Suiza y UBS acuerdan que el Estado cubra 9.000 millones en futuras pérdidas de Credit Suisse

El Gobierno suizo y el banco UBS han rubricado este viernes el acuerdo para que el Estado se haga cargo de futuras pérdidas de Credit Suisse por valor de hasta 9.000 millones de francos suizos (9.270 millones de euros). El pacto es la culminación de una garantía que el país helvético ofreció a UBS a cambio de que comprara a su principal rival, asolado por una fuerte crisis que amenazaba la estabilidad financiera. El mayor banco de Suiza, que ha ganado tamaño con la absorción, obtiene así una protección ante las pérdidas que puede sufrir cuando venda activos de Credit Suisse, aunque con ciertas condiciones: el banco solo podrá utilizar esta garantía limitada a 9.000 millones de francos si las pérdidas superan los 5.000 millones, nunca antes.

El objetivo de Suiza es minimizar al máximo el coste para las arcas públicas del fiasco de Credit Suisse, como señalan en el comunicado publicado este viernes por el Ministerio de Finanzas. “La Confederación y UBS tienen como prioridad reducir las pérdidas y los riesgos potenciales para evitar, en lo posible, recurrir a la garantía”.

La negociación para la mayor fusión de la historia de la banca suiza situó a UBS en una posición de fortaleza. Suiza presionó para que adquiriera un banco como Credit Suisse, que se había vuelto tóxico por la cantidad de escándalos que acumulaba y la masiva retirada de fondos de clientes tras años de mala gestión. Por eso, los directivos de UBS se negaron a asumir por sí solos los potenciales pufos que pudieran encontrarse, y obligaron al Estado a involucrarse si querían evitar el mal mayor de un colapso descontrolado de la entidad. “Al adquirir Credit Suisse, UBS también se hace cargo de activos que no corresponden a su negocio principal y no se ajustan a su perfil comercial y de riesgo. Por lo tanto, la Confederación se declaró dispuesta, el 19 de marzo de 2023, a asumir parte de las posibles pérdidas generadas por la venta de estos bienes”, apunta el texto dado a conocer este viernes.

Eso sí, UBS tendrá que absorber la primera parte de las pérdidas consumadas hasta 5.000 millones de francos, y para el cálculo también se tendrán en cuenta los beneficios que pueda obtener al desprenderse de activos de Credit Suisse, por lo que lo importante para ejecutar la garantía serán las pérdidas netas, es decir, el resultado de restar lo ganado y lo perdido. Además, el Gobierno vigilará que UBS no venda activos por debajo de su precio solo con la intención de conseguir la garantía. “Debe administrar los activos de una manera que minimice las pérdidas y maximice los ingresos. Para garantizar que se cumplan estas condiciones, la Confederación tiene amplios derechos de información y auditoría”, advierte.

Hay más compromisos: UBS deberá crear una unidad independiente dedicada a supervisar la venta de activos de Credit Suisse y presentar al Gobierno informes trimestrales, y tendrá que mantener su sede social en Suiza.

Suiza ganó 111 millones con el préstamo a Credit Suisse

UBS espera completar la adquisición de Credit Suisse este lunes 12 de junio como pronto, una operación que el Ejecutivo califica de “necesaria para evitar la quiebra de Credit Suisse y las graves consecuencias que esto hubiera tenido para la economía suiza y la estabilidad financiera internacional”. Entre los activos de Credit Suisse que pueden provocar las pérdidas a UBS hay préstamos, derivados y productos estructurados.

Suiza ha informado también de que Credit Suisse ha reembolsado la totalidad de los préstamos públicos que recibió, en el marco de la línea de crédito por hasta 100.000 millones de francos que le concedió al banco en lo peor de sus crisis interna. La devolución se produjo a finales de mayo, por lo que las arcas públicas no solo no sufrieron pérdidas con el préstamo, sino que este generó beneficios por 111 millones de francos (114 millones de euros) en primas.

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