El Gobierno aprueba de urgencia la norma para frenar la polémica de los trenes de Cantabria y Asturias

El Gobierno quiere acabar cuanto antes con la polémica de los 31 trenes encargados por Renfe en 2021 para Cantabria y Asturias que, debido a un error normativo, se descubrió que no cabían por los túneles. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado una orden, publicada este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para concretar la norma que permitirá la aplicación del llamado método comparativo en el diseño y fabricación de los nuevos de trenes de ancho métrico para las redes de Cercanías de ambas comunidades.

Este método comparativo consiste simplemente en diseñar la sección de los nuevos trenes a partir de las medidas de los modelos que actualmente circulan por la red, de forma que no haya posibilidad de error, y se reduzca la demora de la fabricación de los nuevos convoyes lo máximo posible. La medida ya había sido anunciada por el ministerio para paliar el vacío normativo que motivó el error, pero ha sido aprobada en tiempo récord ante el debate público que ha suscitado el contrato fallido en ambas comunidades y las quejas de los Gobiernos regionales.

Con la publicación de la nueva norma, el departamento que dirige Raquel Sánchez quiere zanjar el lío normativo que propició el fiasco a la espera que concluya la investigación abierta y se depuren responsabilidades. Y es que, hasta el momento, no existía una norma clara para detallar las medidas de los trenes en las vías de los antiguos Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (Feve). Ni la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), dependiente del Ministerio de Transportes, en la llamada Instrucción de Gálibos de 2015 (orden FOM/1630/2015), en la que se supone que debería describirse el estado de los túneles de toda la red, incluida la de ancho métrico; ni Adif, que debe publicar cada año la llamada Declaración de Red informando del estado de la infraestructura ferroviaria; ni Renfe en la licitación de los trenes que adjudicó a CAF recogían las medidas reales de los trenes.

Con la norma aprobada este sábado, se subsana ese error, justo en vísperas de la reunión que mantendrán el próximo lunes la ministra Sánchez con los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, respectivamente. Ambos responsables, además de exigir que se acelere la construcción de los trenes, han pedido explicaciones al Ministerio por las causas que llevaron a silenciar esta anomalía desde que en marzo de 2021 CAF alertó a Renfe de que la licitación de los trenes no contenía la definición de las medidas adecuadas hasta que el diario El Comercio de Gijón destapó el Fevemocho (como le denomina la prensa asturiana) el pasado 24 de enero.

En plena precampaña electoral para los comicios autonómicos y municipales de mayo, tanto Miguel Ángel Revilla, del Partido Regionalista de Cantabria pero que gobierna gracias al apoyo del PSOE, como el socialista Adrián Barbón aprovecharán la reunión para exigir a la ministra de Transportes la prórroga de los abonos gratuitos que vencen a finales de este año para los servicios de Cercanías en sus comunidades al menos hasta 2026, lo que supondría un agravio comparativo para el resto de autonomías.

En la orden ministerial, se recoge de manera explícita la norma europea (EN 15273) aunque Transportes aclara que la AESF “ya tenía previsto incorporar el contenido de la norma EN-15273 en una próxima revisión de la Instrucción de Gálibos, cuando se hubiese publicado la nueva versión de la citada norma europea, actualmente en proceso de aprobación, que va a detallar más aplicación del método comparativo”. De esta forma, en las líneas más antiguas que no cumplen con las dimensiones de los gálibos de las más modernas y electrificadas (los GEE10/GED10) -los únicos cuyas medidas están especificadas hasta ahora por AESF- se usará el método comparativo.

Transportes ha insistido en que “no se ha fabricado ningún tren, puesto que las incongruencias se detectaron en las primeras fases el diseño de las nuevas unidades” y en que “no se ha malgastado ningún euro de los españoles”. Una afirmación que choca con la percepción del sector, que estima que el adjudicatario del contrato —en este caso la empresa vasca CAF— exigirá una compensación por el rediseño de los trenes que Renfe adjudicó en 2020 por 190 millones de euros (258 si se incluye el mantenimiento y otros seis trenes adicionales de Cercanías) para operar principalmente en las líneas de Asturias y Cantabria. El error, independientemente del organismo que resulte responsable (la AESF, Renfe o Adif) provocará que la entrega de los trenes nuevos se demore dos años, de 2024 a 2026.

Otra incógnita es la financiación del contrato, ya que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) prestó hasta 150 millones a Renfe y condicionó esos fondos a que se cumpliera el calendario de entrega antes diciembre de 2024. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha señalado que el préstamo serrá reformulado y no corre peligro.

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