vista, “en el coche debemos trabajar en la confianza, con ayudas pero también aportando tranquilidad al comprador con una red de puntos de recarga y un mapa oficial con esas infraestructuras”.
Fabricantes y concesionarios llevan años pidiendo al Gobierno un cambio de la fiscalidad al coche que no acaba de llegar, sobre todo por la complejidad de aunar impuestos de titularidad estatal (el de matriculación) con otros locales (el de circulación).
Una de las piedras calientes que enfrentan a los concesionarios con las marcas de vehículos es la situación de inferioridad en la que consideran encontrarse los vendedores de vehículos. Este mismo año, ante el silencio de los dos grandes partidos, PP y PSOE, intentaron con el apoyo del PDeCAT introducir un cambio significativo en la ley que regula la relación entre ambas partes. Faconauto pretendía que se incluyera una indemnización a los concesionarios en el caso de que se cancelaran los contratos que los unían. El sector de la distribución reclamaba seguridad jurídica y que sus inversiones quedaran garantizadas.
Tras el nuevo fiasco en Las Cortes, Blázquez llama a cambiar de estrategia y buscar un acuerdo dialogado con Anfac. “Tenemos que abandonar la vía legislativa”, asume la presidenta de Faconauto en una afirmación que suena a enmienda respecto a la política llevada a cabo hasta el momento. “Esta nueva situación nos ha de dar la paz necesaria con Anfac [la patronal de marcas] y sus socios para abordar el cambio de modelo de contrato de otra manera”, dice en un momento complejo en el que cada fabricante está probando su propio modelo en la búsqueda del sistema más rentable y más acorde con las ventas de vehículos eléctricos y el comercio electrónico.
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