Los fondos de inversión que recomiendan los expertos para resarcirse del ‘annus horribilis’ del mercado
Los gestores sugieren varias opciones de inversión para recuperar las pérdidas de 2022. Se muestran optimistas a pesar de la inflación y los tipos al alza
El pasado 2022 fue un annus horribilis para una gran mayoría de fondos de inversión. Basta con mirar sus datos de rentabilidad. Según el último informe de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco), las minusvalías medias el año pasado fueron del 8,4%. Ninguna categoría de fondos se salvó de las pérdidas: más significativas en renta variable internacional (-13,29%) y renta variable mixta (-11,29%) y menos en garantizados (-0,06%), globales (-0,47%) y monetarios (-0,69%). Así que, en 2023, lo primero que hay entre inversores y gestores son muchas ganas de recuperar lo perdido. Si se puede llegar más lejos, mejor, reconocen. Es verdad que los expertos consultados transmiten cierto optimismo respecto a ese ansiado objetivo (mayor a partir del segundo semestre del año), aunque con algunas matizaciones.
En primer lugar, porque 2022 nos ha enseñado que no siempre los mercados financieros se ajustan a sus patrones históricos: lo “normal” hasta el pasado ejercicio era que no todo, renta fija y variable, cayera al mismo tiempo como así sucedió. De alguna manera, los gestores han interiorizado la posibilidad de que ocurra lo inesperado. En segundo lugar, porque sus dudas, más o menos relevantes, se extienden por casi todos los rincones económicos. La preocupación más cercana se centra en si habrá o no recesión económica mundial y si, en caso de producirse, será moderada o no y de corta o larga duración. De la inflación se espera que siga moderándose, pero que se mantenga en niveles de entre el 4% y el 5% en los próximos dos o tres años. Para los tipos de interés los expertos auguran nuevas alzas, aunque de menor intensidad que las vividas en los últimos meses.
Respecto a los beneficios empresariales, una de las pocas alegrías de 2022, no son pocos los técnicos que ven ahora nubarrones. Con estas incertidumbres de fondo, un grupo de cinco expertos se ha aventurado a señalar cuáles son sus fondos de inversión favoritos para 2023.
Laura Román, desarrolladora de negocios de Selinca AV, sostiene que este es el año de la renta fija a corto plazo y baja duración. Básicamente, señala, por “el entorno de rendimientos históricamente elevados en la renta fija, con diferenciales que ya descuentan una recesión, por los movimientos extremos de los tipos de interés ya a nuestras espaldas y porque seguirá reinando la volatilidad en los mercados ante las múltiples incertidumbres aún vigentes”. Su selección se centra en el fondo Evli Short Corporate Bond, de baja duración, en concreto 1,3 años, y vencimientos a corto plazo, gestionado por la boutique nórdica Evli. Se trata de un fondo de bonos corporativos europeos, con acceso al mercado nórdico y con una TIR (tasa interna de retorno) a vencimiento superior al 5,5%. Aunque Román reconoce que en los dos últimos meses de 2022 ya se han producido importantes flujos de dinero hacia los fondos de renta fija, estos mantienen su rentabilidad en niveles excepcionalmente atractivos, entre otras razones porque “en la probable recesión se esperan niveles más altos de morosidad, pero no elevados en un contexto histórico, ya que las empresas tienen un apalancamiento muy bajo y los fundamentos del crédito son mucho más sólidos que antes de la pandemia”.
Perfil más conservador
Francisco Julve, responsable de selección de fondos de A&G, reconoce que son “constructivos” en renta fija (añadiendo duración y riesgo de crédito y reduciendo high yield) y que en renta variable se mantienen neutrales, incluso defensivos, con algo más de interés en Estados Unidos, países emergentes y Europa. Para el perfil más conservador, su apuesta se centra en fondos de renta fija a corto plazo, pero para alguien con algo más de exposición al riesgo proponen el Fondo Algebris Financial Credit, con una duración de 3,5 años y una rentabilidad del 7,5%.
Para los siguientes escalones de riesgo, Julve destaca, en la categoría de mixtos, el fondo Ruffer Total Return, “que es flexible en su estrategia de inversión y no apuesta por los valores de siempre”, y el más tradicional Trojan Fund, con un 40% del patrimonio centrado en megatendencias y un 60% en renta fija. Más allá, para ahorradores agresivos, desde A&G seleccionan Polar Capital Emerging Market Stars y Morgan Stanley Asia Opportunity Fund.
Borja Fernández, director institucional de negocios de Schroders, es tal vez el menos optimista. Frente a un consenso generalizado de que EE UU esquivará la recesión, él cree que la economía de este país caerá este 2023 en torno a un 1%. Frente a una alegría extendida respecto a la rentabilidad de los bonos corporativos, tiene dudas sobre si las nuevas alzas en los tipos de interés serán tan moderadas como algunos esperan y, sobre todo, sobre la evolución de los beneficios empresariales, a los que auguran descensos más significativos que el consenso. Con todo, y teniendo en cuenta que, a juicio de Fernández, “el diferencial respecto a la rentabilidad por dividendo es más bajo que nunca y la renta fija ofrece hoy por hoy un mayor margen de seguridad”, la firma propone como su favorito para 2023 a Schroder ISF Euro Corporate Bond, con una TIR entre el 5% y el 6%. En renta variable, desde Schroders son partidarios de ir hacia valores donde el castigo ha sido más severo y donde se puedan encontrar las valoraciones más atractivas de los últimos 18 meses. Es en este sentido donde se engloba Schroder ISF Global Energy Transition.
El Fondo Hamco Global Value logró una rentabilidad del 29% en 2022. Para John Tidd, su asesor de inversiones, no hay razón para creer que la situación, a medio plazo, vaya a cambiar en este terreno. “Llevamos a cabo inversiones value [negocios sólidos en distintas áreas geográficas]; mantenemos liquidez suficiente para que este año podamos encontrar nuevas oportunidades y rotamos y diversificamos la cartera siempre que creemos conveniente”.
Por último, Almudena Mendaza, responsable de ventas de Generali Investments, está convencida de que 2023 es el año de la gestión activa. Pese a lo muy de moda que se ha puesto en los últimos meses, esta experta sostiene que la renta fija no es para todos los inversores; solo para los que pueden mirar a tres o cuatro años vista; los que están dispuestos a comprar y mantener a vencimiento. Para ellos, la rentabilidad se situará entre el 4% y el 5%. Desde su punto de vista, los fondos multiactivos son los que mejores perspectivas presentan en renta variable este año dada su capacidad de diversificación hacia empresas resilientes, es decir, adaptables a las circunstancias de cada momento. A su juicio, también son atractivos los fondos de renta variable europea centrados en empresas de calidad con alta rentabilidad por dividendo.
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