Los socios del Gobierno se inclinan por respaldar la reforma de las pensiones
El ministro Escrivá detalla en el Pacto de Toledo su nuevo modelo, que ha encontrado el rechazo frontal de PP, Vox y Ciudadanos
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha intervenido este miércoles en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados para explicar la reforma de las pensiones. El Consejo de Ministros aprobará este jueves el nuevo modelo por real decreto ley, tras recibir el visto bueno de la Comisión Europea la semana pasada y este miércoles de los sindicatos. Socios habituales del Gobierno, como ERC o EH Bildu, han valorado positivamente la reforma, mientras que PP, Vox y Ciudadanos la han rechazado frontalmente. La patronal tampoco ha apoyado el proyecto del Gobierno.
De confirmarse las posiciones expuestas en esta comisión, parece que el Gobierno podría encontrar votos suficientes para aprobar la reforma. Más allá del apoyo de los partidos que forman el Ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos, el planteamiento de Escrivá ha recibido una valoración positiva, con matices, de los representantes de ERC, EH Bildu, PNV y PdeCAT. Han aplaudido algunos aspectos de la reforma, pero también han señalado variables que nos les convencen. Si el Gobierno logra amarrar esos apoyos y se suman los diputados de Más País y Compromís, que han dicho que la norma “suena bien”, la reforma alcanzaría sobradamente la mayoría absoluta.
Después de criticar la propuesta inicial de Escrivá, cuando no se recogían tantas medidas para aumentar los ingresos y se planteaba un aumento sustancial del periodo de cómputo, el portavoz de ERC, Jordi Salvador, ha asegurado que el acuerdo firmado con los sindicatos se acerca a sus planteamientos. “Por fin la música y la melodía empiezan a cambiar”, ha comentado. El discurso del partido de izquierdas vasco, EH Bildu, ha sido parecido. “Nos preocupaba el aumento del periodo de cálculo y la falta de preocupación con las pensiones mínimas. Que se hayan corregido esos dos aspectos tiene mucha importancia. Tenemos toda la predisposición para llegar a un acuerdo”, ha comentado el diputado Iñaki Ruiz de Pinedo. Fuentes de la formación vasca matizan que hay “carencias e insuficiencias que trataremos de corregir y mejorar en las negociaciones, sobre todo en las pensiones no contributivas”.
El PNV ha señalado más fallas. “Esta reforma pone en cuestión el principio de contributividad (por el aumento de las bases máximas sin un incremento acompasado de la pensión máxima). Eso no me gusta”, ha dicho el diputado Iñigo Barandiaran. También ha asegurado que otros aspecto de la reforma sí les convencen y quieren discutirlos. El portavoz de la formación, Aitor Esteban, dijo este martes que no rechazarán esta nueva norma, pero quieren incluir algunos detalles para confirmar su apoyo. Genís Boadella, del PdeCAT, también ha identificado cambios positivos, como las políticas para atajar la brecha de género, la revalorización de pensiones o el modelo dual de cálculo, pero encuentra fallos en la cuota de solidaridad. En su réplica, como ha señalado el partido catalán en una nota de prensa, el ministro ha planteado revisar el diseño de esta cuota para darle una mayor progresividad.
En el otro lado de la balanza se han situado el PP, Vox, Ciudadanos, BNG y la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas, de cuyas intervenciones se desprende un rechazo a la reforma. “Es una vergüenza que lleve ocho meses sin comparecer en esta comisión, que nos tengamos que enterar de sus propuestas mediante la prensa. Y no es aceptable que se apruebe mediante real decreto ley”, ha criticado el popular Tomás Cabezón. “Somos líderes en paro y usted pone palos en la rueda de la contratación. No podemos apoyarles. No podemos ser cómplices de dejar un agujero para las pensiones actuales y futuras”, ha añadido. Pablo Sáez, de Vox, ha anticipado el rechazo de su grupo y ha criticado al ministro por traer una reforma “ya pactada”. Ha pedido un “verdadero apoyo a la natalidad”, que identifica como una solución clave para “asegurar la sostenibilidad” del sistema. “No salen las cuentas señor Escrivá. Cada reforma que presenta es más insostenible que la anterior”, ha denunciado María Muñoz, de Ciudadanos.
Suficiencia de las pensiones
Escrivá ha iniciado su comparecencia mostrando varios gráficos y proyecciones que explican su reforma —que basa el ajuste para afrontar el gasto extra que supondrá la jubilación del baby boom en un aumento de los ingresos del sistema aumentando la cotización de las rentas altas—. El ministro ha empezado defendiendo las medidas que refuerzan la cobertura del sistema y aseguran “la suficiencia de las pensiones”. Ha destacado especialmente la revalorización de las pensiones mínimas contributivas y las no contributivas. Las primeras convergerán en 2027 con el 60% de la renta mediana compuesta por un hogar de dos adultos (según las proyecciones del ministerio, unos 16.500 euros anuales por entonces); y las segundas, con el 75% del umbral de pobreza (en torno a 8.300 euros).
En la misma línea, ha detallado la ampliación de la base mínima de las lagunas de cotización —que afectan especialmente a las mujeres porque son las que asumen, normalmente por obligación, los cuidados—. Antes, a partir del mes 49 sin cotización la cobertura de lagunas era del 50%. Con el nuevo sistema será del 100% hasta el mes 60.
También ha explicado el nuevo sistema dual de cómputo, de 25 años o de 27 excluyendo los dos de peor cotización. Lo ha hecho con un ejemplo concreto: una mujer que trabaje de 1978 a 2022 (44 años) con una interrupción de dos años (en 2009 y 2010) y cuya pensión inicial fuese de 1.715 euros mensuales con el modelo anterior, pasaría ahora a tener una prestación de 1.814 gracias a excluir esos dos años. Si la carrera se hubiera interrumpido más años aplicarían además las coberturas de cotización anteriormente descritas. El departamento de Escrivá estima que esa misma mujer, de haber sufrido una interrupción de 2009 a 2017, al combinar la nueva cobertura de lagunas y la exclusión de dos años de mala cotización, tendría una pensión de 1.486 euros mensuales, 170 más que con el modelo anterior.
Por otro lado, ha detallado los instrumentos con los que el Gobierno busca aumentar los ingresos: el aumento de las bases máximas de cotización (de 4.495 euros mensuales en 2023) de 2024 a 2050, añadiendo a la tasa anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales (se alcanzará un aumento acumulado del 38% hasta 2050); una cuota de solidaridad a los salarios más altos del 1% en 2025 que irá subiendo 0,25 puntos al año hasta llegar al 6% en 2045; y un alza del mecanismo de equidad intergeneracional: en vez de ser de 0,6 puntos se dobla hasta 1,2 en 2050, a un ritmo de crecimiento de una décima al año.
Además, ha asegurado que los costes laborales apenas aumentarán con su reforma, pese a las críticas de la CEOE (que no participa en el acuerdo) en esa línea. La Seguridad Social calcula que el coste laboral de la hora trabajada es actualmente de 23,4 euros y que con la reforma pasaría a ser de 23,5 este año y de 23,77 en 2050, frente al 33,8 actual de media de la zona euro.
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