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Las grandes organizaciones agrarias se unen a las protestas y mantienen la tensión en las carreteras

La policía detiene a 19 personas desde el martes y un guardia civil resulta herido en Zafra

Una fila de tractores atraviesa Ávila durante la tercera jornada de protestas de los ganaderos y agricultores.
Una fila de tractores atraviesa Ávila durante la tercera jornada de protestas de los ganaderos y agricultores.Rafael Bastante (Europa Press)
Álvaro Sánchez

Los agricultores han mantenido encendida la llama de las protestas este jueves, con cortes de carreteras en hasta ocho comunidades autónomas, detenciones en Burgos y Almería, e incluso una agresión a un guardia civil en Zafra (Badajoz), herido leve en la cara tras ser alcanzado por un palo lanzado por los manifestantes. Las concentraciones, a las que se han unido las grandes organizaciones (Asaja, COAG y UPA), buscan sostener la tensión antes de la gran marcha sobre Madrid prevista para este sábado, que quieren convertir en un punto de inflexión de la reivindicación de unos precios más justos, menos carga burocrática y mayor control de la importación de productos de fuera de la Unión Europea libres de los requisitos a los que sí están sujetos los agricultores comunitarios.

Los llamamientos a apretar en estas jornadas de transición hasta el sábado llegaron incluso desde las instituciones. Ángel Samper, consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, liderado por el Partido Popular y Vox, trasladó a los manifestantes surgidos de las redes sociales y los chats el mensaje de no aflojar ahora que sus reclamaciones se han colocado en el foco político y mediático. “Les he dicho que tiene que haber organización, que hay que actuar con convicción, mantener las movilizaciones y el grado de tensión y que no sean flor de un día”, reveló.

En una jornada en la que las asociaciones agrarias profesionales Asaja, COAG y UPA convocaron protestas en Ciudad Real, Huesca, Salamanca y Ávila, tomando así el testigo de los chats de Telegram y WhatsApp donde se propagaron animadas por la plataforma 6F, hubo cortes de carreteras en Extremadura, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Navarra. Y en algunos casos desbordaron la movilización pacífica. En Logroño y Pamplona hubo discusiones y forcejeos entre los manifestantes y los policías. Aunque las detenciones se produjeron en Burgos, donde dos agricultores fueron arrestados por impedir el paso al resto de vehículos en una autovía a la altura del municipio de Rubena, y en El Ejido (Almería), donde dos hombres fueron acusados de desobediencia y desórdenes públicos por el corte de la autovía A-7, sobre la que arrojaron cajas de plástico a las que prendieron fuego para evitar el paso de los vehículos. En total, 19 personas han sido detenidas desde el inicio de las protestas agrícolas el martes hasta las 12.00 de este jueves 8 de febrero, según el Ministerio del Interior. Otras 2.725 han sido identificadas por las fuerzas de seguridad por si les es aplicable una sanción administrativa. El subdelegado de Gobierno en Almería, José María Martín, informó de que las autoridades trabajan “para garantizar la libre circulación de personas”, dado que estima que el derecho de los agricultores a manifestarse no debe interceder con el de los ciudadanos y las mercancías a desplazarse.

En paralelo a esas escenas de tensión, la interlocución política con los movilizados también continuó. Tras la reunión fallida del miércoles con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el conseller de Acción Climática, David Mascort, un grupo de ocho payeses de la plataforma 6F en Cataluña central se reunieron este jueves en el Parlament con todos los grupos excepto PP y Vox. Además, se vieron con la presidenta de la Cámara, Anna Erra. El resultado, según Joan Rius, uno de ellos, fue satisfactorio. “Estamos ya muy cansados, pero las dos noches en la calle han merecido la pena. No solo hemos podido expresar nuestras inquietudes y ser escuchados, sino que volvemos con garantías”.

Rius desveló que suscribieron un acuerdo para revisar las restricciones del plan de emergencia por sequía de la Generalitat, que reduce en un 50% el agua disponible para el ganado, así como sobre el pago de las ayudas pendientes de los últimos dos años, y la reducción de la carga burocrática, uno de los asuntos clave por el exceso de trámites que denuncian tener que compaginar con el ya de por sí exigente trabajo agrario.

Corte de los accesos a Madrid

Esos entendimientos puntuales no van a interrumpir la estrategia de los agricultores de colapsar ciudades. El portavoz jurídico de la plataforma 6F, Xaime da Pena, ha anunciado en una rueda de prensa que este viernes pondrán el foco en Zaragoza. Da Pena ha reconocido que las tractoradas han perdido algo de fuelle, pero lo achacó a que la cita en Madrid de este sábado es ahora la prioridad. “Seguramente haya problemas de suministros, porque se van a cortar las principales vías de acceso a la capital”, advirtió. Y culpó al “colapso burocrático” de que las manifestaciones no hayan recibido los permisos para celebrarse.

La posibilidad de que los tractores traten de rodear Ferraz, donde se encuentra la sede nacional del PSOE, ha desatado reacciones. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, afirmó que nunca llamarán a manifestarse ante la sede de ningún partido o la residencia de presidentes autonómicos, algo que vincula más a cuestiones ideológicas que al activismo agrario. En el mismo sentido, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, cree que este tipo de llamamientos está “alejado” de los intereses del campo, y tienen intencionalidad política.

Álvarez dijo compartir las reivindicaciones del campo, y pidió a la Comisión Europea que “sea sensible” a estas peticiones, aunque quiso distanciarse de quienes cargan contra Bruselas y le echan la culpa de la situación del sector: aclaró que UGT es un sindicato europeísta, y recordó que los agricultores no solo se benefician de las subvenciones de la Política Agraria Común, sino del mercado único.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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