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Bruselas cree que la fusión de Orange con MasMovil reduce competencia

“A la Comisión le preocupa que el resultado puede dar lugar a grandes subidas de precios”, señala el Ejecutivo europeo.

Un cartel con todas las marcas de operadoras propiedad de MasMovil.
Un cartel con todas las marcas de operadoras propiedad de MasMovil.

La fusión de Orange y MasMovil ha tropezado con obstáculos serios en Bruselas. La Comisión Europea ha concluido en su análisis preliminar que la operación “puede reducir la competencia” en el mercado de telecomunicaciones en España y “le preocupa que ello pueda dar lugar a grandes subidas de precios”, apunta el Ejecutivo europeo. Las empresas pueden presentar alegaciones contra esta primera conclusión y, también, plantear medidas que amortigüen el impacto de la operación antes de que la dirección general de Competencia tome una decisión definitiva.

Orange y MasMovil son la segunda y la cuarta operadora del mercado telefónico y de conexión a Internet en España. Su fusión tiene un valor de unos 18.600 millones. Las dos empresas notificaron oficialmente a Bruselas sus intenciones de fusionarse el 13 de febrero. Casi dos meses después, el 3 de abril, la dirección general de Competencia vio indicios de que la operación podía afectar al mercado en España y decidió abrir una investigación en profundidad. Esta es la que ha concluido ahora y da paso a una nueva etapa.

“Como resultado de esta investigación en profundidad, a la Comisión le preocupa que la operación propuesta pueda reducir el número de operadores de redes en España, eliminando así una importante presión competitiva y un rival innovador en los mercados minoristas españoles de servicios de telecomunicaciones móviles, servicios de internet fijo y paquetes de servicio múltiples (incluidos los servicios convergentes de telecomunicaciones fijas y móviles)”, explica el comunicado divulgado este martes.

La consecuencia del riesgo hallado es la que lleva a los técnicos de Competencia a pensar que “pueda dar lugar a grandes subidas de precios para los clientes minoristas afectados en todo el mercado español”. “Los efectos anticompetitivos previstos son sustanciales, incluso teniendo en cuenta los posibles ahorros de costes, en un contexto en el que la competencia ha sido un motor de inversión y calidad de los servicios en el mercado español”, abunda.

El documento remitido este martes por la Comisión Europea enviado es el denominado pliego de cargos a Orange, filial de la francesa del mismo nombre, y MásMóvil, propiedad de la sociedad británica Lorca, con marcas como Yoigo, Virgin, MasMovil, Euskaltel o Telecable. Ese pliego formula objeciones a su proyecto de fusión por considerar que puede reducir la competencia en los mercados de servicios minoristas de telecomunicaciones móviles e internet fijo, así como de paquetes de servicios múltiples en España.

Este paso no prejuzga el resultado de la investigación. Orange y MásMóvil tienen ahora la oportunidad de responder a las objeciones de Bruselas, consultar el expediente del asunto del Ejecutivo comunitario y solicitar una audiencia. La Comisión dispone de plazo legal hasta el 4 de septiembre de 2023 para decidir si aprueba la operación (con o sin condiciones) o si la prohíbe.

Orange y MásMóvil han restado importancia a este pliego de cargos de la Comisión y han señalado que se trata de “un paso previsto como parte del procedimiento estándar”. “Seguimos confiando en el resultado del proceso y vamos a seguir trabajando para transmitir a la Comisión Europea los beneficios de la operación para los consumidores y empresas, tanto en términos de aumento de opciones para los clientes en servicios innovadores, como en el incremento y aceleración de las inversiones en 5G y fibra en España en un contexto de reducción de inversiones en los últimos años y el resultante retraso en el despliegue de 5G respecto a la agenda digital de la Unión Europea”, han señalado las dos empresas.

La decisión de Bruselas no solo va contra la voluntad de las dos compañías decididas a fusionarse, también contraría a las demás empresas del sector en España. “Personalmente creo que la fusión tiene que ser aprobada con mínimos remedios o sin remedios, porque uno analiza el impacto de las redes con quien compite, y lo que se pone de manifiesto es que el mercado español ya es distinto”, declaró en febrero el propio presidente de Telefónica, José María Pallete, uno de sus competidores directos.

También el regulador de los mercados en España, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha tratado de decir algo en la operación. En abril, dos semanas después de que Bruselas decidiera abrir una investigación en profundidad, se posicionó sobre ella en un informe sobre la atribución de nuevas frecuencias. En el documento apuntaba el regulador que dirige Cani Fernández que con el aumento de frecuencias, los remedios a los posibles daños a la competencia que iba producir la fusión tenían que ser menores.

Como explica la Comisión, la mayor parte de operaciones de concentración no suelen plantear problemas. No obstante, cuando se encuentran objeciones sí que se pasa a la fase en la que se encuentran ahora Orange y MasMovil, un paso en el que también se encuentran otras fusiones ahora como la compra de eTraveli por Booking, la de VMware por Broadcom y la de Asiana por Korean Air. Precisamente en esta parte del proceso fue cuando IAG y Air Europa desistieron a su penúltimo intento de fusión, después lo retomaron.

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