Los beneficios empresariales aguantan el tipo: banca y energía tiran del carro de los resultados
Las compañías cotizadas ganaron 61.528 millones de euros en 2022, un 5,74% menos. Los atípicos lastraron los beneficios, pero las ventas crecieron un 28,9%
La tarde del pasado martes 28 de febrero la página web de la CNMV echaba humo. Expiraba el plazo para que las empresas cotizadas españolas comunicasen sus cuentas y las presentaciones de resultados se acumulaban en el buzón digital del supervisor bursátil. Entre el habitual empacho de cifras sobre ventas, ebitdas y beneficios, Ferrovial aprovechó para colar una bomba: trasladará su sede social a Países Bajos para, entre otras razones, garantizarse seguridad jurídica. La noticia no solo opacó el hecho de que las ganancias del grupo constructor y de servicios de la familia Del Pino se habían desplomado un 84% en 2022, sino que dejó inmediatamente en un segundo plano una campaña de resultados empresariales que estuvo muy cerca de batir récord histórico a pesar de las adversidades.
Las compañías españolas con presencia en Bolsa ganaron de forma agregada 61.528 millones de euros el pasado año. Esta cantidad representa una caída del 5,74% con respecto al año anterior. El retroceso, sin embargo, tiene letra pequeña. En primer lugar porque las cuentas se comparan con 2021, ejercicio en el que se alcanzó la cifra de beneficios más alta desde que hay datos. Además, ese año algunas de las empresas nacionales más grandes se beneficiaron de apuntes extraordinarios que distorsionan cualquier análisis, ya que en 2022 no disfrutaron de esos atípicos. Uno de estos casos fue el de Telefónica. El resultado neto de la operadora cayó un 75% debido a que en 2021 logró unos beneficios históricos por la venta de torres de Texius o la fusión de 02 y Virgin Media en el Reino Unido. Algo similar ocurre en ACS que ha visto cómo sus ganancias retrocedían un 78% tras desprenderse de Cobra, su filial de servicios industriales, un año antes. También los atípicos distorsionan las cuentas de Caixabank, donde el beneficio cae un 39% debido al impacto contable que afloró tras la fusión con Bankia.
El impacto de los extraordinarios en algunos de los pesos pesados del parqué también explica por qué el resultado neto agregado en el Ibex 35 cayó un 9,33% en 2022, situándose en 51.927 millones de euros, mientras que las ganancias acumuladas por las empresas cotizadas de mediano y pequeño tamaño creció un 19,96%, hasta los 9.600 millones. Nada mal para un año que estuvo marcado por el triple impacto económico de la invasión rusa de Ucrania: alta tensión inflacionista inducida en gran media por el shock energético; una reacción a marchas forzadas de los bancos centrales mediante subidas aceleradas de los tipos de interés para frenar el aumento de los precios; y una desaceleración económica notable en las principales economías del mundo provocada en gran medida por los dos primeros factores.
Como dice el refranero, las empresas tuvieron que arar con los bueyes que tenían a su disposición y la cosecha, a pesar de todo, fue notable. La resiliencia de las cuentas de resultados se puede observar sobre todo en la fortaleza que mostraron las ventas, el auténtico riego sanguíneo corporativo. Los grupos cotizados facturaron 746.680 millones de euros en 2022, un 28,9% más. En este caso, la cifra de negocios sí fue generalizada tanto entre las empresas grandes como en las de menor tamaño. Las ventas en el Ibex crecieron un 32,11%, hasta los 584.933 millones. En el caso de los ingresos del resto de empresas del mercado continuo estos si situaron en 161.746 millones, un 18,5% mayores que los obtenidos en 2021.
La ‘doctrina Ferrovial’
Además, la facturación mostró igual brío tanto en los negocios radicados aquí como en los internacionales. Las empresas del Ibex 35, por ejemplo, generaron ingresos en el mercado nacional por valor de 189.013 millones de euros, un 41,31% más. España representó el 37,11% de la cifra de negocios total en 2022. Por su parte, las filiales exteriores registraron ventas valoradas en 320.342 millones, un 35,35% más, y ya aportan el 62,89% del negocio total. El número de compañías que tienen la mitad o más de su actividad en los mercados internacionales es cada vez más nutrido. Volviendo al caso Ferrovial, la compañía argumenta para el traslado de sede que más del 80% de sus ingresos se generan ya fuera de España. En el Ibex, además del grupo de la familia Del Pino, hay 11 compañías más (Acerinox, ACS, Amadeus, Banco Santander, BBVA, Cellnex, Fluidra, Grifols, IAG, Iberdrola e Inditex), con ventas exteriores que superan el 80% del total y ninguna se plantea trasladar su sede.
