Los abogados mutualistas calculan que deberían pagar 33.000 euros para que les reconozcan 15 años de cotización mínima
La Seguridad Social y la Asociación Nacional de Afectados por la Mutualidad de la Abogacía ya negocian el precio del año cotizado de una futura pasarela del colectivo al régimen de autónomos
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tiene entre sus asuntos pendientes cómo resolver la demanda de más de 60.000 abogados y procuradores que pertenecen a las mutualidades de sus respectivas profesiones como vehículo para su protección social y que ahora quieren pasar las aportaciones que han hecho durante sus vidas laborales al Régimen Especial de Autónomos (RETA) y obtener así pensiones del sistema público. Los afectados proponen un sistema de pasarela, según el cual podrían entregar a la Seguridad Social el total o parte del fondo acumulado en sus mutualidades a cambio de años cotizados.
La clave es, por tanto, cuánto les costaría a los abogados y procuradores mutualistas que se quieran pasar al RETA cada año de cotización. Para averiguarlo y hacer una propuesta a la Seguridad Social, la Asociación Nacional de Afectados por la Mutualidad del la Abogacía (Anama) encargó un estudio actuarial en el que se estima cuánto dinero tendrían que entregar estos profesionales a cambio de que el sistema les reconozca años cotizados por la base mínima al sistema público de pensiones.
En concreto, el informe —elaborado por los economistas expertos en Seguridad Social José Enrique Devesa y Robert Meneu, de la Universidad de Valencia; y Borja Encinas, de la Universidad de Valencia— ha calculado que para conseguir 15 años cotizados por la base mínima de cotización al Régimen de Autónomos, cada mutualista debería entregar unos 33.000 euros de su fondo en la mutualidad al sistema público. Mientras que, por ejemplo, en el lado contrario, un abogado o procurador mutualista que se fuera a jubilar el próximo año y quisiera cobrar el 100% de su pensión (para lo que en 2025 hará falta haber cotizado 36 años y 6 meses) debería traspasar a la Seguridad Social unos 79.000 euros de su fondo.
A estas cantidades se llega a través de una tabla de equivalencias de lo que costaría cada año cotizado por la base mínima según van aumentando los meses y años de aportaciones a la mutualidad. La página web de Anama (www.asociacionanama.com) incluye un simulador en el que los interesados pueden estimar cuántos años cotizados por la base mínima al RETA les reconocería la Seguridad Social según el dinero que hayan acumulado en sus respectivas mutualidades, con el diseño efectuado a esta pasarela.
Para obtener dicha tabla de equivalencias entre lo aportado por el mutualista a la jubilación (fondo acumulado) y lo que habría cotizado al RETA con ese dinero se debe hallar la parte de la cuota por contingencias comunes del sistema de autónomos que se destinaría teórica y exclusivamente a la jubilación. Así, estos expertos, tomando como fuente los datos de Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social han determinado que el factor de conversión más justo sería el 56,84%. El porcentaje restante hasta el 100% de la cotización por esa contingencia en la Seguridad Social se destina a costear otras situaciones, como las bajas laborales, incapacidades u otras pensiones.
Determinado este factor, este estudio ha obtenido, en euros corrientes de cada año, la cuota mínima que hubiera tenido que pagar cada mes el mutualista para tener cubierta la contingencia de jubilación si hubiera estado en el Régimen de Autónomos del sistema público. Y, de esta forma se determina cuanto dinero del fondo acumulado en la mutualidad deberían entregar a la Seguridad Social para que les reconozcan los años cotizados por la base mínima equivalentes.
Negociación en marcha
La afectados de Anama se han dirigido ya a la Secretaría de Estado de Seguridad Social con esta propuesta que, sin embargo, no coincide con los planes del Gobierno para diseñar esta plataforma. Así se lo trasladó recientemente el responsable de este departamento, Borja Suárez, a las personas encargadas de iniciar estas negociaciones en nombre de los afectados. La propuesta gubernamental, según fuentes conocedoras de este encuentro, elevaría el factor de conversión del 56,84% antes citado a un porcentaje por encima del 70% de la cotización por base mínima del RETA, con lo que se encarecería sustancialmente el coste para el reconocimiento de cada año cotizado.
No obstante la portavoz de Anama, la abogada Raquel Rico, ha calificado la propuesta de conversión del dinero de los mutualistas en años cotizados como “muy restrictiva”. En su opinión, desde el Gobierno deben entender “que estos expertos han hecho bien los cálculos y que con esta propuesta seremos sostenibles para la Seguridad Social”.
De hecho, Rico explica que si los responsables del Ejecutivo deciden finalmente poner un factor de conversión muy elevado que encarezca el reconocimiento de los años cotizados, muchos de los afectados pasarán poco dinero, solo para empezar a cotizar en el RETA y lograr 15 años cotizados y tener derecho a una pensión mínima. En este caso probablemente el mutualista haya cotizado los años exigidos para cobrar la prestación pero no por la cuantía suficiente para llegar a la pensión mínima, “con lo que el Estado tendrán que abonarles complementos a mínimos”, unas cuantías que paga Hacienda con impuestos y no la Seguridad Social.
Además, la propuesta que hacen estos mutualistas añade que, para que la pasarela sea aún más equitativa, aquellos que tengan un fondo acumulado superior al que necesitan para que se les reconozcan los años cotizados por la base mínima puedan también aumentar las bases de cotización, a cambio de entregar una cuantía adicional.
En definitiva, para el economista y actuario Enrique Devesa, uno de los autores de este informe, con esta pasarela, si los afectados aportaran de una sola vez al sistema una cuantía importante (entre 70.000 y 80.000 euros de promedio, que podría alcanzar unos 4.500 millones de euros). “Esto mejoraría, sin duda, la situación financiera actual de la Seguridad Social, que, además, no tendría que empezar a hacer desembolsos hasta la fecha de jubilación de los antiguos mutualistas. Por ejemplo, un mutualista con 50 años aportaría su fondo a la Seguridad Social pero no cobraría pensión de jubilación hasta 2041″, ha opinado Devesa.
Es más, la propuesta de estos expertos precisa que el momento en el que el mutualista pase a empezar a cotizar al RETA “no ha de ser coincidente con el momento en el que el fondo acumulado (en la mutualidad) se transpase a la Seguridad Social”. De hecho, su recomendación es que la norma estipule un plazo similar al que ya se aplica a los planes de pensiones a través de las llamadas ventanas de liquidez.
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