La caja de Apple es suculenta
El gigante tecnológico debería asumir algo más de riesgo para poner a trabajar su enorme liquidez
La subida de los tipos de interés ha contribuido a caídas de bancos, problemas en el mercado inmobiliario y una sensación general de malestar en la Bolsa. Para Apple, en cambio, la brusca variación en las condiciones monetarias tiene unas connotaciones doradas y suculentas. El fabricante del iPhone anunciaba esta semana que cerró el primer trimestre con liquidez y activos listos para vender que superan en 57.000 millones de dólares su endeudamiento. Esto supone una oportunidad para su jefe, Tim Cook. El director financiero, Luca Maestri, prometió en 2018 que la liquidez de la empresa acabaría equiparándose a su endeudamiento. Pese a los generosos repartos para los inversores, incluida la subida del dividendo anunciada y la promesa de recompra de otros 90.000 millones de dólares en acciones, hasta el momento Maestri no ha alcanzado ese objetivo.
Y el efectivo no para de entrar. Los analistas esperan que las operaciones de Apple produzcan en torno a 100.000 millones de dólares en flujo de caja libre después del gasto de inversión a lo largo de los cuatro próximos trimestres. Con eso casi bastaría para cubrir el programa de recompra de 90.000 millones de dólares sin necesidad de tocar el balance. Más aún, la empresa vende continuamente iphones y servicios a un ritmo mayor que el de sus pagos a proveedores, lo cual no hace sino engordar el colchón de liquidez.
La subida de los tipos ha castigado a las empresas que mantienen inversiones a largo plazo con pagos de tipo fijo, desde bonos del Tesoro a largo plazo a valores respaldados por activos. Apple, por el contrario, ha tenido la visión de reducir sus inversiones a largo plazo a casi la mitad durante los últimos cinco años, y ha aprovechado ese dinero en gran medida para recomprar acciones. Aunque Cook podría limitarse a invertir esa liquidez en letras del Tesoro a corto plazo, hay una opción mejor, que es la de ofrecer servicios financieros a sus clientes. La empresa se va introduciendo tímidamente en un terreno que antes era feudo de los bancos, por ejemplo, al asociarse con Goldman Sachs para lanzar una tarjeta de crédito y una nueva cuenta de ahorro de alta rentabilidad, y con el lanzamiento de Apple Pay Later (Apple paga después). Los inconvenientes de asumir un riesgo mayor son pocos.
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