_
_
_
_

Bondalti: el rey portugués del cloro apuesta por España

La empresa del grupo José de Mello factura 700 millones de euros y quiere crecer en el negocio del litio y el hidrógeno

João de Melo, presidente de Bondalti, fotografiado en sus oficinas en Madrid.
João de Melo, presidente de Bondalti, fotografiado en sus oficinas en Madrid.Santi Burgos

Cuando un turista español atraviesa la frontera portuguesa sigue viendo una marcada presencia de empresas españolas en territorio del país vecino. Gasolineras, supermercados, bancos, aseguradoras… Pero también los empresarios lusos hacen el camino inverso y apuestan por España para hacer negocios.

Es el caso de la química Bondalti, perteneciente al emporio empresarial portugués José de Mello, que en 2001 compraba a la papelera Ence la firma Elnosa, dedicada a la producción de cloro. Sin embargo, discrepancias con el Ayuntamiento de Pontevedra pusieron fin a la actividad en la zona, que se trasladó a Torrelavega (Cantabria) con una inversión de 60 millones de euros en la modernización de una planta (antigua propiedad de Solvay) para la producción de cloro con membranas. Así, junto a su factoría portuguesa de Estarreja, Bondalti es el principal productor ibérico de cloro-álcali y uno de los mayores productores de anilina del mundo, del que es líder de ventas en Europa.

El presidente de Bondalti desde el año 1997, João de Mello, traduce estos productos químicos a la vida diaria de los consumidores: “Aunque la química tiene mala fama, es imprescindible en nuestras vidas y cada vez es una actividad más sostenible. Del cloro y la anilina se obtienen productos como la lejía y otros, que están presentes en los medicamentos, aislantes, cauchos. De la anilina se saca la espuma de poliuretano y también es la base de los plásticos de los coches. Nuestra tecnología propia de electrólisis permite la obtención de cloro, sosa cáustica e hidrógeno”, indica.

A falta aún de presentar los resultados correspondientes al cierre de 2022, João de Mello adelanta una facturación de Bondalti en torno a los 700 millones de euros —150 millones de ellos en España— con un beneficio que rondará los 50 millones. De esta cifra de ingresos, alrededor de 650 millones corresponden a la actividad química, dada la juventud de sus otros negocios. Así, Bondalti emplea a 700 personas, de las cuales 250 se encuentran en España, y logra exportar el 90% de su producción a Europa Occidental y Oriental, Oriente Próximo y África.

El otro negocio ya en marcha de Bondalti, a través de Bondalti Water Solutions, es el del tratamiento de aguas, y también se lo planteó con una perspectiva ibérica. En 2020 se hizo con una participación mayoritaria (68,49%) de la firma portuguesa Enkrott, líder en la gestión y tratamiento de agua para el consumo humano e industrial en Portugal. Un año después adquirió en España Aguas Alfaro (Aema), dedicada al tratamiento de aguas residuales (sobre todo ligadas al mundo agrícola) y que se ubica en Alfaro (La Rioja). El presidente de la compañía apunta que no encuentra grandes diferencias entre operar en España o en Portugal: “En los dos países hay cosas buenas y malas. Ahora bien, en España siempre hemos sido bien recibidos y hemos mantenido buenas relaciones con sindicatos, trabajadores y autoridades. No existen diferencias relevantes. Somos países a los que nos gusta la industria y apostamos por ella”, explica.

Previsiones para 2023

João de Mello comenta cómo ve la marcha de sus negocios para este 2023, en el que asoma el fantasma de la recesión para las economías. “Se trata de una industria básica y se va a comportar como lo haga el resto de la economía. Depende de si finalmente haya o no recesión. Tenemos los impactos negativos de la guerra en Ucrania y de las tensiones entre Estados Unidos y China”. Y añade: “Entre nuestros clientes, el automóvil se ha ido desacelerando a final del pasado año y en construcción también se ha parado un poco. Además, nos afecta la evolución de las acerías y la producción de papel, donde el cloro es un producto clave en el proceso de fabricación”, añade.

Los nuevos negocios de Bondalti van muy ligados a la transición energética. Y, empezando por sus propias factorías, con un proceso de electrólisis muy intensivo en el consumo de energía eléctrica, se han marcado la fecha de 2030 para que toda la que emplean sea de origen renovable.

Pero no se trata solo de autoabastecerse de energía verde, sino también de producirla o de conservarla. Los proyectos de obtención de hidrógeno y de litio para las baterías son sus bazas para el futuro. Según indica João de Mello, el proceso de electrólisis para el cloro es también aplicable para la extracción de hidrógeno y de litio.

En la producción de litio han llegado a un acuerdo con una compañía australiana. “Ya hemos levantado una planta prototipo de litio por valor de cinco millones de euros, pero puede ser un negocio de 130 millones”, y reivindica la industrialización en Europa: “No podemos depender de China para tener baterías. Debemos crear industria, empleo y riqueza para las personas de aquí. El turismo es muy importante en España y Portugal, pero hay que hacer industria, y tenemos unas condiciones climáticas únicas en Europa para la transición energética”, concluye.

La compañía portuguesa cuenta con dos proyectos para el hidrógeno. El llamado H2Enable, en Estarreja, que consiste en la construcción de una infraestructura para la producción de hidrógeno verde cuyo principal objetivo sea descarbonizar las operaciones de la empresa. También permitirá, según explica De Mello, la producción para la venta directa en el mercado con una inversión que asciende a los 144 millones de euros y que recibió el respaldo europeo. El otro gran proyecto se desarrolla en Sines —llamado GreenH2Atlantic— para la producción de hidrógeno verde, y que dentro del Pacto Verde Europeo supondrá una ayuda de 30 millones para la construcción de una planta de hidrógeno en esa ciudad portuguesa que estará operativa en 2025.

Un asunto de familia

El origen del conglomerado empresarial José de Mello se remonta a 1898 con la creación de la Companhia União Fabril (CUF). Actualmente, esta firma familiar, que va por la quinta generación, opera en muy diferentes áreas de negocio: 22 hospitales y clínicas privadas (CUF); productos químicos y tratamiento de aguas (Bondalti); residencias y servicios para personas mayores (José de Mello Residências e Serviços); infraestructura y movilidad (autopista Brisa); vinos producidos en la región del Alentejo (Ravasqueira) y mantenimiento y servicios (ATM). 
Para João de Mello, la clave de esta longevidad en el mundo de la empresa familiar se consigue con la unidad de la familia, “que debe anteponer los intereses de la compañía a los propios intereses y donde deben existir unas reglas claras de funcionamiento”, explica. Una auténtica saga que da para escribir la historia económica de Portugal, ya que antes de ser nacionalizado en 1975, el gigantesco emporio de la familia De Mello contaba con 115.000 empleados, suponía el 5% del PIB portugués y contaba con presencia prácticamente en todos los sectores de la economía lusa. En la década de los ochenta, la saga familiar consiguió poner de nuevo en marcha su grupo empresarial hasta estos días.


Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_