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El verano de las calamidades que irrita a los canadienses

Las colas interminables para renovar el pasaporte se unen al caos en los aeropuertos por falta de personal y poca previsión

Turismo Canadá
Viajeros esperan el embarque de su vuelo en el Aeropuerto Pearson en Toronto (Canadá).Steve Russell (Toronto Star via Getty Images)

Tras más de dos años de pandemia, millones de canadienses han hecho planes para viajar de vacaciones este verano. Canadá fue un país de duras limitaciones para los viajeros durante la crisis sanitaria, aunque las restricciones se han adelgazado. Sin embargo, gran parte de los ciudadanos vive una pesadilla por la demora para tramitar pasaportes y por el caos que se vive en los aeropuertos. El verano de la vuelta a la normalidad” en una de las economías más industrializadas del mundo se está convirtiendo en el de las “calamidades” para muchos ciudadanos con las maletas hechas.

Obtener o renovar un pasaporte es todo un dolor de cabeza. Numerosas personas que hicieron el trámite por correo esperan respuesta desde hace meses. El punto más inquietante se constata en oficinas de Service Canada, el organismo encargado de producir este documento. Las filas para solicitarlo en persona son considerables. El tiempo de espera, en los momentos más críticos, ha llegado a contarse en días. Una de las familias que ha sufrido en primer persona esta situación son los Morin. “Enviamos sin éxito desde abril los papeles para la renovación del pasaporte de mi hijo”, comenta el padre de la familia. “Nuestro viaje está programado dentro de 72 horas. El Gobierno nos ha puesto en una situación muy angustiante”, agrega. En un año, el número de solicitudes aumentó en más del 250%. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció que Ottawa ha fallado en la tarea pese a los esfuerzos puestos en marcha. “Es algo que jamás debió haber ocurrido”, declaró a principios de julio.

Karina Gould, ministra federal de la Familia y de Desarrollo Social —institución a cargo de Service Canada—, señaló que gran parte de los retrasos se debe al volumen de personas que solicitan el pasaporte por primera vez. Gould dijo que se llevan a cabo modificaciones en la gestión; también que Service Canada contrató desde enero a 600 nuevos empleados y espera añadir el mismo número próximamente. “Hay mucho trabajo que se ha hecho y hay mucho más trabajo por hacer”, comentó la ministra.

Los colectivos más críticos con esta situación han manifestado que otros países —como Australia y Francia— tardaron poco en reaccionar frente a este incremento de solicitudes. El Sindicato de Empleados Nacionales, que representa a buena parte de los trabajadores de las oficinas de pasaportes, denuncia las condiciones laborales —horarios desbordados e insultos— que están sufriendo estos individuos por una situación “que era predecible desde hace al menos un año y por la que se pidió al Gobierno de Canadá aumentar la contratación de personal”. Algunos viajeros afectados por los retrasos iniciaron una campaña en las redes sociales pidiendo que las autoridades compensen económicamente a aquellos que se vean obligados a cancelar sus planes. Gould, sin embargo, ha descartado cualquier medida de este tipo.

Otro problema vinculado con Service Canada es el envío de los cheques de desempleo. Esta ventanilla federal se encarga también de gestionar dicha prestación. En 2021, el trámite tardaban en promedio unos 28 días; un periodo que actualmente se ha alargado en muchos casos entre tres y seis meses. Muchos canadienses han tenido que recurrir a apoyos familiares o a la tarjeta de crédito en tiempos complicados. Y es que Canadá registró en mayo la inflación más alta en casi 40 años (un 7,7%). Con los precios disparados, a mediados de junio (últimos datos disponibles), unas 128.000 solicitudes de estos cheques permanecían sin respuesta.

El escenario para los viajeros está resultando engorroso en una larga lista de aeropuertos del mundo por las filas interminables, el retraso o la anulación de vuelos y la caótica gestión del equipaje. Canadá es uno de los ejemplos claros en este sentido. De acuerdo a FlightAware, el aeropuerto Pearson de Toronto fue el segundo del mudno con más retrasos en los despegues en los primeros días de julio; solo fue superado por el de Guangzhou (China). El de Montreal ocupó el sexto puesto en el escalafón de los retrasos.

Cancelaciones

El pasado 29 de junio Air Canada anunció la cancelación de un 15% de sus vuelos en julio y agosto; unos 154 de los 1.000 diarios en este periodo del año. “Debemos enfrentarnos al hecho de que los complejos e inevitables desafíos del sector también han perturbado nuestras operaciones”, indicó la compañía en un comunicado.WestJet también decidió sacar las tijeras: 21% vuelos menos en los dos meses estivales. Omar Alghabra, ministro federal de Transportes, afirmó que se trata de un problema de alcance mundial, pero que su ministerio está haciendo todo lo posible para reducir estos inconvenientes.

Canadá tiene dificultades con la mano de obra. De acuerdo con los datos más recientes, el país superó un millón de puestos vacantes en abril. “El mercado laboral es uno de los signos más claros en este momento de que tenemos un exceso de demanda”, declaró la vicegobernadora del Banco Central de Canadá, Carolyn Rogers. “Si hablas con las empresas te dirán que les cuesta mucho cubrir esos puestos”, agregó. Son múltiples los sectores afectados, y la función pública y la industria de transportes no son una excepción.

Mehran Ebrahimi, director del Observatorio Internacional de Aeronáutica y Aviación Civil de la Universidad de Quebec en Montreal, señala que la mano de obra y la pandemia son elementos a tener en cuenta, pero subraya otro factor para explicar el caos aeroportuario en Canadá: “No es tanto culpa de las aerolíneas o de los administradores de aeropuertos. El Gobierno ha tardado mucho en intervenir. Francia actuó rápidamente para apoyar a Air France y a los aeropuertos de París, y Alemania con Lufthansa. Como las aerolíneas y aeropuertos dejaron de percibir ingresos por la pandemia, pasaron a recortar personal. Es sorprendente que el Gobierno canadiense no haya previsto lo que iba a ocurrir”.

Ebrahimi dice que será difícil corregir la situación con rapidez. “No hay una solución mágica, pero está claro que se requiere de programas especiales. Por ejemplo, buscar que estos trabajos sean más atrayentes por medio de mejores salarios, invertir en proyectos de automatización”, apunta. “Resulta inquietante la visión que tuvo el Gobierno: que la pandemia sería eterna. La gente iba a volver a viajar. Funcionarios de Service Canada, personal de aduanas, controladores aéreos, entre otros, son puestos que requieren de habilidades imposibles de adquirise en poco tiempo”, concluey.

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