¿Qué es ‘Uber Files’? ¿Es legal Uber en España? Las claves para entender la investigación
Más de 124.000 archivos confidenciales de la compañía de transporte desvelan la historia nunca contada de su llegada a decenas de países
1. ¿Qué es Uber Files?
Uber Files es una investigación periodística que analiza más de 124.000 archivos internos de Uber, la compañía estadounidense que ofrece coches con conductor a través de una aplicación. En su mayoría se trata de correos electrónicos, pero también hay mensajes de WhatsApp, SMS, presentaciones y documentos de texto o imágenes. La documentación abarca el período entre 2013 y 2017, fechas en las que la empresa empieza su expansión en la India y en algunas ciudades de África y de Europa.
Son años clave para Uber, que solo en 2014 se estrenaba en 31 países (España, entre ellos) con un colchón económico casi infinito que le garantizaban inversiones de fondos como Goldman Sachs o multimillonarios como Jeff Bezos. La compañía, que salió a bolsa en 2019 en Estados Unidos con uno de los mayores valores de mercado jamás registrado (75.000 millones de dólares), nunca ha generado beneficios: en 2021 registró 496 millones de dólares de pérdidas, a pesar de contar con casi 120 millones de usuarios activos, facturar casi 18.000 millones de dólares y ser un actor clave en la movilidad de la mayoría de ciudades europeas y de Estados Unidos.
2. ¿De dónde salen los documentos?
Los documentos han sido filtrados al diario británico The Guardian, que los ha compartido con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y su red de colaboradores, de la que EL PAÍS y La Sexta forman parte en España. A partir de este domingo, 44 medios en 29 países desvelarán los detalles más relevantes de estos archivos.
3. ¿Qué información desvelan?
Los Uber Files ofrecen una mirada sin precedentes a la llegada del gigante de la movilidad a decenas de países donde ha tenido problemas legales y ha chocado con varios sectores sociales, sobre todo el del taxi. A través de intercambios de correos electrónicos entre directivos, responsables regionales y lobistas de la empresa se puede ver cómo operaba consciente de estar ofreciendo un servicio ilegal, con una estrategia de lucha abierta contra las autoridades y volcada en utilizar la “narrativa de la violencia” de las protestas de los taxistas para sus beneficios. Los archivos confidenciales muestran cómo una empresa capaz de romper los mercados allá donde llegaba gracias a las inyecciones de capital a fondo perdido de grandes grupos de inversión mantiene sus negocios sobre una red de conductores a menudo inexpertos y con un trabajo precario.
Los documentos revelan, además, cómo funciona el lobby de una empresa de este tipo y las diferentes vías que tiene para conseguir reuniones con altos funcionarios o miembros del gobierno de distintos países: desde sus reuniones nunca reveladas con Macron en Francia hasta las millonarias inversiones secretas pactadas con un oligarca ruso cercano al Kremlin.
4. ¿Qué hay en España?
Los documentos muestran que la empresa siguió en España, como en otros países, una política de “hechos consumados”. Cuando se topó con la oposición de los taxistas y las trabas de la administración, decidió “desarrollar tácticas para enfrentarse a las autoridades” y trató de convencer a los responsables políticos desde una posición de fuerza. Con Barcelona (donde aterrizó en abril de 2014) y Madrid (septiembre de ese año) como grandes ejes de expansión, Uber trató de recabar apoyos al más alto nivel en gobiernos locales y regionales. También intentó establecer contacto, entre otros, con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y con el expresidente de la Generalitat Artur Mas.
Su desarrollo en España no fue fácil y esas dificultades le llevaron a jugar una suerte de guerra sucia. Mientras aprovechaba los actos de violencia del sector del taxi para presentarse como víctima y obtener rédito político, contrató una empresa para buscar espiar a una asociación de taxistas madrileños. Cuando a finales de 2014 un juez ordenó su cese en España, los directivos de la empresa pidieron buscar las “debilidades” del magistrado.
Hoy, la regulación más favorable a los VTC (vehículos sin conductor) de Madrid le ha permitido llevarse un buen pedazo del mercado, mientras que las restricciones del nuevo decreto en Cataluña y la presión incansable del taxi asfixian a Uber en Barcelona. Desde 2019, España figura, junto a Alemania e Italia, como uno de los países clave para la expansión de la compañía.
