Las tensiones geopolíticas impiden que el FMI pacte un comunicado para cerrar sus reuniones anuales

Las tensiones geopolíticas han marcado las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Hasta el punto de que, por cuarta vez consecutiva, su máximo órgano asesor ha sido incapaz de llegar a un acuerdo para emitir un comunicado sobre los asuntos prioritarios de los miembros de la institución con sede en Washington durante su reunión de esta semana en Marraquech. La razón es que los miembros del órgano, entre los que están Rusia y Estados Unidos, no lograron pactar una referencia a la guerra de Ucrania. En lugar de ello, se emitió una declaración de la presidenta del órgano, la también vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño. “No fue posible”, ha lamentado Calviño.

Desde que estallara la guerra de Ucrania, el Comité Monetario y Financiero Internacional no ha podido emitir un comunicado conjunto. El órgano asesor del FMI está integrado por 24 países que luego dan cuenta a todo el plenario. Entre ellos están Rusia, Estados Unidos, China, Reino Unido, Alemania, España o Francia. “Hemos hecho todo lo posible para llegar a un comunicado”, ha afirmado Calviño en su comparecencia junto a la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.

La falta de una nota conjunta que fije las prioridades en política económica pone de manifiesto hasta qué punto las tensiones geopolíticas están impregnando el funcionamiento de las instituciones multilaterales. Precisamente, durante estas jornadas se han destacado que conflictos como el de Ucrania e Israel ponen en jaque la economía mundial en un momento muy delicado, marcado por el aumento de los costes de la deuda, que amenaza a las economías más empobrecidas, y un proceso de repliegue del mundo en bloques. Según fuentes citadas por Bloomberg, algunos países europeos rechazaban un comunicado que no se refiriera al conflicto en Ucrania con la dureza necesaria.

Calviño, en cambio, procedió a citar las grandes preocupaciones que, según dijo, sí comparten los miembros del comité, entre ellas, “salvaguardar la estabilidad financiera, reducir la inflación y garantizar la sostenibilidad fiscal, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables”. Además, la vicepresidenta española afirmó que había un acuerdo para un “aumento significativo” de las cuotas, aunque no se ha podido cerrar durante estas reuniones y se terminará a perfilar de aquí a diciembre.

El pacto, según fuentes consultadas, sería en todo caso sobre aumentar la cantidad asociada a las cuotas, sin modificarlas todavía. Ahí no hay acuerdo. China, que tiene el 6% de los derechos de voto pero supone el 18% de la economía mundial, pide aumentar su poder en el FMI. Y los emergentes también piden paso. Estados Unidos, sin embargo, no quiere perder su cuota actual de más del 15%, que le da derecho a veto.

La vicepresidenta española deja el próximo mes de diciembre este cargo. Calviño ha destacado que han sido “dos años desafiantes para presidir el comité, marcados por la terrible agresión de Rusia contra Ucrania, la salida de la pandemia, los desafíos derivados del alto nivel energético y alimentario y de los altos precios de las materias primas, la inflación, los tipos de interés al alza y las vulnerabilidades de la deuda”. Sin embargo, la vicepresidenta ha destacado también medidas adoptadas en estos dos últimos años, como la Ventanilla de Crisis Alimentarias ante la fragilidad de los países más empobrecidos tras la guerra de Ucrania, el Fondo para la Resiliencia y la Sostenibilidad y el Fondo para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza.

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