La patronal del gran consumo rechaza la reducción de la jornada laboral: “Vamos a destrozar la competitividad”

La reducción de la jornada laboral acordada por el PSOE y Sumar para sellar el pacto de investidura de Pedro Sánchez ha topado con el rechazo de los empresarios, también en el sector de productos de gran consumo, uno de los grandes empleadores de la economía española con 4,5 millones de puestos. “Vamos a destrozar la competitividad”, ha asegurado Javier Campo, presidente de Aecoc, la asociación que representa a 33.000 fabricantes y distribuidores como Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés, Coca-Cola y Procter & Gamble. La organización considera que son necesarias reformas estructurales, pero que “la confrontación permanente” en la que se ha instalado el debate político no ayuda: “No puede salir nada bueno de ello”.

En su intervención en la apertura del congreso anual de Aecoc, que este año se celebra en Zaragoza, Campo ha sido crítico con la política económica llevada a cabo por el Gobierno de coalición del PSOE y Sumar —ahora en funciones—, aunque sin mencionar directamente a estos partidos. Ha hecho un balance de la evolución de la economía desde la pandemia y ha destacado que la presión fiscal está, de forma “injustificada”, muy alta. También ha hecho hincapié en que, si bien se han creado desde entonces 1,1 millones de empleos, las horas trabajadas siguen siendo las mismas, lo que ha mermado la productividad de la economía española. “Esto se debe a tres factores: ha crecido el absentismo y se ha contratado a gente para sustituir esas bajas; ha crecido el empleo público, donde de media se trabaja menos horas, y ha aumentado la contratación parcial”.

“La productividad se está convirtiendo en un mal endémico”, ha añadido y, “con medidas como la de la reducción de jornada, va a ir a peor”, ha rematado ante los asistentes. “Yo viví la llegada de las 35 horas semanales en Francia, cuando trabajaba en Carrefour, y no ha funcionado, porque había una serie de mandos intermedios difíciles de cubrir”, ha dicho en una rueda de prensa posterior. El director general de Mantequerías Arias, Javier Roza, estima que la medida, de salir adelante, supondrá hasta un 10% de subida de los costes laborales. En un encuentro con periodistas, ha señalado que lo mejor es negociar este tipo de medidas con los agentes sociales para determinar cómo se pueden aplicar o si es conveniente hacerlo. “Me parece una falta de respeto que estas medidas se tomen sin el acuerdo de los empresarios, porque somos nosotros los que vamos a pagarlo y no va a ser bueno ni para los empleados ni los empresarios, porque se va a perder competitividad”, ha añadido por su parte Alfonso Jiménez, presidente de la empresa de platos preparados Cascajares.

Tras dos años de fuerte subida de los precios, en especial de los alimentos (subida interanual del 10,5% en septiembre), las empresas del sector todavía advierten de que hay mucha incertidumbre para los próximos meses, pero Campo confía en que “a finales de este año se recuperen los márgenes”. Una encuesta realizada por Aecoc a empresarios del sector apunta a que el 76% prevé que el consumidor se verá más afectado por la pérdida de poder adquisitivo en los próximos meses y un 40% anticipa que se mantendrá la actual tendencia de caída de los volúmenes de venta. El 78% prevé un crecimiento de la actividad promocional.

“La inflación ha sido un verdadero drama para nosotros”, ha asegurado. El presidente de Aecoc ha destacado que aún se ven repuntes de los precios de la energía que tendrán su impacto en el conjunto del sector del gran consumo. “En los años 2021 y 2022 los márgenes en nuestro sector han caído”, ha asegurado, y ha negado que haya un exceso de márgenes. “Son muy ajustados y hay mucha competencia, con una enorme sensibilidad de precios por parte de los consumidores”. Las empresas, ha dicho, esperan que la inflación remita el año que viene, pero hay mucha incertidumbre: “En alimentación creo que puede haber una bajada más fuerte que la media”.

España, líder europeo en marca blanca

La inflación, y su impacto en la cesta de la compra, ha modificado los hábitos de consumo. Y uno de los cambios ha sido el crecimiento de la marca blanca, que ha crecido por la búsqueda de productos más asequibles en detrimento de las marcas del fabricante. El presidente de Aecoc ha destacado, en este sentido, que su peso ha alcanzado por primera vez en Europa el 43% en valor en el último trimestre, por encima de Alemania y Reino Unido.

Para la campaña de Navidad, los datos de la patronal afirman que el 54% de las empresas del sector esperan que crezca la actividad promocional y el 51% espera una buena campaña.

Sostenibilidad e Inditex

Uno de los invitados en el congreso ese miércoles ha sido el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras. El ejecutivo del grupo propietario de Zara, empresa que no pertenece a Aecoc, ha explicado cuáles son los motores de crecimiento de la empresa, con beneficios y facturación récord en 2022 y que se espera se repitan este 2023. “Nuestro modelo de negocio es sólido, robusto, con un grado de estabilidad importante, pero una alto componente de adaptación al cambio, y se basa en nuestra propuesta de moda, en poner al cliente en el centro, la sostenibilidad y las personas”.

Precisamente en Zaragoza, la empresa tiene uno de los principales centros logísticos del mundo, en el que ha invertido más de 600 millones de euros. “Podemos tener las mejores tiendas, en las mejores localizaciones y los mejores productos, pero es necesario un transporte que los lleve a los clientes cuando estos los demandan”, ha dicho el consejero delegado. Dos tercios de las devoluciones de compras por internet se devuelven ya en las tiendas físicas, ha destacado. La empresa empezó el año pasado a cobrar por las devoluciones que se realizan desde casa, que generan un gran coste, y ha facilitado la gestión de éstas en la tienda física.

En cuanto a la sostenibilidad, Inditex ha anunciado este miércoles una alianza con Ambercycle, una start-up con sede en Los Ángeles, para incrementar la producción de poliéster reciclado. Se trata de un acuerdo de tres años para comprar una parte significativa de la producción anual de cycora (un material hecho de residuos postindustriales y postconsumo de poliéster) que produce esta firma estadounidense por 70 millones de euros.

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