Endesa gana un 28% menos por la subida de tipos y pese a los mayores márgenes en luz

La segunda mayor eléctrica de España, Endesa, cerró los nueve primeros meses de 2023 con un descenso anual del 28% en su beneficio ordinario neto: 1.059 millones de euros, la cifra más baja desde el año de la pandemia. El resultado bruto de explotación (Ebitda, el mejor indicador de su negocio principal, la producción de electricidad y la venta de luz y gas) cayó un 3% en términos comparables, hasta los 3.353 millones. No obstante, la empresa argumenta que sin el nuevo gravamen sobre las energéticas y sin tener en cuenta la sentencia del año pasado sobre el bono social —favorable a sus intereses—, este habría subido un 7%. Y reitera que cerrará el ejercicio “en la parte alta” de su previsión de ganancias.

La losa financiera se disparó en 284 millones, tanto por el aumento del coste de la deuda —a raíz de la abrupta subida de los tipos de interés— como por la actualización de las provisiones, “derivadas del mayor nivel inversor”. La compañía que dirige José Bogas también achaca directamente el achicamiento de su cuenta de resultados al impuesto extraordinario sobre las energéticas; sin embargo, la partida de impuestos fue 149 millones menor que en el mismo periodo del año anterior.

La energética cerró septiembre con una deuda neta de 11.551 millones de euros, un 6,3% más. Un aumento que la compañía achaca al “pago de dividendos” y a “las inversiones acometidas”.

Las inversiones continuaron a buen ritmo, con un crecimiento del 2% respecto al mismo periodo del año pasado, según la información remitida a primera hora de este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Más de tres cuartas partes del total invertido (1.509 millones) fue a parar a redes —que han mejorado claramente su desempeño financiero y a donde va a parar el 40% de las nuevas inversiones— y plantas de generación renovable. Estas últimas, que sumaron el 36% de las nuevas inversiones, ya suman 9,3 gigavatios (GW) de potencia instalada, 0,8 más que hace un año.

La compañía, como su matriz Enel (controlada por el Estado italiano), está a punto de desvelar su plan estratégico para los próximos años, que verá la luz a mediados de noviembre.

Más ganancias en el mercado libre de la luz

La normalización de los márgenes en el mercado de gas —donde Endesa hizo mucho dinero en un 2022 marcado de principio a fin por la volatilidad— se vio más que compensada por el brutal incremento del margen en el negocio eléctrico. En concreto, el margen bruto obtenido por la eléctrica en el mercado libre de la luz en España sumó 882 millones de euros más que en los nueve primeros meses del año pasado. Un comportamiento que la propia compañía explica por la normalización de las condiciones de comercialización —con unos precios finales de venta sustancialmente más altos que antes de la crisis energética— y el “mayor margen renovable”.

Endesa cuenta con 10,5 millones de clientes de electricidad en España: 6,9 en el mercado libre —el más rentable para ellos, que registra un crecimiento de contratos del 1% en el último año— y 3,7 en el regulado —donde las ganancias para las eléctricas suelen ser mucho más reducidas, y donde su base de clientes cayó un 3%—.

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