Fitch rebaja la calificación de la deuda de Estados Unidos a AA+
La secretaria del Tesoro critica la decisión y asegura que la agencia de calificación se basa en “datos anticuados”. Destacados economistas subrayan que la solvencia del país no está en duda
La agencia Fitch ha rebajado este martes la calificación de la deuda de Estados Unidos al nivel AA+, un punto por debajo de la nota más alta. La decisión llega tres meses después de haber sometido la calificación a “observación negativa” por los retrasos en la negociación sobre el techo de deuda. La agencia se ha referido en un comunicado al “deterioro fiscal esperado” durante los próximos tres años y a la deuda “cada vez más alta” del Gobierno estadounidense entre los motivos por los que ha tomado la decisión. La misma medida fue tomada por S&P Global Ratings hace más de una década.
La pérdida de la calificación AAA, la calificación crediticia soberana de primer nivel, ha provocado este miércoles una caída en los mercados bursátiles internacionales. Las pérdidas en Europa arrastraron a la baja el índice regional de referencia en su mayor caída en casi cuatro semanas, el índice FTSE 100 del Reino Unido se hundió y los futuros del S&P 500 y el Nasdaq 100 cayeron más del 1%, un claro retroceso en Wall Street tras cinco meses de subida. El índice S&P ha subido un 19% en lo que va de año. La reacción a la noticia de Fitch era más calmada en los bonos del Tesoro y el dólar. Los rendimientos se mantenían estables, mientras que un indicador de la fortaleza del dólar mostraba escasa variación.
La noticia de la rebaja, que la agencia atribuye al “deterioro de la gobernanza” en la primera economía del mundo, coincidió con la de la tercera imputación en cuatro meses de Donald Trump, lo que llevó a muchos a establecer una relación entre ambos hechos. Nada que ver, como explicitó la agencia, que señala los reiterados enfrentamientos políticos entre demócratas y republicanos por el límite de la deuda en las últimas dos décadas. “La rebaja de calificación de EE UU refleja el deterioro fiscal que se espera para los próximos tres años, una alta y creciente carga de deuda general del Gobierno, y el deterioro de la gobernanza en relación con sus pares con calificación ‘AA’ y ‘AAA’ durante las últimas dos décadas”, señaló Fitch en un comunicado. “En opinión de Fitch, los estándares de gobierno se han deteriorado durante los últimos 20 años, incluido en asuntos fiscales y de deuda, a pesar del acuerdo bipartidista de junio para elevar el techo de deuda”.
La Administración de Joe Biden exhibe los buenos datos económicos del año (crecimiento del PIB, desempleo en mínimos, caída de la inflación) como logros, de ahí que la decisión de Fitch haya caído como un jarro de agua fría en Washington. La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, emitió a última hora del martes un comunicado criticando la decisión, y asegurando que se basa en “datos anticuados”. “La decisión de Fitch no cambia lo que los estadounidenses, los inversores y la gente de todo el mundo ya sabe: que los valores del Tesoro son el activo líquido y seguro preeminente, y que la economía estadounidense es fundamentalmente fuerte”, señala Yellen. La titular del Tesoro defendió también las políticas económicas de la Administración de Joe Biden y aseguró que su presupuesto reduciría el déficit en más de 2.000 millones de dólares.
Al mismo tiempo, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, resaltó en un comunicado que “el modelo de calificaciones que utiliza Fitch empeoró durante el mandato del presidente Trump y después mejoró bajo el presidente Biden”. “Desafía a la realidad rebajar la calificación de Estados Unidos en un momento en que el presidente Biden ha traído la recuperación más fuerte de cualquier gran economía del mundo”, criticó la portavoz, que atribuyó los principales riesgos económicos al “extremismo” de los republicanos.
Expertos como Paul Krugman, premio Nobel de Economía, criticaron también la decisión por las señales de resiliencia de la economía estadounidense. “Fitch rebaja la calificación de EE.UU., una decisión amplia y correctamente ridiculizada; no tiene sentido ni siquiera según sus propios criterios declarados”. El economista Mohamed el Erian, asesor principal de Allianz SE, desaprobó también el movimiento. “Estoy muy desconcertado por muchos aspectos de este anuncio, así como por el momento elegido. Sospecho que no seré el único. Es probable que la gran mayoría de los economistas y analistas de mercado que analicen este asunto se sientan igualmente perplejos por las razones aducidas y el momento elegido. En general, es mucho más probable que este anuncio sea desestimado a que tenga un impacto perturbador duradero en la economía y los mercados estadounidenses”, publicó en la red conocida como Twitter. Larry Summers, exsecretario del Tesoro, manifestó que, si bien hay motivos para preocuparse por la trayectoria a largo plazo del déficit de EE UU, la capacidad del país para pagar sus deudas no está en entredicho.
La decisión anunciada este martes empezó a gestarse en mayo, cuando Fitch puso en observación negativa la calificación crediticia de EE UU. Entonces demócratas y republicanos parecían incapaces de ponerse de acuerdo para elevar el techo de deuda -el límite legal al dinero que el país puede pedir prestado-, que solo puede modificar el Congreso. Finalmente, la Casa Blanca alcanzó un acuerdo con los republicanos de la Cámara Baja para suspender el techo de deuda hasta 2025 a cambio de capar el gasto público. En 2011, una situación muy similar se saldó con la rebaja de la calificación crediticia del país por parte de la agencia de riesgo Standard & Poor’s desde “AAA” a “AA+”.
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