La formación empresarial ‘online’ habla español

Formarse para avanzar profesionalmente, para optar a un ascenso, para ganar en empleabilidad y, por supuesto, para ganar más. La formación continua es una necesidad que ya nadie discute, y la transformación digital acelerada por la pandemia hizo que la educación online también creciera a un ritmo superior al habitual (en 2020, subió un 14 %; en 2021, un 6 %, y hoy la demanda se mantiene). No se trata de una moda pasajera, a juzgar por sus beneficios: nueve de cada 10 alumnos que completan un MBA encuentran trabajo, y casi un 73 % lo hace en un campo relacionado con sus estudios, según la última edición del Ranking FSO. Aumenta la proyección profesional (un 13,2 % de los exalumnos ocupa un puesto de alto directivo, un 36,2 % de director de departamento y un 10 % como director general), y el impacto monetario es también relevante: si antes del máster o MBA el salario medio de estos profesionales se sitúa en 23.334 euros, a su conclusión sube hasta los 29.938.

“La pandemia cambió nuestros hábitos e hizo que muchos alumnos que no se habían planteado hacer un programa online, hayan visto que esta es una opción más entre la amplia oferta que existe”, cuenta Sebastián Fernández de Lara, socio director en la consultora Hamilton Global Intelligence, coautores del Ranking FSO junto a Emagister. La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) encabeza, por sexto año consecutivo, esta lista de las 30 mejores instituciones educativas que imparten formación superior online en habla hispana dentro del ámbito de la administración y dirección de empresas; a la UOC le siguen, en el Top 5, UNIR, OBS, ESIC y Centrum. Una clasificación con fuerte presencia española (ocho de las 10 primeras, y 19 del total de 30, lo son), pero que también tiene representantes de Perú, México, Colombia, Estados Unidos, Puerto Rico, Panamá y Guatemala. En su elaboración participaron más de 250 instituciones educativas de España (34 %), Latinoamérica (63 %) y Estados Unidos (3 %), y se realizaron más de 4.000 encuestas a alumnos y exalumnos para evaluar tanto el grado de satisfacción como la empleabilidad de los estudios.

¿Por qué optar por un máster en remoto?

Las principales motivaciones que llevan a los alumnos a optar por la formación a distancia siguen teniendo que ver, principalmente, con la conciliación. Siete de cada 10 alumnos afirman que se decidieron por este formato para poder compaginar los estudios con su trabajo actual, mientras que un 11,4 % afirmó hacerlo para conciliar el máster con su vida familiar. Un análisis del perfil medio de alumno deja entrever una marcada brecha de género, ya que, un año más, los que optan por seguir formándose de esta manera son, en casi un 60 %, hombres, mientras que las mujeres se quedan en un 40 %. La edad media sube de los 37 a los 40 años, y el coste medio de estas maestrías se sitúa en los 11.371 euros.

Ahora bien, ¿cómo ha cambiado la educación digital si la comparamos con hace cinco o diez años? “Por el conocimiento que tenemos del sector, sabemos que las adaptaciones de los programas para atender a los cambios del entorno son cada vez más rápidas”, explica Fernández de Lara. “Y actualmente, las habilidades que más se demandan en los procesos de selección de personal de las áreas de dirección y finanzas son aquellas que puedan aplicarse hacia el control y manejo de los entornos digitales”. En lo que respecta a los tipos de máster más buscados, siguen mandando los MBA globales.

Aunque el principal punto fuerte de la educación online sigue siendo la conciliación, la formación en el ámbito empresarial presenta también otras fortalezas, sostiene Fernández de Lara, “como por ejemplo el papel activo del estudiante, unos materiales actualizados, la posibilidad de hacer networking con personas a miles de kilómetros y fomentar habilidades blandas como el trabajo autónomo, la gestión del tiempo y la flexibilidad”. En el lado contrario, persiste una barrera para las personas con competencias digitales mínimas, y el hecho de que para que esta formación en remoto sea efectiva, es necesario un mayor esfuerzo de responsabilidad y disciplina por parte del estudiante.

¿Son los másteres más caros los mejores?

“Lo que el alumno debe buscar es un MBA que se adapte a sus necesidades. Aunque el precio se asocia al prestigio, no necesariamente el más caro es el mejor”, advierte Fernández de Lara. Por ello, el que una determinada escuela de negocios o curso sea el más adecuado dependerá en gran medida del objetivo que se haya marcado cada persona: ascender, cambiar de sector, profundizar su conocimiento sobre un ámbito, ampliar habilidades... “Por eso, el plan académico de cada MBA es tan importante, y no todos pueden satisfacer por igual a cada tipo de perfil”, añade.

Un buen consejo es tener claras las expectativas respecto al programa y revisar cómo son tanto la metodología como los planes docentes, además de comprobar otros factores como la calidad del claustro, las acreditaciones internacionales de sus programas, la vinculación con el mundo de la empresa, la red de alumni y si disponen o no de una bolsa de trabajo. Y, por supuesto, consultar los rankings, para ver cómo se posicionan en ellos y poder así elegir el de más calidad.

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