Junto con la solidez de la facturación, el otro apunte de la cuenta de resultados que confirma la fortaleza de las cifras corporativas es el beneficio de explotación. Esta partida viene a destilar el jugo más puro de los resultados al descontar a las ventas los gastos corrientes (sin contar impuestos, intereses o amortizaciones). En 2022, el resultado de explotación conjunto de los miembros de las Bolsas española fue de 96.474 millones de euros, un 29,7% más que en 2021.
Dos han sido los sectores protagonistas de la campaña de resultados: banca y energía. Y lo han sido tanto por la fortaleza de sus cuentas como por la polémica en torno a los nuevos impuestos del Gobierno para gravar sus beneficios. En el caso de la energía, la estrella ha sido Repsol. La petrolera tuvo uno de los mejores años de su historia (la guerra de Ucrania disparó los precios del crudo y del gas durante buena parte de 2022) y registró un beneficio neto de 4.251 millones, un 70% más. En la información remitida a la CNMV, el consejero delegado de Repsol aprovechó para lanzar una crítica a la política fiscal del Ejecutivo: “El debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto”, explicaba Josu Jon Imaz. “Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial”.
Otro grupo energético que presentó una importante mejora de las ganancias fue Naturgy. La empresa gasista dirigida por Francisco Reynés logró un beneficio neto de 1.649 millones, un 35,8% más, gracias a la escalada de los precios energéticos en los mercados internacionales. En el caso de Iberdrola, el resultado neto fue de 4.338 millones, un 11,6% superior al de 2021. La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán batió su récord de beneficios gracias al empuje de sus actividades en Brasil y EE UU, que compensaron la menor aportación de los negocios en España y México. Por su parte, Endesa mejoró un 77% sus ganancias, hasta los 2.541 millones, gracias a los altos precios de la luz y el gas.
El otro motor de los resultados entre las cotizadas ha sido el sector bancario. Después de una década purgando los excesos de la crisis financiera y con tipos de interés próximos a cero, las entidades han recibido como agua de mayo el brusco giro de timón realizado por el Banco Central Europeo. El encarecimiento del precio del dinero, que tiene consecuencias negativas para la mayoría de los sectores al frenar el consumo, desacelerar la economía y disparar los costes financieros, ha sentado muy bien, sin embargo, al sector financiero. El margen de los bancos —la diferencia entre lo que pagan por captar fondos y lo que cobran por prestar dinero— se ha visto beneficiado con el nuevo entorno de tipos de interés.
En este nuevo contexto monetario, el Banco Santander ha ascendido al primer puesto como la empresa española que más ganó en 2022: 9.605 millones de euros, un 18,2% más. “Fue un año muy bueno, aumentamos la base de clientes y mantuvimos un balance muy sólido”, subrayó Ana Botín, presidenta de la entidad. También vivió un gran año el BBVA. El banco dirigido por Carlos Torres ganó más dinero que nunca: 6.420 millones, un 38% más, gracias sobre todo a la fortaleza de su negocio en México, que ya aporta el 65% de las ganancias de todo el grupo.
Las empresas vinculadas al sector turístico también vivieron un buen año. La pandemia fue perdiendo fuerza a lo largo de 2022 y con ella volvía la normalidad a los viajes. Un ejemplo de esta recuperación tras la covid es Meliá Hotels, que ganó 110 millones de euros frente a las pérdidas de 192 millones de 2021. “El pasado fue un año atípico en el que, tras un primer trimestre muy condicionado por la variante Ómicron, la actividad turística experimentó una acelerada recuperación. La demanda embalsada y el deseo de viajar acumulado favorecieron la evolución del negocio”, resumía Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de la Meliá. La otra gran hotelera cotizada, NH, también salió de pérdidas con unas ganancias de 100 millones.