5.¿Qué problemas judiciales ha tenido Uber en España?
La llegada de Uber a España fue legalmente compleja, pero en sus primeros meses, desde abril de 2014, disparó su número de usuarios. Hay pocos datos oficiales, pero la empresa hizo público ese año que su crecimiento en los primeros seis meses de operaciones en Barcelona o Madrid fue incluso más rápido que en ciudades como Londres o París.
2014. Uber, ya ilegalizada en países como Bélgica y en plena lucha legal en Londres o Berlín, se estrena en Barcelona y luego en Madrid. Tras las huelgas de taxis y los intentos de regulación en Cataluña, un juez da la puntilla a Uber y ordena el cese de sus operaciones. El 31 de diciembre, Uber cierra sus servicios en España.
2015. Uber pelea en los tribunales españoles mientras prueba su servicio de entrega de comida Uber Eats en España.
2016. Uber vuelve a Madrid con precios muy bajos y publicidad agresiva. Ofrece el servicio UberX, con conductores con licencia de vehículos de transporte con conductor (VTC). La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emite un informe a favor de Uber.
2017. Los tribunales autonómicos emiten sentencias con distinto sentido sobre un elemento clave: la liberalización de las licencias de VTC. ¿Es legal o no limitarlas, como piden los taxistas? El Gobierno presenta un borrador para regular las VTC e incluir algunas demandas de los taxistas, como que las licencias no puedan transmitirse hasta dos años después de su concesión. En noviembre, el Tribunal Supremo da vía libre a que se concedan licencias de VTC en Madrid y Barcelona y sienta jurisprudencia.
2018. En varias ciudades europeas se abre paso a que haya más licencias VTC. En septiembre, el Gobierno español aprueba un real decreto que cede las competencias de emisión de licencias y de regulación de los vehículos a las comunidades autónomas. Equipara así niveles administrativos en la ordenación del taxi y de los servicios de Uber y Cabify. Las dos empresas llevan la norma al Tribunal Constitucional.
2019. El año arranca con largas y participadas huelgas de taxistas en Madrid y Barcelona, ciudad donde Uber y Cabify dejan de operar tras la norma de la Generalitat que obliga a reservar el coche con 15 minutos de antelación. La mayoría de comunidades siguen el ejemplo catalán, pero no Madrid. Varias empresas de VTC presentan ERE de sus conductores. Aun así, cerrará el año facturando en España cinco veces más que el año anterior. Y, en Estados Unidos, sale a Bolsa: su precio de salida se quedará en 83.800 millones.
2020. La pandemia y los confinamientos afectan duramente a Uber, pero UberEats no para de crecer. En España, los ingresos por este servicio se multiplican por cuatro.
2021. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumba parte del decreto de 2018 que permitía a las autonomías y Ayuntamientos retirar permisos de VTC tras una moratoria de cuatro años.
2022. Uber vuelve a ofrecer su servicio de coche con conductor en Barcelona, después de un año donde solo operó como aplicación intermediaria para conseguir un taxi, a pesar de las protestas de los taxistas. Mientras, el Tribunal Supremo lanza la pelota a Europa: será el Tribunal de Justicia Europeo el que dicte si imponer limitaciones a las licencias de VTC para asegurar su “compatibilidad y complementariedad con los taxis” es compatible con la libertad de establecimiento.
6. ¿Qué relación tienen hoy los conductores de Uber con la empresa?
Hay tres tipos de conductores de Uber. La mayoría de ellos trabajan para empresas que gestionan licencias VTC y contratan conductores sin necesidad de que tengan experiencia y sin apenas formación. La empresa gestiona los coches de Uber y los va asignando a los conductores, a los que se presiona para facturar al menos 3.500 euros al mes para mantener un sueldo fijo de base: 1.100 euros. Para cobrar más, el conductor tiene que trabajar más horas y sobre todo facturar más: si supera los 4.000 euros en viajes, ingresa 1.360 euros (antes de impuestos). También los hay autónomos, que tienen su licencia VTC y facturan directamente a Uber. En este caso, la empresa se queda el 25% de las carreras.
Una tercera categoría son los taxistas que se dan de alta para carreras puntuales en la aplicación de Uber, al igual que pueden hacerlo en otras como Cabify. Son la minoría, aunque fuentes del sector apuntan a que su número está al alza.
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