El Reino Unido entró en recesión a finales de 2023

Los malos presagios se han cumplido. El Reino Unido cerró 2023 con el presentimiento de que iba a entrar en recesión, y este jueves la estadística lo ha confirmado. La economía británica retrocedió un 0,3% en el último trimestre del año anterior. Al ser un mal dato consecutivo al retroceso del 0,1% registrado entre julio y septiembre anteriores, el país ha entrado en una recesión técnica. Dos trimestres seguidos con saldo negativo, según la definen los expertos. El primer ministro conservador, Rishi Sunak, que se enfrenta a un año electoral con las encuestas en su contra, basó toda su estrategia política en la recuperación de la actividad económica.

Los elevados tipos de interés y el alza del coste de la vida frenaron el consumo de los ciudadanos británicos. Fue la puntilla de un retroceso generalizado en todos los sectores de la economía. “Todos los principales sectores han caído en el [último] trimestre. La producción industrial, la construcción y la venta mayorista experimentaron los mayores retrocesos, que fueron en parte contrarrestados por el aumento de la actividad hotelera y del alquiler de vehículos y maquinaria pesada”, ha explicado la directora de Estadísticas Económicas de la Oficina Nacional de Estadística (ONS, en sus siglas inglesas) del Reino Unido.

La agencia de calificación Fitch emitió esta semana un informe en el que mostraba su preocupación por la evolución fiscal del país, con un déficit estimado del 6% del PIB en 2023. La agencia confía en que el presupuesto de marzo de este año, que el Gobierno de Sunak debe presentar, ayude a corregir los desequilibrios, pero sugiere en su informe la posibilidad de rebajar la calificación AA- que actualmente tiene el Reino Unido.

“La promesa de Rishi Sunak de que haría crecer la economía ha quedado hecha pedazos. El primer ministro ya no tiene credibilidad para asegurar que su plan de recuperación está funcionando y que está dando la vuelta a la situación después de catorce años de declive conservador”, ha denunciado Rachel Reeves, la portavoz de Economía de la posición laborista y, si las encuestas aciertan, la futura ministra. “Esta es la recesión de Sunak, y las noticias van a sumir en una profunda preocupación a las familias y a las empresas del Reino Unido”, ha pronosticado.

El Gobierno británico se aferra a la reducción de la inflación, que se sitúa en estos momentos en un 4%, después de haber llegado hace poco más de un año a los dos dígitos. La expectativa tanto de Downing Street como la de los analistas reside en que el Banco de Inglaterra (BoE, en su siglas inglesas) comience a suavizar su política monetaria. Actualmente, el tipo de interés se sitúa en el 5,25%. El gobernador del BoE, Andrew Bailey, ya ha exrpresado su confianza en que la economía británica experimente una ligera mejoría a lo largo de 2024.

La debilidad de los datos conocidos hasta ahora, junto con una inflación todavía más de un punto superior a la de la eurozona y un ciclo constante de huelgas en el sector público, lleva a muchos analistas a definir como plana, o muy débil, la evolución económica del país, durante un año en el que el Gobierno conservador necesita algo más que unas décimas para cambiar el clima de pesimismo generalizado.

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