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Los despachos de abogados chinos se abren paso en España

Con una relación de confianza muy intensa, asesoran a las empresas del gigante asiático que quieren expandirse por Europa o el norte de África

abogados chinos en españa
Una abogada de la firma Dentons en Shangái.Age Fotostock

La confianza frente al océano de leyes que hay en España, unida a la posibilidad de entenderse en la misma cultura, explican por qué los despachos de abogados chinos se abren paso en nuestro país. Aunque el contexto económico es incierto debido a las tensiones geopolíticas y la pandemia, los inversores del gigante asiático buscan asesoramiento jurídico. Una travesía en la que destaca la máxima de “mentalidad global, instinto local”.

Es el lema del bufete Yingke Law Firm, el primero en desembarcar en España en 2014 gracias a una alianza estratégica y de marca con el despacho madrileño Adarve Abogados. Nacido en China en 2001, responde a las necesidades de las empresas del país en sus operaciones en el exterior. Con presencia en 83 Estados, cuenta con una red de más de 10.000 abogados formada por acuerdos comerciales con otros despachos locales.

Aunque España no está entre los países europeos que reciben mayor inversión del gigante asiático, como sí ocurre con el Reino Unido, Alemania o Francia, es “un destino atractivo” para el bufete porque sirve de “puente” con Europa y Latinoamérica, explica Juan José García, director gerente de Adarve Abogados y de Yingke Law Firm Spain. “El perfil de nuestro cliente es muy variado, tanto como el tipo de empresas y sectores. Nos encontramos con inversores cualificados y sofisticados acostumbrados a hacer operaciones transnacionales, pero también con mercantiles de tamaño medio o grande que dan sus primeros pasos fuera de China”, explica. Además, el bufete acompaña a empresas españolas “en sus litigios y necesidades legales en China”, entre las que destacan algunas “intervenciones realizadas para Cepsa, Inditex o BBVA”.

Fundamentalmente, asesoran a sus clientes en “la fase inicial” del negocio con los trámites de “constitución, operaciones de M&A [fusiones y adquisiciones] y en sus transacciones de comercio tradicional o electrónico”. También “en sus necesidades del día a día, asumiendo en muchas ocasiones el asesoramiento legal de sus directivos y empleados”. Y si fuera el caso, en los litigios civiles y penales que pudieran surgir tanto en el gigante asiático como en España.

Los abogados de ambos países hacen un trabajo similar, explica el director gerente de Yingke Law Firm Spain. Frente a las carencias en el conocimiento de otros idiomas que podía haber en el pasado, “los juristas chinos cada vez son más internacionales, hablan mejor inglés y tienen formación en universidades extranjeras”. Esto hace que “conozcan las particularidades de sistemas legales distintos del suyo” y que la comunicación y el entendimiento entre los profesionales del derecho de ambos Estados sean buenos. Son “abogados que están a la altura de los mejores de cualquier país occidental”, apostilla.

La diferencia es que “la competencia para el acceso a la universidad en China es muy alta, por lo que queda restringida a los mejores”. Como ocurre en España, donde las nuevas generaciones de abogados deben superar el grado en Derecho, el máster habilitante y el examen profesional de acceso, para ejercer en China “se debe obtener la titulación nacional de leyes, aprobar un examen de cualificación y superar un año de prácticas”, explica Juan José García. Igualmente, la colegiación es obligatoria, pero deben prestar un juramento de lealtad al Partido Comunista.

Cruce cultural

Otras firmas multinacionales también centran sus esfuerzos en las conexiones entre el gigante asiático y España. Es el caso del bufete Everseh Sutherland, que tiene oficinas en Pekín, Shanghái y Hong Kong. Del cruce cultural entre abogados de sitios tan lejanos, Juan E. Díaz, socio del departamento de derecho corporativo y M&A, dice que los letrados asiáticos “son buenos conocedores de las leyes, pero tienden más a seguir las instrucciones del cliente. La relación de confianza es muy intensa. Por contra, los abogados españoles suelen aconsejar al cliente no solo sobre la ley, sino también en aspectos estratégicos de la transacción. Y respetan más la especialización”.

El despacho, que tiene oficina en Madrid, “ayuda a determinadas compañías chinas a establecerse en España. Nuestra principal área de asesoramiento son las operaciones de adquisición de empresas locales e inversión en sectores como la salud, la energía, la tecnología y el financiero. Es muy habitual acompañar a clientes en temas comerciales de exportación e importación”, explica. Además, algunos empresarios chinos buscan en España “una plataforma inicial para acceder a otros mercados en el norte de África”. Pero “las restricciones del Gobierno chino a las salidas de capital al exterior, así como el mayor rigor de las empresas en cuanto a rentabilidad y profesionalidad, han reducido el volumen de inversión china en España”.

Aunque “la relocalización de las actividades de fabricación que se benefician de costes más bajos sigue siendo muy relevante, China ha ido perdiendo atractivo por la competencia de otros países y las restricciones medioambientales impuestas por el Gobierno”, explica el socio de Everseh Sutherland. Así, el principal potencial del gigante asiático es “su mercado actual y futuro. Muchas empresas contemplan cómo sus competidores están allí y entienden que solo pueden ser globales si tienen presencia en China”.

Actualmente, se está abonando otra ruta legal en Asia Sudoriental al abrigo del crecimiento económico que está experimentando Vietnam. Allí centra sus esfuerzos Dentons, uno de los bufetes con mayor presencia global. Con 207 oficinas en 82 países, entre ellos España, en 2015 se unió con la firma Dacheng, que hasta ese momento era el despacho de abogados líder en China. Ahora ha anunciado su fusión con LuatViet, una de las principales empresas de abogados vietnamitas.

Bufetes españoles en el gigante asiático

Los grandes despachos españoles también han desembarcado en China. El primero en llegar fue en 2002 Herrero Advocats, integrado en 2006 en Roca Junyent, aunque explican que ya no operan presencialmente allí. Sí están otros bufetes como Cuatrecasas, con oficinas en Pekín y Shanghái; Garrigues, con presencia en ambas ciudades; Net Craman, con sucursal en el sur del país; o Credilex. Hasta hace poco también estaba Uría Menéndez, aunque ahora centraliza las operaciones en España con la ayuda de un desk, un servicio con abogados de distintas oficinas y práctica del que también dispone Gómez-Acebo & Pombo.

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