Escrivá convoca este viernes a sindicatos y empresarios para tratar de cerrar la reforma de las pensiones

El Ministerio de Seguridad Social ha convocado a los agentes sociales a nueva reunión para acordar la segunda parte de la reforma de las pensiones. El encuentro, al que están convocados UGT, CC OO y la CEOE, tendrá lugar este viernes en el departamento que dirige José Luis Escrivá. “Eso —en referencia a esta reunión— ha de entenderse como que estamos prácticamente llegando a un acuerdo”, ha señalado este jueves Escrivá durante su intervención en el III Observatorio de las Finanzas organizado por El Español. “Hemos tenido una discusión en profundidad de todos los elementos de la reforma con la Comisión Europea”, ha añadido. Fuentes del ministerio detallan que Bruselas conoce los detalles de la propuesta que plantearán mañana a los agentes sociales y confían en que la Comisión dará el visto bueno cuando se apruebe. Por su parte, fuentes comunitarias confirman que en las últimas semanas se han intensificado las conversaciones con el Gobierno sobre la reforma de las pensiones, informa Manuel V. Gómez. Matizan que el anuncio sobre los cambios en el sistema corresponde al Ejecutivo español.

Esta reforma, cuyo principal objetivo es aumentar los ingresos para afrontar el reto del envejecimiento, es uno de los hitos comprometidos con la Unión Europea para acceder al cuarto desembolso de fondos Next Generation, vinculados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Fuentes de los sindicatos y de la patronal confirman que han recibido la convocatoria del ministerio y que acudirán al encuentro. El pasado fin de semana Escrivá confirmó que la aprobación de la reforma era “inminente” y que se cerrará mediante real decreto ley.

Aunque no ha habido una reunión formal desde diciembre, el ministerio sí ha mantenido conversaciones periódicas con los agentes sociales. Fuentes sindicales vienen señalando desde hace semanas que el acuerdo para la parte de ingresos es sencillo y las posiciones están cerca, al menos entre las centrales y el Gobierno. El objetivo del aumento de ingresos es afrontar el incremento de la edad media de la población, mediante medidas como el recargo de solidaridad o la subida de las bases máximas de cotización (4.495 euros mensuales en 2023). Las posturas sí se han manifestado como alejadas en lo que respecta a cómo ajustar el gasto a largo plazo. La propuesta principal del Gobierno en esa línea es incrementar el periodo de cómputo (los años de cotización que sirven para calcular la cuantía de la pensión).

El sistema actual establece el periodo de cómputo en 25 años. Desde noviembre, Escrivá propone elevarlo a 30 años, pudiendo descartar los dos de peor cotización. Es decir, en la práctica, elevarlo a 28 años. Los sindicatos rechazaron esta posibilidad, al igual que la parte de Unidas Podemos en el Ejecutivo, como indicó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: “Es endurecer el acceso a la jubilación”. Desde entonces, el ministro de Seguridad Social viene planteando alternativas, como un menú de opciones de cómputo, que el pensionista pueda elegir entre varias opciones. Algunos socios parlamentarios habituales del Ejecutivo, como ERC, se han manifestado en contra del incremento del periodo de cálculo.

En teoría, los aumentos en el periodo de cómputo, de forma general, se traducen en una merma en la pensión final. Al abarcar más años, teniendo en cuenta que en el inicio de la carrera laboral los salarios suelen ser menores, la pensión resultante es menor que con un cálculo de menos años. Sin embargo, si una persona ha tenido una carrera estable sin épocas de inactividad o de menor retribución, sí podría resultarle interesante un periodo de cómputo mayor.

Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CC OO e interlocutor en materia de pensiones, ha comentado esta negociación durante una rueda de prensa en la sede del sindicato en Madrid, antes de que el ministerio anunciase la convocatoria. “Debemos avanzar. Estamos en el momento de retomar el rumbo para ver si es posible alcanzar un acuerdo”, ha indicado. Ha recordado que el compromiso con Bruselas era cerrar la reforma antes del 31 de diciembre, “así que vamos tarde”. Ese incumplimiento no complica el desembolso de fondos europeos, pero sí podría torcerse si no hay un acuerdo en torno a abril, cuando está previsto que empiece la cuarta entrega del plan Next Generation. “Esta reforma debe asegurar más ingresos para el sistema y más protección para los pensionistas. Hay que mejorar los ingresos para afrontar los retos que la Seguridad Social tiene por delante”, ha añadido Bravo.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, también ha comentado este jueves la negociación de las pensiones, antes de la convocatoria del ministerio: “Queremos que el Gobierno venga a la mesa con ese tema bastante avanzado, en qué parámetros se mueve la Unión Europea y la propia mayoría parlamentaria que tiene que tener para llevar la reforma legislativa adelante. Creo firmemente en el diálogo social (...), pero hay que darle contenido, no puede ser dialogar por dialogar”.

AENC

Bravo también se ha referido a la otra gran negociación que involucra a los sindicatos y la patronal, el AENC. Es el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, el documento suscrito por centrales y patronal que sirve como guía para las empresas y comités de España para negociar los incrementos salariales. Este lunes tendrá lugar una nueva reunión, casi dos meses después de la última, que los sindicatos ni siquiera catalogaron como reunión formal porque no se intercambiaron propuestas concretas.

“Las organizaciones sindicales estamos demostrando capacidad de propuesta y disposición para alcanzar un acuerdo”, ha indicado, en referencia al planteamiento conjunto de su sindicato con UGT: un incremento mínimo del 13,84% en el periodo de 2022 a 2024, empezando por un 5% para el año pasado, un 4,5% para este y un 3,75% el que viene. Además, plantean que las cláusulas de revisión también dependan de la situación económica de las empresas, medida por la evolución de su margen de beneficios.

“No soy optimista”, ha añadido Bravo sobre un posible acuerdo con los empresarios a este respecto. El secretario general de UGT acusó recientemente a la CEOE de “estar jugando con fuego” ante la falta de acuerdo en el AENC. “Tendremos que coger el camino de los franceses”, comentó Álvarez, en referencia a las huelgas en el país vecino estos días por su reforma de las pensiones. Por su parte, Garamendi aplaudió originalmente la idea de vincular parte de la negociación salarial a la marcha de las empresas, pero la semana pasada criticó a los sindicatos por “radiar la negociación”. En estas conversaciones no participa el Gobierno.

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