_
_
_
_

Los accionistas de Tesla aclaman a Elon Musk tras aprobar su bonus multimillonario

El magnate asegura a los inversores que la compañía puede alcanzar una valoración de más de 20 billones de dólares, 10 veces más que Apple, por sus robots y los coches autónomos

Elon Musk
Elon Musk, durante su intervención en la junta de Tesla, en una toma de pantalla de la retransmisión del acto por la compañía.
Miguel Jiménez

“¡Bienvenidos a Texas! La casa de Tesla”. Con esas palabras empezó la junta de accionistas del gigante de los coches eléctricos, celebrada este jueves en un clima de culto a la figura de Elon Musk. Los accionistas presentes en la fábrica de Tesla en Austin, algunos de los cuales se habían ganado la asistencia en un sorteo, aplaudieron a rabiar las dos propuestas más polémicas: ratificar una estratosférica retribución a Musk de unos 50.000 millones de dólares y trasladar el domicilio legal de la empresa de Delaware a Texas. Los accionistas aprobaron ambas propuestas, según ha anunció el secretario del consejo. El bonus recibió un 77% de votos a favor y el traslado, el apoyo del 63% del capital. El delirio llegó cuando Musk, el líder carismático, apareció en escena. Los accionistas puestos en pie le aclamaron.

Elon Musk ya había tuiteado la víspera que ambas propuestas habían recibido un amplio apoyo de los accionistas, pero ha sido durante la junta cuando se ha hecho oficial. El consejero delegado de la compañía empezó su intervención justo después de que se anunciase la aprobación de las propuestas y compareció de buen humor. “Sólo quiero empezar diciendo: joder, os quiero”, fueron sus primeras palabras.

“Tenemos la base de accionistas más impresionante. Es simplemente increíble para cualquier empresa cotizada”, dijo. “Tenemos una gran junta de accionistas aquí para recapitular los logros de la empresa y decirles hacia dónde vamos. Y creo que es increíble. Creo que no solo estamos abriendo un nuevo capítulo para Tesla. Estamos empezando un nuevo libro”, afirmó.

Una valoración de más de 20 billones

“Hacia dónde van las cosas: creo que simplemente va a ser absolutamente alucinante. Obviamente, estamos haciendo grandes progresos en la solución del problema de la energía sostenible con vehículos eléctricos y con almacenamiento estacionario con energía solar. Y luego, creo que en términos de valor de la empresa, lo que es gracioso para mí es solo una cosa tan alucinante que, como se ha dicho, ustedes entienden, pero creo que la mayor parte del mundo aún no entiende”, se ha explayado. “Al hablar con muchos de los grandes inversores institucionales, a menudo están en Nueva York, y no conducen coches. Así que es como: ‘¿Has conducido nuestro coche? ¿Has probado la autoconducción, ya sabes, la versión 1, 2, 3?’ Y ellos son como ‘Oh, no’. ‘Bueno, deberías probarlo. Eso sería una buena cosa que hacer. Y si solo trazas los puntos en la curva de cómo progresa la autonomía, y solo crees en la curva, se dirige hacia la autoconducción sin supervisión, muy rápidamente, a un ritmo exponencial”, continuó.

El empresario tiene una visión en que el coche autónomo es una mezcla de Uber y Airbnb, en la que el coche sin conductor hace de taxi y los propietarios de vehículos pueden aportarlos a la flota cuando no los necesiten. “Tesla se llevará una parte de los ingresos. Pero la mayor parte del dinero irá al propietario del coche. Y esto es lo que realmente va a funcionar, esto es lo que va a pasar. Recordad mis palabras. Esto es simplemente una cuestión de tiempo. Admito que soy un poco optimista a veces, pero si no fuera optimista, esto no existiría, esta fábrica no existiría”, explicó.

El magnate habló a los accionistas a continuación del desarrollo de los robots humanoides como Optimus, que espera que sirvan para tareas de fabricación, como compañía, para cuidar a los niños... Pueden generar un beneficio anual de un billón de dólares anuales para la compañía, aseguró. Usando un multiplicador de valor de 20 o 25 veces ese beneficio, argumentó, la compañía puede valer en el futuro 20 o 25 billones de dólares solo por esa línea de negocio y 5 o 10 billones más por el coche autónomo. “Creo que es realmente concebible, entra dentro de lo posible que Tesla alcance una valoración 10 veces superior a la de la empresa más valiosa de la actualidad”, dijo. Justo este jueves Apple ha superado de nuevo a Microsoft y se ha convertido en la empresa con mayor capitalización bursátil, con 2,29 billones de dólares.

Las propuestas aprobadas

La propuesta más polémica del orden del día consistía en respaldar una multimillonaria retribución sin precedentes a Elon Musk. Ya fue en su día aprobada por la junta, pero una jueza de Delaware la anuló por haberse puesto en marcha con un proceso viciado por el amiguismo y los conflictos de intereses. Los accionistas presentes en Austin, sin embargo, se mostraban encantados de ratificar ese extraordinario premio al éxito de la empresa. Todos los hitos de ingresos, resultado bruto de explotación y capitalización bursátil a que estaba sometida la retribución (y que eran muy ambiciosos) ya se cumplieron.

En 2018, Tesla estimó el valor del paquete de retribución de Musk en 2.280 millones de dólares, lo que ya lo convertía en un récord, pero la cuantía real aumentaba a medida que se revalorizaban las acciones. El bonus consiste en opciones para adquirir 303.960.630 acciones, valoradas a precio de mercado actual (182,5 dólares por acción) en 55.500 millones de dólares. Como el precio de ejercicio de esas opciones es de 23,34 dólares por título, el beneficio implícito estaría valorado ahora en unos 46.400 millones de dólares (48.400 millones de euros).

Que la retribución haya sido respaldada por los accionistas no despeja del todo el camino para que la haga efectiva. Está por ver que la jueza que la anuló la considere ahora válida. La votación también ayuda a que Musk pueda ganar un hipotético recurso ante un tribunal superior.

La otra propuesta estrella era el traslado del domicilio legal de la empresa a Texas, donde está la sede operativa, desde Delaware, donde está constituida y registrada ahora. Para ella se necesitaba no solo la mayoría de la junta, sino la mayoría de todo el capital, pero también se había alcanzado en el voto anticipado, según Musk.

Las grandes empresas estadounidenses eligen mayoritariamente Delaware por su legislación flexible y útil para las empresas, por sus ventajas fiscales y por todo su ecosistema en favor de los negocios, incluidas la regulación y los mecanismos de resolución de litigios. Musk, sin embargo, salió escaldado de la seriedad de Delaware en materia corporativa. Cuando firmó el acuerdo para comprar Twitter y luego quiso echarse atrás con excusas que no se sostenían, la demanda de la empresa contra él para hacerle cumplir lo firmado tenía todos los visos de prosperar. Finalmente, Musk se rindió y fue adelante con la operación. Tras comprar la empresa, se llevó el domicilio social a Nevada. También fue en Delaware donde la jueza anuló su estratosférica retribución. Después de ese fallo, Musk montó una encuesta en su red social en la que sus seguidores votaron a favor del traslado.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_