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Nathan Blecharczyk, cofundador de Airbnb: “No somos los que más impacto generamos en el problema de la vivienda”

El director de estrategia de la plataforma de pisos turísticos lamenta en un foro en Barcelona que la regulación en Nueva York ha llevado a muchos pisos a anunciarse en portales menos transparentes

El empresario y multimillonario estadounidense Nathan Blecharczyk, cofundador de Airbnb, durante su intervención en Smart City Expo World Congress este martes en Barcelona.
El empresario y multimillonario estadounidense Nathan Blecharczyk, cofundador de Airbnb, durante su intervención en Smart City Expo World Congress este martes en Barcelona.Andreu Dalmau (EFE)
Josep Catà Figuls

Uno de los tres cofundadores de Airbnb, la plataforma de pisos turísticos creada en 2008 en San Francisco, ha estado en Barcelona este martes y se ha alojado en uno de los apartamentos anunciados en su aplicación. “No suelo decir que soy uno de los jefes, porque la gente se pone nerviosa”, ha explicado Nathan Blecharczyk en la conferencia que ha protagonizado en la Smart City Expo World Congress, celebrada en las instalaciones de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat. Su charla ha llamado la atención entre los asistentes, en una ciudad donde se alojan cada día 171.000 turistas (de ellos, más de 44.000 en pisos turísticos según un estudio de la Universitat de Girona con datos de 2019), y donde el grave problema de acceso a la vivienda ha tensado la relación entre los vecinos y el sector turístico. “Nuestra plataforma no es lo que más impacto tiene en el problema de la vivienda”, ha defendido.

Tras el bache de la pandemia, los ingresos y los beneficios de Airbnb se han disparado después de un verano a plena actividad: la empresa obtuvo un resultado neto solo en el tercer trimestre de 1.605 millones de dólares (un 31% más que en el mismo periodo del año anterior), y sus ingresos se dispararon un 18%, hasta los 3.397 millones de dólares. La plataforma fundada por Brian Chesky (que es su director ejecutivo), Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk cuenta con todo el músculo necesario para hacer frente a una ola de regulaciones que en distintos puntos del planeta está tratando de poner límite a su actividad.

Restricciones como la aprobada en Nueva York en septiembre o las que están en vigor en Portugal o en Barcelona dejan a Airbnb y otras plataformas sin margen para operar en las ciudades. Este mismo martes, Cataluña ha aprobado un decreto para limitar la concesión de licencias de pisos turísticos, tanto en número como en el tiempo de vigencia de los permisos. También este martes, Italia ha ordenado el embargo de 780 millones a la plataforma por presunta evasión fiscal. A principios de octubre, el director ejecutivo reconoció a Bloomberg que la empresa está “organizando la casa”, y señaló como prioridad el mantenimiento de los precios bajos, frente a unos precios hoteleros que en general han subido.

“La compañía está en una posición muy fuerte y nos hemos recuperado del todo de la pandemia. Lo que aprendimos entonces es que no podíamos hacer de todo, teníamos que priorizar y enfocarnos en lo que es la esencia de nuestro negocio”, ha explicado Blecharczyk en su conferencia, una conversación con Mar Galtés, directora de desarrollo corporativo en la asociación Tech Barcelona. La esencia del negocio es ofrecer pisos turísticos, ya sea enteros o solo una habitación, un modelo que les ha llevado a estar presentes en más de 100.000 ciudades y a tener más de siete millones de anuncios activos.

Blecharczyk ha dicho ser consciente del impacto que genera su actividad en las ciudades: “Son desafíos muy intensos para las comunidades, el tema de la vivienda es muy complejo. Pero muchos estudios dicen que la actividad de Airbnb no es lo que más impacto genera en el acceso a la vivienda asequible. Hay factores más importantes como la zona o el planeamiento urbano. Son grandes problemas estructurales, que si no se afrontan no van a mejorar”, ha resumido. El cofundador de Airbnb también ha afirmado que el problema de la masificación turística en algunas ciudades es un problema del sector, no de una plataforma concreta: “En Venecia, por ejemplo, Airbnb acoge a solo el 4% de los turistas, o en Ámsterdam al 5%. No somos suficientemente grandes coo para solucionar solos el problema, es una cuestión del sector”.

Blecharczyk ha defendido que muchos de sus usuarios “necesitan los ingresos” que les aporta el poder alquilar una habitación o una residencia, y ha afirmado que Airbnb permite llevar el turismo fuera del centro de las ciudades, donde están la mayoría de hoteles. “Hace tiempo que existe la regulación, en el 80% de las ciudades donde estamos, la actividad está regulada y es algo que nosotros pedimos. Al principio, quisimos hablar con la ciudad de Nueva York para ello, pero éramos demasiado pequeños, ahora sí que lo regulan pero a la práctica nos dejan fuera”, ha explicado, para abundar en las consecuencias de la medida: “Lo que hemos visto ha sido un éxodo masivo de anuncios a otras plataformas que no son tan transparentes, un mercado gris. También hemos visto aumento de precios y no hay datos de que haya aumentado la oferta de alquiler. No ha conllevado ningún cambio en este sentido”. Con todo, ha asegurado que la empresa apoya la regulación en la que está trabajando la Comisión Europea, y ha destacado la buena relación que tiene hasta con ciudades que han limitado su actividad: “La relación con Barcelona es muy positiva, ahora hay más confianza y queremos diseñar un futuro juntos”.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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