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Indra da un vuelco en su consejo con el cese de cinco consejeros independientes

El presidente de la empresa tecnológica controlada por la SEPI defiende que está llamada a liderar la industria de defensa europea

Marc Murtra, durante su intervención en la junta de accionistas de Indra.
Marc Murtra, durante su intervención en la junta de accionistas de Indra.
Ramón Muñoz

La junta de accionistas de Indra ha destituido este jueves a cinco de los ocho consejeros independientes que forman parte de su consejo de administración con el voto a favor de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la empresa vasca de defensa SAPA y el fondo Amber, primer accionista de PRISA (grupo editor de EL PAÍS).

La asamblea de accionistas ha tomado esta decisión después de que un representante de Amber, que cuenta con el 4,1% del capital, formulara durante las intervenciones una petición para introducir varios puntos fuera del orden del día con el objetivo de cesar a Alberto Terol, Carmen Aquerreta, Ana de Pro y Enrique de Leyva, todos ellos consejeros independientes. Estos ceses han sido apoyados por el 53,06% del capital y rechazados por el 46,93%. Isabel Torremocha, también independiente, ha sido cesada al no renovar su mandato por el voto en contra de un 52,25% de los accionistas. Además, también se ha aprobado la entrada del consejero dominical de SAPA, Jokin Aperribai, con el 53,6% de los votos.

El representante de Amber justificó la petición de que se votara el cese de los consejeros independientes al entender que era necesaria una reestructuración más amplia del consejo para conferir estabilidad al mismo tras unos meses convulsos en el seno del grupo por el rechazo de estos consejeros a que Marc Murtra tuviera poder ejecutivo. Murtra fue nombrado presidente de la compañía tecnológica hace un año a propuesta de la SEPI, el brazo industrial del Estado, un movimiento que despertado suspicacias entre los independientes, que han puesto trabas a la gestión del presidente, que ha declarado que intención es desarrollar el plan estratégico para convertir a Indra en una compañía puntera en el sector de la defensa en Europa.

Amber admitió en la junta que en los últimos días había informado a “determinados accionistas significativos de la sociedad” de sus intenciones de cambios en el consejo. “Las circunstancias que han ido concurriendo en el órgano de administración de la sociedad en estos últimos tiempos hacen aconsejable desde el punto de vista social que el consejo de administración pueda tomar la iniciativa para una reestructuración más amplia respecto de la composición del propio consejo y, por tanto, de sus comisiones, con la finalidad de dar una mayor cohesión y estabilidad a dicho órgano social “, indicó.

El fondo reveló el pasado 16 de junio su entrada en el capital de la empresa en un momento crucial para su futuro a nivel organizativo, ya que precisamente el consejo de SEPI acababa de proponer al exdiputado socialista Juan Moscoso como su tercer consejero en Indra, que no se ha votado en la junta de este jueves por no estar incluido en el orden del día. El objetivo de SEPI es convertir a Indra en un polo que consolide el sector de la defensa español, especialmente después de la guerra de Ucrania y ante la previsible subida del presupuesto en este campo. En este contexto, Amber se une a SAPA como nuevo accionista dentro de la empresa de defensa y tecnología española, en sustitución de un histórico en el capital de la firma como Corporación Financiera Alba, que vendió su participación a raíz de la salida de Fernando Abril Martorell a instancias de SEPI el año pasado.

Precisamente, los consejeros salientes con Terol a la cabeza habían mostrado sus discrepancias con la labor de los nuevos gestores desde que Marc Murtra, a propuesta de la SEPI, relevó al frente de la compañía a Fernando Abril-Martorell en mayo del pasado año, un relevo que fue seguido de cambios en la cúpula gestora como la salida de la consejera delegada en el área de negocio de TI, Cristina Ruiz, y el director financiero, Javier Lázaro. Precisamente, Indra ha nombrado este jueves nuevo director financiero a Borja García-Alarcón, quien ocupaba esta posición en Enagás hasta comienzos de esta semana.

Además, algunos de los consejeros cesados trasladaron al consejo la preocupación de otros accionistas minoritarios de que la SEPI se hiciera con el control absoluto de la sociedad mediante la concertación con otros socios, en lugar de lanzar una opa pública de adquisición (opa) sobre la totalidad del capital, como contempla la ley. En concreto, la normativa española señala la obligación de lanzar una opa por el 100% de la compañía cuando hay una “acción concertada” para tomar más del 30% de una cotizada o controlar su consejo.