También a los negocios vinculados al transporte aéreo les sentó muy bien la drástica caída de los contagios por covid. IAG, el holding que engloba a British Airways e Iberia, se apuntó unas ganancias de 431 millones cuando en 2021 sus números rojos fueron de 2.932 millones. Otro ejemplo de esta recuperación del número de viajeros es Aena. El gestor de los aeropuertos españoles logró un resultado neto de 901 millones cuando un año antes sus pérdidas fueron de 475 millones.
Sueldos que sí combaten la inflación
En febrero los precios en España subieron un 6,1%, dos décimas por encima del dato registrado en enero. La inflación es un quebradero de cabeza para miles de familias que ven cómo su poder adquisitivo sufre un buen mordisco. Muchas empresas arrastran los pies a la hora de compensar el impacto del IPC en las nóminas de sus empleados, aunque en las plantas nobles de esas mismas empresas esa resistencia es mucho menor.
Los consejos de administración de las compañías del Ibex 35 (sin contar a Inditex, que aún no ha facilitado sus datos anuales, ni ArcelorMittal) obtuvieron una retribución agregada de 274 millones de euros en 2022, cantidad que supone un aumento del 3,8% en comparación con la masa salarial de 2021. Fluidra, debido a un pago en acciones a sus consejeros ejecutivos, fue la que más vio aumentar el sueldo de su consejo, un 254%. Además del fabricante de piscinas, también experimentó aumentos notables la remuneración de los consejos de Colonial (133%), Acerinox (62,7%) y Acciona Energía (25%).
La bonanza salarial de las cúpulas fue incluso más jugosa entre los miembros de la alta dirección de las compañías del Ibex 35. Este grupo de élite cobró de manera conjunta 398 millones el pasado año, cifra que representa un incremento del 6,1%. Fluidra vuelve a liderar las subidas salariales, ya que sus altos directivos recibieron en total 26,7 millones de euros, un 577% más. Tras la empresa catalana, los mayores aumentos salariales para los directivos se dieron en Acerinox (82%), Meliá (63%) y Logista (53%).
Desde un punto de vista individual, y a la espera de saber la indemnización que cobró Pablo Isla tras su salida de Inditex el pasado año, el mayor sueldo del mercado español en 2022 fue el del presidente de Iberdrola. Ignacio Sánchez Galán cobró un total de 13,06 millones. A poca distancia se situaron la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, con 11,73 millones, y el exconsejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, con 9,57 millones. El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, cobró entre sueldo y pensión 9,23 millones de euros.
Más deuda a pesar de la subida de los tipos de interés
Acción, reacción. Los bancos centrales de las principales economías están subiendo los tipos de interés de forma acelerada para enfriar una inflación que, lejos de sofocarse, parece que se reaviva de nuevo. En este entorno, la financiación se encarece tanto para particulares como para empresas. A pesar de las mayores tensiones en el mercado crediticio, los grupos no financieros del Ibex 35 aumentaron su deuda neta en 2022. A 31 de diciembre pasado, estas empresas debían un total de 178.056 millones de euros, cantidad que supone un aumento del 5,27% sobre la cifra de un año antes.
La compañía que más incrementó su endeudamiento financiero el pasado año fue Grifols. El fabricante de hemoderivados acumula compromisos por valor de 9.191 millones, un 57% más. En la presentación de sus cuentas, la empresa catalana destaca que, fruto de la mayor generación de ebitda, el ratio de apalancamiento ha pasado de 9 veces a 7,1 a pesar del incremento de la deuda. Otra de las empresas que más han elevado su pasivo es Cellnex. El gestor de torres de telecomunicaciones debe 19.838 millones, un 35,7% más. El grupo todavía dirigido por Tobías Martínez destaca en su presentación a inversores que el 77% de su deuda está a tipo fijo.
En el Ibex no todo fueron aumentos de deuda el pasado año. Muchos miembros del índice redujeron sus compromisos de forma notable. Destaca el caso de Repsol. La petrolera, gracias a los altos precios del crudo, obtuvo uno de los mejores resultados de su historia en 2022 y logró reducir su deuda un 60%, dejándola en 2.256 millones. Inditex es el grupo que más caja (lo contrario a la deuda) tiene: 9.980 millones.
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