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Así son las productoras detrás de las estrellas

Las creadoras de series y programas de televisión afrontan un desafío importante: seguir alimentando la parrilla con clientes más tacaños

Productoras de tv
El programa El Hormiguero, de Antena3.Carlos López Álvarez (El Hormiguero) (Carlos López Álvarez (El Hormiguero))
María Fernández

Un público de edad avanzada amante de las rutinas nutre buena parte del éxito del rosco más popular de la televisión, Pasapalabra. El programa de Antena 3, junto con El hormiguero, domina la estadística de audiencias en televisión más allá de los informativos y está producido por Boomerang TV, una empresa que desde 2020 forma parte del grupo francés Mediawan y que ha alumbrado o adaptado éxitos como La Voz, Top chef, Pekín Express o la gala del Benidorm Fest para RTVE. Pese a ser una de las grandes del sector, en Boomerang reconocen que los buenos tiempos no son eternos. “En 2023 empezaremos a sufrir”, admite su máximo ejecutivo, Pedro Ricote. Las productoras se preparan para un cambio de temporada marcado por una mayor contención de las compras por parte de los distribuidores.

Tras años de bonanza al compás del crecimiento de las plataformas de streaming (Netflix, HBO, Disney+, Amazon Prime, etcétera), la rueda gira en sentido contrario: se contrae el consumo, las plataformas y las cadenas generalistas empiezan a sentirlo en sus abonados y anunciantes…, y toca volver a gestionar proyectos con más imaginación y menos recursos. La prueba la ha dado esta semana Netflix, que ha lanzado en España su plan de bajo coste de 5,49 euros con anuncios y sin todos sus contenidos.

Ese viraje, dicen los expertos consultados, empieza a afectar a los encargos, que tienden a ser menores en volumen. Ignacio Corrales dirige Buendía Estudios, que ha producido títulos como Veneno, La cocinera de Castamar o Física y química. Ha visto cómo en los últimos tres años el audiovisual ha escalado, pero también es consciente de que las plataformas han llegado a un momento en que no quieren conseguir abonados a cualquier precio, necesitan rentabilizarlos. “Va a haber un ajuste, como pasa en todos los mercados; estamos en un proceso de maduración, van invirtiendo menos, pero no veo un cataclismo, sino un ajuste orgánico”, explica.

Laura Fernández Espeso, consejera delegada de The Mediapro Studio, maneja un gigante que produce 23 series de ficción, más de 70 programas y películas con oficinas en 24 mercados. Su sello ha creado sagas famosas (Aida, Águila Roja, El internado, El barco), cintas premiadas como El buen patrón o series que en su día rompieron tendencias, como Vis a vis. Han explorado muchos formatos: producen para Woody Allen o Isabel Coixet, tienen acuerdos con Fernando León de Aranoa y fundan joint ventures o productoras con terceros, caso de Moonlyon con Penélope Cruz. Fernández habla de un aterrizaje suave y, hasta cierto punto, lógico: “Venimos de un ciclo de inversión masivo, pero en nuestro caso no estamos sintiendo la desaceleración. Si hay caída, nos llegará en un momento de mucha madurez”.

Los datos apoyan ese proceso de maduración. Según el Informe sobre el estado de la cultura en España 2022 de la Fundación Alternativas, las televisiones han incrementado en más del 70% el número de horas de las producciones (datos de 2020), tanto propias como de productoras nacionales. Las cadenas en abierto emiten un 25% más de espacios made in Spain que en 2010, más de 65.000 horas de emisión al año. Pero en 2021 se comenzó a notar un descenso en el consumo de televisión en España, según los datos de Statista, y cierta pérdida de abonados a las plataformas junto a una lenta recuperación de la publicidad que ahora puede frenarse. “También hay indicios de que los consumidores demandan otros contenidos como videojuegos, reality shows y e-sports, y las principales plataformas de streaming se preparan para ofrecerlos en sus catálogos”, explica el informe.

En España hay, según una clasificación que no pretende ser exhaustiva elaborada por este periódico con datos del Registro Mercantil, 53 productoras que facturan más de 10 millones de euros. En lo alto por ventas y número de empleados están las citadas The Mediapro Studio, Boomerang y Buendía junto con Plano a Plano (Servir y proteger, Valeria, Desaparecidos), Unicorn (que preside Ana Rosa Quintana y que produce su programa matinal en Tele5), La Fábrica de la Tele (Sálvame, entre otros), 7 y Acción (empresa de Pablo Motos y Jorge Salvador que produce El hormiguero) o Cuarzo Producciones (La isla de las tentaciones, Te lo vas a comer o La roca). La Casa de Papel, del creador Alex Pina, ha sido una de las series más seguidas de los últimos años, producida por su empresa Vancouver Media.

La lista está dominada por empresas de Madrid y Barcelona, pero también incluye a importantes proveedores de contenido con sede en otras autonomías (la gallega Bambú Producciones, creadores de Las chicas del cable o Fariña, o los vascos K 2000 (filial de Mediapro Studio), con programas como Órbita Laika o Qué me estás contando) y empresas de servicios de grabación o salas de posproducción o radicados fuera de grandes ciudades (CB Media, en Granada). Tras ellas hay decenas más modestas, pero que han crecido enormemente. Portocabo, dirigida por Alfonso Blanco, lleva desde 2010 activa y fue una de las pioneras en la coproducción internacional de series de televisión (tiene en su catálogo Hierro, para Movistar+ con Atlantique y el canal Arte). El ejecutivo ve el vaso medio lleno: “Vamos a sufrir una contención, éramos conscientes de que este bum no iba a durar, pero cuando termine el ajuste estaremos muy por encima de los presupuestos con los que contábamos hace cinco o seis años”.

Inflación y sueldos

Los costes avanzan y hay un decalaje temporal que los estudios deben asumir. “Cuando arrancas una serie puedes llegar a tardar un par de años entre la presentación del presupuesto y la venta”, explica Pedro Ricote. “El esquema de costes de las productoras incluye desde localizaciones —los contratos con los propietarios para rodar en un palacio, un chalé o una mina—, los recursos de producción —como cámaras, iluminación, sonido, efectos especiales— y todo el equipo. Nosotros en picos de empleo podemos estar por las 780 personas contratadas, cuando normalmente los fijos somos muchos menos”. Llevado al día a día, añade Chema García, director de la agencia audiovisual Dos30′, ahora se trata de hilar fino y “equivocarse menos”. O, como ilustra gráficamente Blanco, “igual no puedo hacer series con 20 explosiones de coches, pero sí con una”.

En cualquier caso, las productoras consultadas no están especialmente alarmadas porque el aumento de precios vaya a tener un efecto dominó en sus costes de personal. “Todos, plataformas, canales y productoras, deberíamos ser solidarios con lo que venga. No tendremos tantas balas, pero sabemos adaptarnos rápido”, concluye Ricote.

Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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