Ignacio Mataix, exconsejero delegado de Indra, cobrará más de 4,62 millones de indemnización por su salida

El grupo tecnológico y de defensa Indra eligió el pasado jueves a José Vicente de los Mozos como nuevo consejero delegado en sustitución de Ignacio Mataix (Madrid, 1962), quien el pasado marzo anunció su dimisión del cargo que desde entonces ocupaba de forma interina. Mataix, que seguirá ligado a la sociedad como asesor externo, percibirá algo más de 4,62 millones de euros como indemnización por su salida “de mutuo acuerdo” de la compañía, según se desprende del informe de buen gobierno y el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros depositados por la empresa en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

“El consejo ha aceptado la dimisión de Ignacio Mataix como consejero delegado, agradeciéndole los servicios prestados. Mataix continuará prestando servicios a la compañía como asesor estratégico del consejo de administración por un periodo de dos años”, aseguraba el comunicado registrado este jueves por el grupo tecnológico en el supervisor bursátil.

El informe de retribuciones de la compañía señala que “en caso de extinción del contrato por causa no imputable a ellos (extinción por voluntad unilateral de la sociedad o por modificación relevante de funciones o condiciones de prestación de servicios), el consejero delegado tiene derecho a percibir una indemnización equivalente a una anualidad de su retribución total target anualizada (RTTA)”. Esta RTTA es el salario que el ejecutivo puede cobrar por todos los conceptos, incluyendo salario fijo, variable y los pagos a medio plazo, que en el caso de Mataix asciende a 2,64 millones de euros. “Dichos contratos incorporan un pacto de no concurrencia postcontractual por un periodo de un año a partir de la finalización de su relación con la sociedad, compensado con una cuantía equivalente a 0,75 veces su RTTA en el caso del consejero delegado”. Es decir, que el ejecutivo madrileño se llevará 4,62 millones de euros por la indemnización al abandonar su cargo, aunque la empresa haya comunicado que es una dimisión.

Además, como Mataix está cerca de cumplir los 62 años, percibirá parte del plan de ahorro a largo plazo acumulado que ha ido recibiendo durante el tiempo que ha dirigido el grupo y que asciende a 1,855 millones de euros. En total, el ejecutivo madrileño percibirá en los próximos meses casi 6,5 millones de euros por su salida de una empresa que tiene una plantilla con 56.000 empleados con un sueldo medio de 32.000 euros, según figura en el informe de gobierno corporativo.

Mataix es licenciado en Derecho y Ciencias Económicas por ICADE y Master en dirección ejecutiva del programa internacional del IESE Business School. El directivo madrileño ganó el año pasado 1,5 millones de euros como consejero delegado de Indra, un 6,8% más que el ejercicio anterior. Ha ocupado el cargo durante dos años escasos. Fue nombrado consejero delegado en mayo de 2021 tras la designación de Marc Murtra como presidente no ejecutivo de la compañía en sustitución de Fernando Abril-Martorell.

La llegada de Murtra resultó polémica tras su nombramiento a instancias de la SEPI, el brazo industrial del Estado, que mantiene algo más de un 25% del capital de la compañía. El anterior consejo de administración le retiró los poderes ejecutivos que sí había tenido su antecesor y nombró dos consejeros delegados, Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, ante las suspicacias por su origen. Aunque Murtra tiene un brillante currículo como ingeniero y experto en finanzas, le perseguía su pasado en política, ligado al PSC y asesor de Joan Clos, exministro socialista de Industria con Zapatero.

Mataix, que entró en Indra en enero de 2018 de la mano del anterior presidente bajo el cargo de consejero ejecutivo de Indra, cobrará más que Cristina Ruiz, la consejera delegada del área de tecnología de Indra (Minsait) y la ejecutiva que compartió con él los poderes ejecutivos del grupo desde el nombramiento de Murtra hasta la salida de esta en abril del año pasado. Ruiz, que había pasado la mayor parte de su carrera profesional en Indra, donde llegó a fundar Minsait, el área de servicios tecnológicos, percibió 3,6 millones como indemnización por abandonar la compañía. La ejecutiva fichó por el Santander a los pocos meses de abandonar Indra, salpicada por las dudas sobre la independencia del consejo de administración.

Retribución fija, variable, e incentivos a medio plazo

El informe de remuneraciones de Indra explica que el consejero delegado percibirá un salario fijo equivalente al 25% de la retribución total anualizada. Además, percibirá un variable anual del 35% de la retribución total anualizada para un cumplimiento de objetivos del 100% y otro complemento a medio plazo que representa un 40% de la retribución total anualizada para un cumplimiento de objetivos del 100%. “De acuerdo con lo anterior, cabe resumir que la retribución fija representa un 25% y la variable, vinculada al cumplimiento de objetivos, un 75% de la retribución total de los consejeros ejecutivos”, explica la compañía, que cuenta con una plantilla global de 56.000 empleados.

El consejero delegado recibe, además, un plan de ahorro a largo plazo articulado mediante un fondo de aportación a través de una póliza de seguro. La sociedad realiza las aportaciones anuales mientras el consejero delegado ocupe el cargo. “El saldo acumulado (de estos planes de ahorro) únicamente tiene derecho a percibir cada beneficiario al cumplir 62 años”, detalla el grupo, que cotiza en el Ibex 35. Según el informe de retribuciones, el plan de ahorro a largo plazo de Mataix ascendía a 1,855 millones de euros a finales de 2022.

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