Con el cese de los cinco consejeros, la SEPI, que posee el 26,5% del capital, se asegura el control del máximo órgano de gobierno de la compañía tecnológica y de defensa, con el apoyo de SEPA y Amber. El nuevo equilibrio de poderes en el consejo de Indra permitirá que Murtra asuma poderes ejecutivos, hasta ahora reservados a los dos consejeros delegados. También abre la puerta a la posible entrada de la tecnológica en ITP, el fabricante de motores vasco, que Roll-Royce vendió al fondo Bain, con el objetivo de recuperar su españolidad y que España gane peso en la industria de defensa.

Tras las votaciones de este jueves, el consejo de Indra queda formado por nueve miembros, de los cuales tres son independientes: Francisco Javier García, Silvia Iranzo e Ignacio Martín. Junto a los anteriores se mantienen los dos consejeros ejecutivos Ignacio Mataix y Luis Abril, así como los dos representantes de SEPI (Miguel Sebastián y Antonio Cuevas), el presidente Marc Mutra, y el recién elegido Aperribai. Próximamente, se unirá al mismo Juan Moscoso, a propuesta de la SEPI, y queda la incógnita de cómo se cubrirán el resto de vacantes.

Intervenciones críticas

En el turno de intervenciones, el aún consejero Alberto Terol denunció el pacto tácito que a, su juicio, han sellado SEPI, SAPA y Amber para acabar con la mayor parte de los consejeros independientes “lo que coloca a Indra en una situación absolutamente anómala”. El consejero alertó de que la salida de esos consejeros supone un “atropello” y traerá consigo “una escandalera”, al dejar desprotegidos al resto de accionistas y poner en cuestión la gobernanza de la compañía, “porque el gobierno corporativo no es ninguna broma, y ayuda a las compañías a estar adecuadamente dirigidas”. Terol ya había notificado al consejo su intención de dimitir con efectos desde este viernes, pero aún así Amber mantuvo su propuesta de que se votara su cese en la junta de este jueves.

Por su parte, Enrique de Leyva manifestó que, a la vista del giro que estaba tomando la compañía, era precisamente él quien no quería permanecer en ella. “No contéis conmigo, soy un tipo complicadito y nunca dispuesto a dejarse doblar el brazo”, dijo.

Discurso del presidente

Antes de las reñidas votaciones sobre los consejeros, el presidente no ejecutivo de Indra, Marc Murtra, ha asegurado en su discurso en la junta de accionistas que Indra liderará la “transformación y consolidación” de la industria de defensa española, gracias al carácter puntero de su tecnología propia, que posiciona a la compañía como un aspirante a liderar proyectos de defensa a nivel europeo y nacional. Al mismo tiempo, ha subrayado que el ecosistema de defensa español continúa presentando “carencias de escala” y una capacidad de coordinación, inversión y escala que no es suficiente para el escenario actual, así como “lagunas” en capacidades tecnológicas críticas.

El directivo ha destacado el papel de la SEPI como accionista de referencia y el necesario alineamiento entre el Gobierno y la industria para desarrollar las capacidades de defensa del país. “Un factor clave de éxito ante el escenario que viene es la adecuada colaboración público-privada, cada uno en su rol y con sus responsabilidades y gobernanzas, y tener un alineamiento profesional entre Gobierno e industria”, indicó. En la misma línea, añadió que “es esencial entender el papel de liderazgo en este proceso que está asumiendo el sector público, tanto en España como en el resto de países con industria de Defensa, como Francia, Italia o Noruega”.

Asimismo, ha subrayado el compromiso de los accionistas y el apoyo del Estado a la evolución de la compañía, que podrá beneficiarse de una inversión adicional en Defensa del Gobierno, que estima entre 10.000 y 12.000 millones de euros adicionales al año. Entre las prioridades estratégicas, Murtra también ha destacado el objetivo de penetrar en nuevos mercados, al tiempo que Indra se fortalece en sus mercados estratégicos.

Por su parte, el consejero delegado de Indra, Ignacio Mataix, ha inaugurado el evento con un discurso en el que ha destacado el “despertar” de la Europa de la defensa a raíz de la guerra de Ucrania. “Se refuerza enormemente nuestra posición como gran empresa de defensa europea en el ámbito de sistemas”, ha asegurado Mataix, quien ha postulado a la compañía para liderar nuevos procesos en este ámbito en España y Europa ante el aumento de inversión en este campo. Asimismo, ha destacado algunos desafíos como el control de costes en plena crisis de la cadena de suministros. Para ello, entre otros aspectos, ha destacado que se ha impuesto un nuevo método de fabricación de radares que reducirá en un 50% la llegada al mercado de nuevos equipamientos.


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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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